Volver a la patria es volver a un entramado de teorías envenenadas, conspirativas, novelescas. Cualquiera tiene todas las piezas del rompecabezas en la mano, pero cada quien las dispone como quiere y la figura queda igual de bonita. ¡Aplausos!
Escuché una teoría preciosa sobre el asunto Cuadernos Fotocopiados. Sería, si nos atenemos a algunos nombres de empresarios, según el Turco Asís, la reproducción de la milenaria hostilidad entre la Italia del norte y la Italia del sur, transpuesta al suelo criollo, digamos: acocolichada. La Ndrangheta calabresa contra la Sacra Corona Unita, para decirlo en términos mafiosos.
Por supuesto, está el caso de la mascota elegida para los Juegos Olímpicos Juveniles, que hoy comienzan: se llama Pandi (?) y es un... ¡gato! Dicen que eso pasó por haber tenido tanto kirchnerista militante en las terceras y cuartas filas de los organismos.
Sobre el FMI no vale la pena detenerse, porque o se trata de un error gigantesco o todo está hecho a propósito, pero en todo caso, el efecto es el mismo: nos secamos lentamente en el horno, junto con los pesos desaparecidos del mercado.
Pero hay un efecto colateral: la aparición de unos dólares mojados. Hay quien dice que son los dólares enterrados que sirven hoy para pagar actos contrarios al Gobierno (que no son los mismos que hace el propio gobierno). Otros dicen que son dólares que vienen de Venezuela.
Propongo otra teoría: son dólares mojados por las lágrimas de los argentinos, que no pueden salir de la tristeza.