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argentina y el mundo

Potenciar la relación con Africa

La canciller Susana Malcorra ya adelantó la necesidad de tender nuevos puentes con el continente africano, con el que nuestro país tiene un comercio superavitario.

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complejo. Un continente con 54 países y más de mil millones de habitantes. | cedoc

Probablemente ningún canciller ha tenido tanta experiencia con respecto a Africa como Susana Malcorra, quien temprano en su mandato expresó “la necesidad de tender nuevos puentes en Africa. Estos nuevos puentes son hoy necesarios, particularmente en lo económico, ya que aunque el comercio con Africa es superavitario, las exportaciones han decrecido en el último lustro.

Hoy no existen impedimentos políticos, como en los años 60, 70 y 80, para mantener relaciones positivas con los países africanos. Tener buenas relaciones con Africa en esas épocas era poseer una política internacional independiente, que por razones ideológicas o geopolíticas podía colisionar con las potencias establecidas. Esto no quiere decir que éstas no sigan defendiendo sus intereses en la región, donde compiten con China y, en forma creciente, India. La Argentina tendrá este año, como miembro de la troika que orienta el G20, la oportunidad de observar esto de cerca, ya que uno de los temas elegidos por el país organizador en 2017, Alemania, es Africa.

En lo comercial, nuestro intercambio ha sido superavitario con Africa, pero decreciente. Si en 2011 exportábamos 5.528 millones de dólares, en 2015 fueron 3.631 millones, un 34% menos. Dadas las pocas importaciones, el superávit en estos años ha sido equivalente a más del 90% de lo exportado.

Al analizar las relaciones de la Argentina con este complejo continente, que comprende 54 países y más de mil millones de habitantes, dividiremos Africa en tres partes: los países del mar Mediterráneo, Sudáfrica y el resto de Africa subsahariana. Los primeros incluyen los tres países del Magreb, de habla francesa –Marruecos, Argelia y Túnez–, Egipto y Libia. La Argentina ha mantenido relaciones por décadas con estos países, impactados hace poco por la Primavera Arabe, que incluyen aspectos tecnológicos, como la instalación de un reactor nuclear experimental argentino en Argelia. A su vez, las exportaciones a esta región representan el 72% de lo exportado a Africa, y se componen de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario.

La Argentina mantiene relaciones de larga data con Sudáfrica. Comparte con este país un interés común por la seguridad del Atlántico Sur y un sólido nivel de comercio, que también es superavitario. Pero en el caso de Sudáfrica, donde va el 13% de nuestras ventas a Africa, nuestra matriz de exportaciones ha sido diferente a la del resto del continente. Así, en 2015, un 57% de las exportaciones fueron de manufacturas de origen agropecuario, mientras que un cuarto de las exportaciones fueron manufacturas de origen industrial. Desde el punto de vista deportivo-cultural, nuestro país comparte la pasión por el rugby, de gran peso como elemento de convivencia racial en Sudáfrica.

Por último, Africa subsahariana representa un collage de antiguas colonias francesas, británicas, alemanas e italianas, que enfrentan desafíos similares pero con resultados dispares. Así, en algunos países la estabilidad política se va transformando en crecimiento económico, mientras que en otros se perciben serios enfrentamientos políticos, raciales y religiosos. En esta zona se encuentran los diez países africanos con mayor crecimiento económico en 2015: Costa de Marfil (8,5%), Tanzania (6,9%), Senegal (6,6%), Djibouti (6,5%), Ruanda (6,3%), Kenia (6,0%), Mozambique (6,0%), República Centroafricana (5,7%), Sierra Leona (5,3%) y Uganda (5,3%). En lo comercial, Nigeria, Angola y Mozambique se destacan como destinos de exportación, en una región que representa sólo el 15% de nuestras ventas a Africa, y que importa manufacturas de origen agropecuario y productos primarios.

Un modo de relacionarse con Africa a emular, en parte, es el de Brasil. Nuestros primos continentales, de familia ibérica pero de distinta madre y de lengua diferente: el portugués. Esto les fue útil para vincularse con países como Angola, Mozambique y Santo Tomé y Príncipe, hoy integrantes de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa. El diplomático Gibson Barbosa tuvo el mérito de iniciar, en los años 70, una política con respecto a Africa. Nacido en el estado de Pernambuco, sentía que Africa formaba parte de Brasil, y que ambas enfrentaban desafíos multiculturales y multirraciales semejantes. Pero Itamaraty se esforzó también en profundizar relaciones con los países francófonos de Africa. Así, Lula da Silva visitó 23 naciones africanas.

El intercambio comercial de Brasil con Africa es importante, aunque deficitario, debido a la importación de combustibles minerales. Brasil exporta azúcar y productos de confitería, carnes, cereales y vehículos y partes de automotores.También sus exportaciones a Africa se redujeron: de 12.200 millones de dólares en 2011 a 8.340 millones en 2015, o sea, un 32%. También ha sentido la baja de precios de sus commodities, el impacto de la Primavera Arabe en el Mediterráneo y falta de foco de parte de su Cancillería.

En este contexto, es necesario un nuevo enfoque con respecto a Africa, que incluya relaciones estrechas con los países de rápido crecimiento en la región subsahariana, y la revitalización de los lazos con el Magreb y Egipto. Esto puede implicar un aumento de embajadas en ese continente, donde Brasil mantiene más de treinta, mientras que la Argentina posee once. A su vez, la Argentina debería integrarse a la Organización Internacional de la Francofonía, para interactuar con mandatarios africanos de habla francesa en sus reuniones anuales. Se deben incentivar, además, intercambios a nivel gubernamental y privado, para potenciar este promisorio relacionamiento.


*Autor de Buscando consensos al fin del mundo: hacia una política exterior argentina con consensos (2015-2027), publicado por el CARI, con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer.