E n momentos en que la pobreza se ha transformado en un escándalo para un país potencialmente rico como el nuestro, la Acción Católica Argentina y distintas organizaciones religiosas y civiles aunamos esfuerzos e impulsamos a nuestros miembros, a ser trabajadores por el bien común y la dignidad de las personas. Queremos multiplicar este compromiso en toda la sociedad para que no haya excluidos en la mesa de la Vida. Por eso, la Acción Católica propone ese acento en nuestra Campaña 2009: “Vida digna, tarea de todos”, y lo remarcó en la Asamblea Federal de la Institución que acabamos de concluir en Lomas de Zamora, bajo el lema “¡En Jesús, vida digna y plena para todos!”.
¿Qué nos mueve? Una realidad que nos golpea a diario donde tantos hermanos padecen pobreza, inequidad, descartados del sistema pues no tienen trabajo, ni acceso a la vivienda, a la educación, la salud…
Pero no queremos caer en la pelea absurda de los porcentajes que se manejan de una situación que se intenta parcializar, disimular o esconder. ¡Vemos, también, lo que viven cada una de nuestras comunidades de Acción Católica en más de 900 parroquias del país!
Este es nuestro compromiso, desafío y tarea que profundizamos con la Campaña y en la Asamblea Federal del fin de semana pasado (reunión de miembros de todo el país, que se efectúa cada tres años).
Allí se explicitaron los gestos misioneros que las comunidades desarrollaron y aquellos a los que se comprometerán para el futuro inmediato. ¡Fueron tres jornadas de un grito por la vida digna! ¡Tres días en que renovamos nuestro compromiso ineludible!
Como se ve, una vez más elegimos la vida para una Campaña, que es un instrumento que procura profundizar o insistir en un problema social, en un momento concreto. Y procuramos presentar esta campaña de un modo positivo, con el objetivo de aportar al bien común.
No es nada fácil y lo sabemos, pero estamos convencidos.
En el 2007 la Campaña fue: “Votá, tu voto vale”, frente al desencanto o cierto desinterés popular por asumir los deberes cívicos. A ella siguió: “Es mejor en familia” para el tiempo navideño. El año pasado planteamos: “La droga y el alcohol te matan. Elegí la vida”.
Y en ese proceso, junto a instituciones con las que teníamos y mantenemos excelentes relaciones, avanzamos compartiendo objetivos claros.
Un paso más en la que cada uno adhiere a la propuesta, según su carisma. Un encuentro más estrecho que algunos calificaron como utopía, de algún modo alcanzada, siempre a completar.
Que ello sea como un signo anhelado del clima social que deseamos vivamente para toda la Nación, un horizonte para el Bicentenario.
Esas instituciones son, entre otras, AMIA, Cáritas, Red Solidaria, Conciencia, ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas), CONSUDEC, editoriales San Pablo y Ágape, Correo Argentino, Pontificia Universidad Católica, Asociación Cristiana de Jóvenes, el Departamento Pastoral de Laicos del Episcopado (DEPLAI) y la Mesa Argentina de Organizaciones de Mujeres.
Como se advierte, este año pretendimos abarcar no sólo una de las problemáticas de la realidad sino la realidad misma.
Pero sólo entre todos podremos lograrlo. ¡Entre todos y para todos! Porque así como tenemos el derecho a una vida digna y plena, está también el deber de contribuir a ella.
La Acción Católica quiere testimoniar que la vida es un regalo de Dios, que recibimos con alegría y queremos compartir con los demás.
Como decían los obispos latinoamericanos reunidos en la Conferencia de Aparecida (Brasil, 2007), intentaremos hacerlo dando testimonio de proximidad que entraña cercanía afectuosa, escucha, solidaridad, compasión, diálogo, reconciliación, compromiso con la justicia social y capacidad de compartir como Jesús lo hizo.
*Arquitecto, dirigente nacional de la Acción Católica Argentina.