COLUMNISTAS
majestades

Yo quiero ser reina

default
default | Cedoc

Pocas abejas veo ahora en el jardín. Es que ya habrán almacenado lo que necesitan para el invierno, polen y jugos y jalea real (yo la jalea real la compro en la dietética del barrio, que es más práctico), sobre todo la jalea real para que no le falte nada a la reina. Flor de viva, la reina de las abejas: todo el mundo la atiende y la sirve y le da de comer mientras el resto del panal o la colmena o el consorcio tiene que sudar la gota gorda para alimentarse. Y bueno, para eso es reina, qué tanto. Las demás no son, así que son descartables, y los zánganos no digamos: de vez en cuando les tiran con una limosna o les dan un lugarcito infame para dormir y que se conformen, mientras la reina tiene un departamento lujoso y se da los gustos a costa de las demás. Seguro que le sirven la jalea real sobre mantel de hilo bordado en realce y fil tiré, me muero de envidia. Las otras comen a las apuradas el polen crudo en platos de plástico y nada de mantel, qué se creen, y después van a laburar para que la reina pueda lucir elegante y sonriente cuando sale a pasear. ¡¿Cómo?! ¿Que no sale a pasear? No me jodas, no puede ser, si ella es reina y por lo tanto puede hacer lo que se le dé la gana, y si se le da la gana de ir pasear, pues se va a pasear, y si se le da la gana de cortarle la cabeza a alguien, zángano u obrera, le corta la cabeza, ¿quién se lo va a impedir, eh? Y si se le da la gana de suprimir todo un piso de la colmena, ¿por qué no lo va a hacer, si ese piso le molesta porque no puede ver el paisaje del río desde el trono, eh? ¿Acaso alguien le va a decir ‘no, majestá, vea, usté no puede hacer eso’? No, claro que no, nadie jamás le va a impedir hacer lo que ella quiera, faltaba más. Para eso es reina, che, para hacer un gesto con el alita derecha o con la patita izquierda y levantar la cabecita rubia que luce corona de diamantes y disponer de vidas y fortunas y suertes de quienes se le opongan. Me encanta. Quién pudiera ser reina. Pero no hay caso. Me consuelo pensando que algún inconveniente debe haber en eso de ser reina. Tengo que volver a leer a Maurice Maeterlinck.