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Violencia y democracia

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Libro. De Waal afirma que compartimos la solidaridad con otros mamíferos. | Cedoc Perfil
Los homo sapiens sapiens somos muy agresivos. Llegamos a Europa hace unos 50 mil años y exterminamos a los neardenthales, en Asia hicimos lo mismo con los demisovos y así con las demás especies humanas. Somos seres básicamente agresivos, pero al mismo tiempo tenemos normas. El estudio de Frans de Waal El Bonobo y los diez mandamientos demuestra que, como ocurre con otros animales, particularmente con el bonobo, tenemos genéticamente instalados los diez mandamientos. Muchas de nuestras actitudes de solidaridad con los más débiles son instintivas y las compartimos incluso con mamíferos que no son primates. Las historias de niños criados por lobos son reales. El caso más estudiado fue el de los niños de Madrás, pero se han dado muchos otros y probablemente existió la loba que amamantó a Rómulo y Remo. Al mismo tiempo que esa ética armoniza la vida en interna de las manadas de primates, existe también la violencia dirigida a grupos rivales, que es la base de la xenofobia y el racismo.

Más allá de esos componentes naturales y contradictorios, la violencia viene decreciendo sostenidamente en nuestra especie y particularmente en Occidente. El libro de Steven Pinker The Better Angels of Our Nature: Why Violence Has Declined demuestra cómo bajó la violencia en la medida en que el ser humano controla su faceta salvaje y depredadora y se fortalecen lo que Pinker llama  “los mejores ángeles” de su naturaleza.

En cada etapa de la civilización superamos capas de violencia que son cada vez menos brutales. Cuando pasamos a ser sedentarios superamos la etapa de cazadores y saqueadores y nos dedicamos a producir. Habría que pensar hasta qué punto la presencia de grupos delincuenciales violentos de los suburbios de las ciudades se pueden comprender desde la lógica de nuestros antepasados nómades. Pinker sostiene que la humanidad vive en la primera década del siglo XXI, su momento de menor violencia, al que llama la “Nueva Paz”.

La lucha por el poder dejó también de ser violenta. En la sociedad democrática los conflictos se resuelven promoviendo y canalizando el conflicto social, permitiendo que todos los que quieran, discutan sobre lo que quieran, cuando quieran, sin que nadie les persiga. En toda sociedad compleja existen grupos con intereses y visiones del mundo contrapuestas que quieren tomar el poder. Antiguamente la mayoría de grupos fantaseaban conque sus ideas eran perfectas, que los seres humanos se dividían en buenos y malos, y que había que destruir a los adversarios. Suponían también que su líder o su grupo eran portadores de una verdad absoluta y que tenían derecho a permanecer en el poder para siempre. Con la evolución de la ciencia se comprendió que esos mitos no tenían sentido, que para vivir mejor es necesario respetar el pluralismo en todos los campos.

La democracia enfrenta el desafío de garantizar a todas las personas su libertad para debatir, organizarse, buscar el poder, con la sola condición de que no traten de instaurar una sociedad excluyente. El conflicto es legítimo, no cabe una sociedad uniforme, pero al mismo tiempo es necesario impulsar la negociación, el diálogo, buscar acuerdos que garanticen la gobernabilidad y la alternabilidad, para que distintos grupos puedan alternarse en el poder según evolucione la correlación de fuerzas.

El conflicto en la sociedad contemporánea no debe analizarse con categorías maniqueas, como el enfrentamiento del mal con el bien, del proletariado con el capitalismo, de los creyentes con los herejes. Vivimos una sociedad rica, compleja, en la que la felicidad tiene miles de caras y el conflicto miles de expresiones válidas. Las revoluciones y las transformaciones en todos los órdenes, no sólo en el político, seguirán existiendo, serán cada vez más profundas. Necesitamos nuevas teorías y actitudes más sofisticadas de las que fueron fruto de la revolución industrial para canalizar un futuro que proyectará nuestra libertad hasta el infinito con el progreso de la ciencia.

*Profesor de la GWU. Miembro del Club Político Argentino.