Mientras los medios amplifican otro raid judicial contra dirigentes kirchneristas y muy especialmente sobre la ex presidenta como parte de la reiterada y grosera estrategia de campaña oficialista, la provincia de Buenos Aires está a días de dar un vuelco singular al panorama político electoral.
En el cuadro que acompaña esta columna ven el resultado de la indagación de intención de voto en territorio bonaerense, encuesta realizada por la consultora Dicen durante los días 18/07/2017 y 20/07/2017.
Sumarán para la alquimia los votos obtenidos en los 24 distritos, escindiendo el resultado de los PJ provinciales y de Unidad Ciudadana, en especial la bonaerense, intentando minimizar su implicancia nacional para quitarle relevancia.
En fin, estimados lectores de PERFIL, Cristina domina el panorama electoral bonaerense de manera plena, y la lectura del resultado de las PASO en los medios oficialistas habrá de ocultarlo. Será entonces otro chascarrillo oficialista y sé bien que ustedes esta vez ya no se dejarán engañar. ¡Les tengo fe!
La recolección de datos se realizó telefónicamente con tecnología IVR (respuesta de voz interactiva), utilizando preguntas pregrabadas que los entrevistados responden por medio del teclado.
La selección de hogares se realizó a partir de una muestra aleatoria de teléfonos fijos. Posteriormente, los resultados fueron ajustados por parámetros censales de municipio, sexo, edad, nivel educativo y, alternativamente, voto en el ballottage de 2015.
La cantidad de casos efectivos fue 1.189. El margen de error estimado (para p = 0,5 y bajo un nivel de confianza de 95,5%) no supera +/- 2,9%.
Como se observa, el dominio electoral de Cristina Kirchner es contundente y supera el 40% proyectando indecisos, al tiempo que todo el panoficialismo neoliberal reunido en torno a sus tres candidatos (Bullrich, Massa y Randazzo) apenas podrían superarla por 3 puntos.
No hay sorpresa en ello, la potencia electoral de Cristina se mostró recurrentemente desde el año 2005, cuando venció en territorio bonaerense por 20 puntos a Hilda Duhalde, entonces figura poderosa del PJ provincial, y ya no se detuvo jamás, triunfando Cristina Kirchner en todas y cada una de las elecciones en territorio bonaerense que la tuvieron como candidata del viejo FpV.
Todos saben esto, y principalmente lo advierte el gobierno neoliberal que, atemorizado, se prepara para recibir una dura derrota en el principal distrito del país, el que marca históricamente la tendencia nacional y el que más daño sufre por las políticas de ajuste salvaje que lleva adelante el presidente Macri, que ha puesto al conurbano bonaerense, el mayor aglomerado nacional, donde residen más de 9 millones de ciudadanos, como la región de mayor desempleo nacional, que ya supera hoy el 12%.
Adicionalmente, según se lee en el monitor de clima social metropolitano realizado por UNAJ, la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo y la Universidad Nacional de Hurlingham, el 43% de los entrevistados afirmaron haber disminuido la porción de comida por problemas económicos, en tanto que el 22% dijo haber tenido hambre alguna vez en el último año debido a que sus ingresos son insuficientes para comprar alimentos. Esta cifra se eleva al 30% en el segundo cordón del conurbano sur.
Para lograr eludir el impacto de la derrota bonaerense ensayan ya, en combinación con los medios oficialistas (casi todos), una módica lectura de los resultados electorales del domingo 13 de agosto, que poblará las tapas de diarios y revistas, y se propalará por radios, redes y tele el lunes 14 de agosto: “Cambiemos gana a nivel nacional”.
Maniobra módica barrer bajo la alfombra el resultado del distrito que aporta el 38% de los electores nacional, gambeta triste que durará lo que dura el consuelo de aquel que se arroja de un piso 20 y al pasar por el 10 advierte sonriente: “Todavía vamos bien”.
*Director de Consultora Equis.