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donde esta el crecimiento

Mueva, mueva

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Migracion. Una fábrica en el GBA. Esperan que la gente busce otros destinos. | Cedoc Perfil
El crecimiento de la economía no sólo es lento y suave, sino que también habrá que ir a buscarlo allí donde suceda. Esa es una conclusión que surge de escuchar a algunos funcionarios del equipo económico que sorprenden con datos demográficos al hablar sobre los motores de la expansión.

Uno de los que miran la evolución de la macro y que alterna sus días entre la Argentina y Estados Unidos, donde daba clases antes de ser convocado, recuerda: “En Estados Unidos, aproximadamente un 3% de la población todos los años migra entre los estados, según cómo esté la actividad en cada lugar; acá, ese porcentaje a veces es menor al 1%, tal vez eso debe cambiar”.

El planteo resume el cambio de visiones del kirchnerismo a Cambiemos: de una matriz industrial protegida con biens más caros y mucho empleo en el cordón industrial del Gran Buenos Aires, a un motor agrícola abierto a la competencia externa, que prioriza bienes importados más baratos e impulso en el interior bonaerense, Santa Fe o Córdoba.

¿Alguien podría tomar la decisión de mudarse y llevar a su familia a otra región tras perder el empleo en Alpargatas en Florencio Varela, en Pepsico en Vicente López o en el Walmart de Sarandí? La lectura oficial es que con los incentivos acordes y mostrando que hay nuevos motores de crecimiento sostenido en otras regiones, esas decisiones deben ocurrir. “¿O no se fueron algunos a Tierra del Fuego para aprovechar el boom del ensamble de electrodomésticos en los últimos años?”, ejemplifican. Es cierto: en las fábricas de Newsan o Mirgor cuentan que cordobeses o rionegrinos aterrizaban con secundario completo, les enseñaban a soldar y tenían empleo. “Pero esos estímulos no eran sostenibles”, aclaran. “Si nosotros podemos mostrar que habrá una expansión del litio por las próximas décadas, la decisión de irse al norte puede ser posible”, explican. En todo caso deberán recibir alguna capacitación y adaptar sus cualidades.

Placas tectónicas. Los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) de mayo, además de mostrar que la economía repta y está lejísimos de crear los 200 mil puestos de trabajo anuales que hacen falta para absorber el crecimiento vegetativo de la población, incluyeron un dato que refuerza la idea del “desplazamiento productivo” que hay en marcha, según lo define el asesor del Gobierno Eduardo Levy Yeyati. En el quinto mes del año, los puestos de trabajo registrados cayeron 0,1% en el Gran Buenos Aires y crecieron 1,8% en el resto del país, siempre respecto del mismo mes del año pasado.

De todas formas, los rasgos más notorios de esta nueva organización de la economía recién se verán, probablemente con más fuerza, después de las elecciones de octubre, y sobre todo si la administración nacional sale fortalecida. “Veo más ajuste fiscal, más apertura exportadora y reforma positiva y previsional”, aventura

Miguel Kiguel que alguna vez compartió mesas de cuadros técnicos del macrismo. “Y parece más probable que se cumpla la meta fiscal que la monetaria”, añade sobre la apuesta de Federico Sturzenegger en el Banco Central. Kiguel descuenta que el crecimiento será 3% el año que viene con una inflación del 15%, más allá de que todavía junio y julio muestran números pocos satisfactorios para los planes oficiales. ¿Y el dólar? “Volatil”, dice. Pero desde marzo les aconseja a sus clientes del fondo común Megainver que se dé paso, donde ya les sacaron el jugo posible a las Lebac, a opciones en moneda estadounidense.