¿Quién dijo que se lee menos? ¿Las cifras de venta de los libros? ¿El insaciable logaritmo estipulador? ¿Las imágenes que se regodean en su reino, creyendo que una de ellas vale más que mil palabras? Y sin embargo… cada vez parece hablarse más de uno u otro libro, como si existiese un intercambio no registrado, un murmullo necesario de páginas inolvidables, las ansias de un encuentro firme, o firmado, la búsqueda de historias que le den letra a la realidad. No necesariamente nuevos autores; también hay reediciones de textos inhallables que siempre se las ingenian para retornar, y que conviven con best-sellers, o libros de poesía. Otra novedad que parece ínfima, y sin embargo va transformando el mundo: el nuevo auge de la poesía.
Los influencers que recomiendan libros tienen cientos de miles de seguidores, hay nuevas carreras de escritura creativa, talleres de lectura donde se vuelve a leer a Dante, al Quijote, autores del siglo XX, tan determinantes del XXI, o autores del XXI, que atisban la sensibilidad de nuestra época. Este caudal sigiloso pero abundante también se refleja en la cantidad de eventos que últimamente, abiertas las puertas de nuestro presente pospandémico, se realizan en todo el país. Como si durante la cuarentena, a puertas cerradas, cada uno en su casa reconvirtiendo su vida, los libros se hubieran hecho cargo de amenizar soledades, repartiendo frases, párrafos, historias, que habilitan la humanidad en cualquier circunstancia. En los últimos meses, no cesan los eventos literarios. Recientemente, el Filba produjo gran convocatoria, con debates ricos y diversos, donde la ciencia ficción volvía a convertirse en la ficción de la ciencia; El CCK lleno de gente descubriendo la obra de Libertad Demitrópulos, la Fiebre del Libro, en la plaza del lector de la Biblioteca Nacional. Todos los fines de semana hay alguna buena excusa para encontrase y compartir historias. Ferias del Libro en casi todas las provincias. Ahora mismo conviven la de Río Cuarto, en Córdoba, la Feria Iberoamericana del Chaco, la de Venado Tuerto, en Santa Fe, La Noche de las Librerías porteña, con amplia convocatoria a la juventud lectora, la Feria del Libro de la Municipalidad de San Martín, entre otras. Y se vienen más: la semana próxima, el Centro Cultural Borges festeja los cien años de Antonio de Benedetto; la siguiente, y por primera vez, se realizará la FLU (Feria de Libros Usados) en los bosques de Palermo… ¿Qué significa esta vuelta a los libros? Annie Ernaux, con el Nobel en las manos, dijo que encontró la verdad en la literatura. Algo parece revelarse cuando se lee.