El Complejo Teatral de Buenos Aires ya ha puesto en línea la penúltima aventura de Vivi Tellas (hay que ser precavidos porque mientras uno escribe estas magras líneas es probable que Vivi ya esté dando formas a un nuevo sueño).
Esta vez se trata de Muy Bodas de sangre. Un biodrama trágico, una experiencia realizada a partir de la imposibilidad. Habiendo recibido la encomienda de imaginar una puesta para ese peso pesado, Bodas de sangre de Federico García Lorca (Vivi había ensayado una primera titubeante aproximación a su universo con la puesta de La casa de Bernarda Alba), Tellas, el elenco y el equipo de trabajo se encontraron de pronto en situación de aislamiento: había que imaginar cómo seguir.
La opción más fácil hubiera sido seguir como si nada, y volcar la dramaturgia y la coreografía en una película lorquiana (ha habido tantas...).
Pero Vivi es enemiga de la facilidad (no de la gracia, que tal vez ella lleve en si desde la cuna) y, asociada con Agustina Comedi, produjo tres registros videográficos en los que el elenco va mezclando sus propias tragedias amorosas con algunas líneas del texto lorquiano en unos monólogos de rara intensidad, especialmente porque a priori uno diría que la intensidad de Federico es bastante difícil de alcanzar. Pero para desmentir el prejuicio, sugiero dejarse llevar por el monólogo que pronuncia Rita Pauls, de una belleza y una emoción que en estos tibios tiempos distanciados nos arrastran a ese pozo en el que las niñas de Lorca se están ahogando.