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DÓLAR A $200

Analistas anticipan rebrote inflacionario con subas mensuales del 5%

Es un escenario esperable para los primeros meses del 2022. A 10 días de las elecciones y con brecha entre dólar oficial y el blue al 100% el Central volvió a poner restricciones al dólar.

06-11-21inflacion
SE COMPLICA. Con presión sobre el tipo de cambio la inflación puede ingresar en otro nivel. | Cedoc

En la recta final hacia las elecciones legislativas del 14 de noviembre volvió a recalentarse el mercado cambiario paralelo, lo que imprime nuevas tensiones para una posible devaluación del tipo de cambio oficial y genera más presiones inflacionarias ante los esperables movimientos de pass through.

En ese contexto el gobierno aceleró esta semana con acciones para llevar el congelamiento de precios a más sectores –medicamentos, por caso- en tanto las autoridades del Banco Central confirmaron nuevas restricciones para operar con dólares. En este caso fue el turno de los bancos: “las entidades financieras tendrán que mantener hasta fin de mes la posición global en moneda extranjera en el mismo nivel del promedio mensual de saldos diarios registrado en octubre o el vigente al día de hoy, el que resulte menor, por una disposición adoptada hoy por el Directorio del Banco Central de la República Argentina”, remarcó un escueto comunicado del organismo que dirige Miguel Pesce, el jueves por la tarde.

Así, se intenta cerrar al máximo el grifo del mercado de cambios para preservas las reservas netas, cada vez más escasas. Se cree que con esta medida el Central podría conservar unos US$ 1.000 millones, el margen que tenían los bancos para tomar posiciones en dólares. En tanto, las reservas internacionales que informa el Banco Central estaban, al cierre de esta edición, por encima de los US$42.700 millones. Pero las netas son sólo una porción de ese total y representarían menos del 15%.

La medida del Central llega en la misma semana en que el dólar informal tocó su pico histórico de $200 y la brecha con la cotización oficial se ubicaba en torno al 100%. “La brecha es imposible de sostener. Hay muchos escenarios, pero el escenario base es de un aumento de la depreciación del peso. La expectativa claramente está puesta en un salto en el tipo de cambio”, opinó Juan Pablo Vera, Head de Research de Stonex, en un encuentro organizado por la firma cordobesa S&C Inversiones.

Aunque para algunos analistas –como el propio Vera- no tiene mucho sentido mirar las experiencias del pasado la mayoría de los economistas está repitiendo cada vez con mayor insistencia que estamos ante un posible revival del escenario de las legislativas del 2013, donde el oficialismo k venía manteniendo una serie de atrasos cambiarios y regulaciones que luego se atendieron por la derrota en las urnas. Aunque en la actualidad la mayoría de los indicadores están incluso peor que en 2013, cuando la brecha entre los dólares era del 35%, el Riesgo País se ubicaba en 800, la inflación anual era del 28% y las reservas netas eran más holgadas: US$ 18 mil millones contra los US$ 6.000 millones de hoy.

Inflación. La creciente tensión en el tipo de cambio no hace más que acercarnos a un escenario de salto inflacionario que podría ubicarse en un nuevo escalón mensual desde 2022. Es lo que prevén analistas como Lucas Yatche, de la firma Liebre Capital. En un encuentro para clientes e inversores del que participó PERFIL CORDOBA se puso el foco en esos escenarios y en el horizonte de corto plazo en torno a la dinámica de precios.

“Las perspectivas hacia adelante son de aceleración significativa por un tema de pass trough, lo que es el traspaso de la devaluación del oficial hacia la inflación. Ya empezamos a ver cierta aceleración en el tipo de cambio oficial hacia un ritmo del 30% en las últimas semanas versus un ritmo súper lento a lo largo del año que venía siendo del 12% y que representaba cerca del 1% mensual. El gobierno optó por medidas híper cortoplacistas para contrarrestar esto y ya podemos indicar que no son efectivas. El congelamiento puede impactar en algunos precios, pero no en un plano general”, señaló Yatche.

En la misma línea remarcó que el mercado ya está descontando hacia adelante una aceleración en la suba de precios: “en torno al 4%, 5% e incluso el 6% mensual para los primeros meses del 2022, niveles que son sumamente altos. El dólar contado con liquidación ya está en torno a los $215, lo que representa una brecha en torno al 115%”.

Obligados a acordar. Siguiendo con la tesis de análisis de lo que están viendo y esperando los mercados se remarcó que el principal “driver” a seguir es el acuerdo con el Fondo Monetario, que va a jugar un rol clave en la macroeconomía de los próximos años, no solo por el acuerdo per se y los vencimientos de deuda a renegociar, sino por el paquete de políticas que lo acompañarán para hacerlo viable. En ese marco, Yatche consideró que ya no hay más margen para patear el acuerdo: “el acuerdo no se dio en 2020 porque se priorizó el arreglo de la deuda privada. Tampoco llegó en el primer semestre de este año. El gobierno decidió patearlo porque logró un ingreso extraordinario de divisas con lo que pagó vencimientos y también contó con los DEG del Fondo. Pero estamos con un nivel de reservas netas muy bajas y fuertes vencimientos con el Fondo en el corto plazo”.

Con todo, la conjunción de necesidades, de nuestro país y del propio Fondo parece jugar como el principal estímulo para lograr un acuerdo en los próximos meses.

“No les prestaría tanta atención a las declaraciones públicas del presidente o de los funcionarios del oficialismo. La realidad es que Argentina necesita un acuerdo y el Fondo también. Y a Argentina le juega muy a su favor el hecho de que Estados Unidos no quiere líos en la región, algo que podría generarse con un país como el nuestro cayendo en default. Sí hay una complicación adicional para nosotros que es la llegada de un nuevo director del FMI para la región, (NdeR: el brasilero Ilan Goldfjan, expresidente del Banco Central de Brasil) que no tiene tan buenos vínculos con el gobierno argentino. Pero si las piezas se acomodan creo que podemos tener un acuerdo light con el Fondo”, apuntó el analista de opinión pública Carlos Fara.

Un dato de referencia destacado que se recordó en el encuentro de Liebre Capital: dentro del total de la deuda del Fondo la deuda de Argentina representa el 30%. “Ambas partes quieren llegar a un acuerdo, no hay margen de ninguno de los dos lados para no acordar. El Fondo monetario también tiene todos los incentivos para lograr un acuerdo lo antes posible. Está más que claro que un default con el Fondo generaría aún más presión en la inflación, aún más presión en la brecha. No creemos que ni el ala más radicalizada del gobierno esté interesada en defaultear esta deuda con el Fondo. Si bien se escucharon tonos más duros en las últimas semanas, creemos que tiene que ver con un cambio de tono electoral y de estrategia de cara a la negociación. Algo similar se utilizó en la negociación con la deuda privada, que finalmente se acordó. Puede haber un atraso en un pago y caer en un default temporal, pero la presión de la economía y las expectativas deterioradas harían que el gobierno se apure para lograr un acuerdo y cambiar las expectativas”, concluyó Yatche.