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ELECCIONES 2017

Terrome, terrome, tesín, tesán

El Gobierno y los potenciales candidatos empiezan a mover sus fichas. Más gente va a la Plaza por manzanas que por los K.

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PAN Y QUESO | Pablo Temes
En una época, los golpistas autoritarios eran los únicos que llamaban a la resistencia cuando ejercía el poder un gobierno democrático. Ahora tenemos a los kirchneristas. La escuálida plaza de la resistencia hace una semana, vacía de multitudes y llena de piantavotos y procesados, deja al Frente para la Victoria a la intemperie de su propia decadencia. Pocos días antes, los productores frutihortícolas habían protestado en el mismo lugar regalando manzanas, lo que generó una fila multitudinaria. Los medios de comunicación hicieron una amplia cobertura, que se replicó en las redes sociales. Lo relacionaban con el contexto recesivo de la economía actual. Un inesperado dolor de cabeza mediático para el Gobierno, que está intentando enderezar el barco en un contexto lleno de palos en la rueda y fallos de la Corte adversos. En tiempos en que el kirchnerismo demostraba mayor capacidad de movilización y control de la calle, la protesta frutihortícola hubiera durado unos pocos segundos. Ahora, cualquier ofuscado se hace el gallito.

Hace unos años, escuché de un dirigente peronista del interior lo siguiente: “Nosotros somos peronistas. Pe-ro-nis-tas. Hacemos, hacemos y hacemos. Después vamos a declarar...”. Llegó el momento de que varios integrantes de esa plaza de la resistencia tengan que ir a desfilar por Tribunales: Máximo Kirchner, Hebe de Bonafini, Martín Sabbatella, Agustín Rossi, Luis D’Elía, etc. Es increíble la labilidad del poder. Hace no tanto tiempo el kirchnerismo rebalsaba las plazas a fuerza de aparato bonaerense y dádivas con palcos llenos de dirigentes. Ni un solo gobernador se asomó por la Plaza de Mayo el fin de semana pasado. El intendente de Lomas de Zamora tuiteó una frase que es el signo de los tiempos, el ejemplo de desapego al Frente para la Victoria: “No vamos a ser la pata peronista de un gobierno que ajusta. Tampoco vamos a permitir que conviertan al peronismo en una minoría violenta ni en un club de fans”. Insaurralde, junto a otros intendentes del Conurbano como Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Juan Zabaleta (Hurlingham), Gustavo Menéndez (Merlo), Ariel Sujarchuk (Escobar), Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa) y Eduardo Bucca (Bolívar), intenta renovar el peronismo mojándoles la oreja a dinosaurios como el presidente del partido, José Luis Gioja. El jueves se reunieron en la casa del Chaco con los gobernadores Domingo Peppo (el anfitrión), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Casas (La Rioja), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Carlos Verna (La Pampa), Juan Manzur (Tucumán), Hugo Passalacqua (Misiones) y Lucía Corpacci (Catamarca) para demostrar el poder territorial de la nueva generación de dirigentes peronistas.

Cuándo se reunificará el peronismo es una pregunta pertinente para los ámbitos de la ciencia política. Creo que hay que preguntarse si hay margen de maniobra para la reunificación. La clave está en la provincia de Buenos Aires, por eso la iniciativa de los intendentes jóvenes del Conurbano a favor de la renovación rápida. A pesar de que el gobierno nacional está viviendo los avatares del sinceramiento de la economía con su consecuente baja en las encuestas de opinión, María Eugenia Vidal conserva una imagen positiva cercana al 60%, que supera las de Massa y Macri. El Gobierno planifica una victoria a través de la figura de Elisa Carrió y coquetea con Margarita Stolbizer, quien logró posicionarse como la figura anticorrupción y no peronista desde la oposición. Ahora bien, en la Cámara baja Stolbizer juega en tándem con Massa, que anda necesitado figuras no peronistas en su elenco de dirigentes del Frente Renovador. Massa la considera su gran apuesta para el año que viene. Pero cómo considerará el electorado semejante mezcolanza si deciden ir juntos. El reconocido politólogo Andrés Malamud fue muy sarcástico con esta pareja política: el miércoles tuiteó “Massa se juntó con Margarita? Qué buena idea, dicen De Narváez y Ricardo Alfonsín”.

Recordemos que el GEN de Margarita aportó al Gobierno cuadros importantes como Gerardo Milman en Seguridad Interior. Por lo tanto, está a las claras más cerca de las medidas antinarcotráfico y de transparencia que intenta imprimir el gobierno de Macri aunque tenga que configurar un rol de opositora racional.

Cada día que pasa se hace más dificultoso que Cristina Fernández de Kirchner sea candidata en la provincia de Buenos Aires. No por su popularidad –ella mantiene un núcleo duro de alrededor del 25% de votos a su favor– sino por su situación procesal, que parece llegar a un punto de inflexión, en el que algún juez va a tener que pronunciarse a través de una sentencia. En tal sentido, el Gobierno ve como una muy buena señal la participación de Florencio Randazzo en las parlamentarias del año que viene, porque sería una cuña ante el avance del massismo en la principal circunscripción del país.

Macri intenta tentar a los intendentes de Córdoba y Santa Fe, Ramón Mestre y José Manuel Corral, ambos radicales, de dejar sus cargos de alcaldes para arrastrar votos desde dos zonas urbanas importantes del país. Esta invitación tiene cierta resistencia dentro del radicalismo. Temen que, si dicen que no, Macri implante candidatos propios con alto conocimiento popular, lo que les haría perder la oportunidad de escalar casilleros a nivel nacional. Si dicen que sí, el temor es quedar licuados en una Cámara de Diputados de 257 miembros y así perder notoriedad.

Terrome, terrome, tesín, tesán. ¡Terrome, terrome, tepum, bajá! El juego para 2017 recién empieza. Hay que ver quiénes quedan en la ronda de candidatos y cuáles serán dados de baja ante los avatares de la política argentina. Un paso en falso, o el azar, puede dejarlos afuera.

* Politólogo (Twitter: @martinkunik).