A puro número, Dietrich "blindó" la gestión de Macri en Córdoba

El ministro de Transporte Guillermo Dietrich volvió esta semana a Córdoba en un raid que lo encontró junto a militantes de Cambiemos, repasando obras viales, recorriendo el aeropuerto y almorzando con empresarios afines al proyecto oficialista. Córdoba ofrece una enorme permeabilidad al discurso y las propuestas del presidente Macri y sus ministros. Los funcionarios nacionales se mueven con comodidad en el territorio que les allanó el camino en 2015 y con más soltura en los circuitos del establishment como son las cámaras empresariales. Dietrich ya había estado en abril en Córdoba junto a directivos de la Cámara de Comercio Exterior, en junio en la Bolsa de Comercio y esta semana se sumó a los almuerzos de Coyuntura de la Fundación Mediterránea.

Cómodo. En la comodidad de esos círculos, Dietrich no habló sobre las deudas que la Nación mantiene con la Provincia –en el orden de los $8.000 millones, principalmente por infraestructura vial-, mostró como propias obras que ejecutó el binomio local De la Sota –Schiaretti, como la autovía de la ruta 36, afirmó que terminarán la autopista a San Francisco pese a que hay dos tramos muy atrasados y consideró que no es necesario relicitar los PPP pese a los indisimulables cambios en el costo del financiamiento.

Al hueso. A la hora de defender la gestión, atacar la corrupción que atribuyó al gobierno kirchnerista y fustigar el rol de los gremios Dietrich no cayó en eufemismos: “En esta elección se discute resignación o esperanza. Encaramos muchas reformas estructurales que no se ven. Hoy a la hora de plantear una licitación los pliegos son gratis y se bajan por Internet y los contratos están online, cualquiera los puede ver. Todo eso antes era oculto y tenía un precio. Vialidad estaba primera en el ranking de corrupción. Rompimos un montón de curros por todos lados”, disparó.

Recorte. Uno de los temas más astillosos a los que tiene que hacer frente Dietrich es el recorte de los subsidios nacionales para el transporte a las administraciones provinciales y municipales. En ese sentido, fue claro que no habrá más fondos nacionales para nadie. Y desmintió que haya un apoyo especial a las unidades del Amba: “La Provincia de Buenos Aires y la ciudad no ponían nada, ahora van a poner $32 mil millones, son las más perjudicadas”, afirmó. Respondía a los medios, pero lanzaba un claro mensaje al gobernador Schiaretti, al intendente Mestre y a los empresarios de la Fetap que vienen reclamando llevar el boleto del colectivo urbano a $35,77.

Mafia. En otro plano, el ministro también disparó contra los gremios aeronáuticos. En relación con los mensajes de tono sindical que se leen en los vuelos de Aerolíneas los calificó de ilegales y con un claro contenido e intencionalidad política y electoralista: “Es un comportamiento político del kirchnerismo que busca generar situaciones de desestabilidad. Buscan que los argentinos se resignen a convivir con la mafia. Y, además, hay una discusión de privilegios. Pablo Miró, titular de APA, y su cúpula sindical decidían quien trabajaba y quien no, por lo tanto, toda la gente terminaba siendo sumisa”.