A fines de 2015 el tipo de cambio oficial ($ 9,80) contra el dólar terminaría en términos reales 6% más apreciado que a la salida de la convertibilidad. Paralelamente, el tipo de cambio bilateral real contra Brasil se apreciaría 51% entre comienzos de 2011 y fines de 2015, encareciéndonos 50% con respecto a nuestro principal socio. Si a esta apreciación se le suman los efectos negativos sobre la competitividad (y nivel de actividad) que tienen los actuales niveles de emisión, gasto público, presión tributaria y tasa de interés que Argentina enfrenta en el mercado internacional, las expectativas de devaluación tarde o temprano aflorarán.
Sin embargo, la apuesta del Gobierno es mantener las expectativas de devaluación “dormidas” hasta el fin de mandato y trasladar el problema (acrecentado) para la próxima administración. Aunque, las últimas semanas mostraron mayor volatilidad en los mercados cambiarios. El dólar blue se elevó 92 centavos hasta los $ 13,53 y la brecha subió hasta 49%.
La pregunta clave es: ¿hasta dónde llegará el blue y la brecha? Durante el presente proceso electoral habrá dos fuerzas contrapuestas que actuarán sobre el dólar paralelo, una presionando a la suba y otra a la baja. Por un lado, las elecciones contribuirán a la dolarización de portafolios y por ende, a la suba. Las elecciones 2011 (presidenciales) y 2013 (legislativas) dan cuenta de este fenómeno. Siempre, el dólar oficial se deprecia en los períodos previos a una elección, pero se deprecia aún más fuerte y rápido luego de la elección. A su vez, la cotización paralela sube más rápido que la oficial y la brecha tiende a aumentar antes de la votación. Después de la elección el comportamiento es menos claro. Hay veces que el dólar paralelo aumenta más que el oficial y la brecha se incrementa (2011), pero hay veces que se da el comportamiento inverso (2013). En la medida que el cepo se endurece y el dólar cobertura crece, es decir el BCRA emite pesos y pierde reservas, la brecha tiende a aumentar.
Por el otro está el Gobierno, que por todos los medios intentará que el dólar blue y la brecha no se disparen; y utilizará todos los (usuales) instrumentos a su disposición para evitarlo. El tiempo está de su lado. Sólo tiene que “aguantar” cinco meses más. O sea, hay que esperar más cepo, más trabas a las importaciones, más maquillaje de reservas y más endeudamiento. Probablemente, haya una vuelta atrás y se vuelva a acelerar la venta de dólar ahorro; siempre y cuando se puedan maquillar las reservas y/o se acceda a deuda.
Igualmente, el “camino” hacia diciembre no es una tendencia lineal, sino que será volátil y con “subas y bajas”.No obstante, más allá de todas las medidas que el Gobierno aplique, la tendencia del dólar blue y su brecha será alcista, porque dependerá de los fundamentos macroeconómicos, es decir de la políticas fiscal y monetaria.
Y el Gobierno está haciendo exactamente lo opuesto a lo que se necesita para mantener el dólar blue contenido y la brecha estable en torno al 38%/40%. El déficit fiscal pasará de 4,8% (2014) a 6,9% (2015) del PBI. El señoreaje del BCRA para financiar al Tesoro aumentará 48%, pasando de $ 148.700 MM (2014) a $ 220.000 MM (2015). En el mejor de los escenarios, las reservas genuinas y totales caerían en torno a US$ 17.600 MM y US$ 28.433 MM; respectivamente. Además, el endeudamiento del BCRA tendiente a maquillar reservas treparía a US$ 10.800 MM (swap China; Bonos canje 2005 y 2010 que no se pagan y deuda con BIS y Banco de Francia), vis a vis con un incremento del stock de Bonac (hasta $ 60 mil MM) del Tesoro y Lebacs del BCRA.
En este escenario, sería probable que la brecha cambiaria fluctuara en torno a valores de entre el 46% y 60% (en mayo de 2013 llegó a 100% y en septiembre de 2014 a 87%), con lo cual si hacia diciembre de 2015 el dólar oficial se ubicara en torno a $ 9,80, el dólar blue podría cotizar en torno a $ 14,3 y $ 15,8. Si todo sube en nuestra economía, ¿por qué no habría de hacerlo el dólar paralelo también?
*Economista Jefe E&R.