El discurso de los 100 días del Presidente Biden tiene todos los elementos para enamorar al progresismo: un Plan de Empleo por 2,3 más 1,8 billones para programas sociales que serán financiados con un aumento del impuesto a las corporaciones del 21 al 28% y una nueva escala para los ingresos personales mayores a 400.000 dólares anuales de 37 a 39,6% y duplicando la tasa para las ganancias de capital que pasará de 23,8 a 43,4% para ingresos superiores a 1.000.000 de dólares. Estas reformas afectarían solo al 1,8% de los contribuyentes; el 68% de los ingresos tributarios provienen de aquellos que ganan más de 163.000 dólares anuales.
El sector progresista sostuvo durante la campaña que en los últimos veinte años aumentó la desigualdad en comparación al período 1970/2000. Los datos confirman el diagnóstico: la participación del ingreso de las unidades familiares de la clase media en el ingreso total pasó de 62 a 43% mientras que en los estratos altos saltó del 29 al 48% manteniéndose igual en la franja más baja. La tasa de pobreza actual es del 10,3% en 2019, que corresponde a 6.500.000 familias con un coeficiente de Gini del 41,4 superior al de los países desarrollados en Europa.
Los programas de Biden en sus propias palabras están dirigidos a crear “millones de empleos bien remunerados como para mantener una familia” que no requerirán títulos universitarios o similares en infraestructura e industrias vinculadas con el cambio climático. Biden destacó que las inversiones de este programa estarán guiadas por el principio de compre nacional asegurando que “los dólares de los impuestos serán usados para comprar productos americanos, hechos en América para crear empleos en América”.
Los programas sociales extenderán entre otros la educación obligatoria a 16 años incluyendo 2 en universidades comunitarias, ampliar la cobertura del seguro de salud, aumentar las plazas en hogares para ancianos, asegurar lugares para niños hasta los 5 años en jardines pre-escolar y mantener las deducciones impositivas por hijo. Todas estas medidas están destinadas a atender y mejorar las oportunidades para los sectores de bajos recursos; el 25,4% de las unidades familiares tienen ingresos menores a 35.000 dólares y el 11,7% entre 35 mil y 50 mil dólares anuales.
Los planes más allá de atender demandas sociales ´persiguen el objetivo de recuperar para el Partido Demócrata los votos de los trabajadores que optaron por Donald Trump en 2016 y 2020. El proceso de globalización a partir de los años noventa fomentó el traslado de sectores industriales mano de obra intensiva hacia los países en desarrollo, y en especial hacia Asia y México, que se convirtieron en el centro de la industria manufacturera. Los cambios en la estructura productiva de los Estados Unidos y la incorporación de nuevas tecnologías en una economía caracterizada por su dinamismo desplazaron a los trabajadores no-calificados hacia actividades de menor remuneración y muchas veces al desempleo por problemas de edad. Esto explicaría porque Biden insistió en su presentación sobre la creación de empleos que requieren educación básica y la elevación del salario mínimo a 15 dólares/hora sin tomar en cuenta que en diciembre 2019 la tasa de desocupación era de 3,5%.
La política impulsada por Bernie Sanders y Elizabeth Warren podrá despertar simpatías por ocuparse del bienestar de los postergados en los Estados Unidos pero es una mirada doméstica contraria al interés de los países en desarrollo. Los últimos 30 años han sido testigos de un cambio profundo en Asia y aún en África donde millones de personas salieron de la pobreza por las inversiones y oportunidades de exportar hacia Europa y Estados Unidos. Los pobres en esos países no ganan 3500 dólares mensuales como en Estados Unidos y tampoco reciben esa suma en todo un año.
Hubo una vez quienes pensaron que el crecimiento del sur también favorecía al norte. Es lamentable que la Administración Biden haya vuelto la rueca de la historia para atrás y promueva la autarquía y el proteccionismo y pretenda disfrazarlo hablando de democracia y derechos humanos.
*Diplomático.