En un clima tenso, de mucho nerviosismo y malestar, Belgrano jugó ante una multitud en el Gigante de Alberdi, y empató 2-2 ante Ferro, por la novena fecha de la Primera Nacional.
Con cánticos contra la comisión directiva y, por momentos, también contra los jugadores, fue una locura constante en el estado de ánimo.
Un primer tiempo que inició con intenciones ofensivas el Pirata, comandado interinamente por Julio Constantin, pero que se disolvió rápidamente. Es que a los 9 minutos el visitante abrió el marcador luego de una transición rápida y una floja respuesta defensiva, que Bodacart, de cabeza, cambió por gol para Ferro. Y el estadio explotó de bronca, y en ese marco el equipo acusó el impacto. La desprolijidad ganó la escena en el Pirata. Hasta que a los 43', el uruguayo Techera hizo gala de su pegada y de tiro libro clavó su remate al ángulo. Golazo y gestos del delantero a la tribuna. Un empate en un momento clave.
Errores conceptuales, tácticos, de concentración. Timidez a la hora de pedir la pelota. Falta de precisión. Un cúmulo de falencias mostró Belgrano en el complemento que llama a la preocupación de cara al futuro.
¡Cuantas carencias futbolísticas!
Y por eso no es sorpresa lo que pasó. Las fallas se pagan caro. A los 42' Tarasco convirtió el 2-1 para Ferro, tras otro grosero fallo defensivo.
Pero Belgrano tiene un goleador tremendo: Vegetti. Y un jugador con unos huevos enormes: Quiroga.Entonces, en medio de un final con silbidos y reiteradas canciones contra directiva celeste, Vegetti llegó al empate a la salida de un tiro de esquina ganado por el Mono Quiroga.
Un empate, nada más.