Perfil
CóRDOBA
MACRO COMPLICADA

Arriazu: "el paralelo a $195 del año pasado es un tipo de cambio de pánico"

El economista destaca que aunque la confianza mejoró, las expectativas futuras aún son bajas. Pide no repetir los errores de política cambiaria de 2018 y asegura: “sin acuerdo con el Fondo seremos parias”.

12-09-21ARRIAZU
RECETAS. En su presentación a ejecutivos cordobeses Arriazu señaló el posible camino para atender falencias crónicas. | Cedoc

La firma cordobesa SyC Inversiones organizó esta semana un webinar en el que se contó con la disertación del economista Ricardo Arriazu. Allí, el especialista analizó el rebote de la economía global y la recuperación del mercado doméstico norteamericano –con crecimiento en torno al 7%-para luego entrar de lleno en la mirada hacia la realidad argentina.

Uno de los primeros aspectos sobre los que se explayó Arriazu fue sobre el nivel de confianza que muestran los consumidores locales y que analiza el Instituto Di Tella. Ese indicador, que venía en descenso comenzó a recuperar terreno, aunque si se miran las expectativas futuras de los consumidores los números no son tan alentadores: “el Índice de Confianza mejora porque en parte mejoró la economía. Tenemos datos de junio, parciales de julio y algunos de agosto y yo diría que en los tres meses hubo crecimiento frente al mes anterior. El dato a tener en cuenta son las expectativas futuras, que marcan que aún con la mejora, están en niveles históricos muy bajos”, marcó Arriazu.

Vencimientos. A la hora de considerar lo que viene en el corto plazo, Arriazu también puso foco en los vencimientos que el país tiene para este año y 2022 en dólares. “Suponiendo que pagamos los vencimientos de septiembre y de diciembre de este año con la asignación de Derechos Especiales de Giro el año que viene hay que pagar US$18 mil millones. Eso es imposible, ningún país lo puede pagar. Pero ningún país paga, todos los países renuevan, el problema argentino es que nadie nos quiere renovar. Ahí aparecen los rumores de que vendría ayuda de China, de Rusia y de Irán. Creo que eso es poco probable”, señaló. Y explicó: “Lo más probable es que o nos renueva el Fondo con un paquete o no nos renueva nadie y vamos al default. Eso nos plantea dos escenarios: uno donde hay acuerdo con el Fondo y otro donde no lo hay. Si no hay acuerdo con el Fondo somos parias del mercado financiero internacional y vamos a tener crisis económica, social y política. Económicamente vamos a ser como Venezuela, vamos a poner restricciones, durar lo que se pueda, devaluaciones, aumento de brecha, y vuelta a los mismos problemas y entramos en esa mecánica”.

El otro escenario, el de un acuerdo con el FMI, se puede alcanzar teniendo en cuenta que podría implicar un acuerdo de facilidades extendidas con requisitos y exigencias de corto y largo plazo: “para el corto plazo el Fondo va a decir que las tarifas y el tipo de cambio están atrasados y que hay que ajustar la parte fiscal. Para el largo plazo va a pedir reformas estructurales como las tributarias y las laborales. Pero lo que no es tan fácil de cambiar son los precios relativos. Sobre la estrategia cambiaria, en mí opinión, para Argentina, la flotación del tipo de cambio no es el sistema ideal. Yo creo en un sistema de libertad de acceso total, con un tipo de cambio único, donde el dólar es lo más estable posible. El programa que nos pusieron en 2018 fue pésimo, no entendieron nada. Había cuasi bandas y no nos dejaban intervenir ni acumular reservas. Otra forma sería la flotación sucia, devaluar un poco por encima de la inflación, pero que siempre termina generando más inflación. Lo que está claro es que si yo quiero cambiar el tipo de cambio real lo tengo que hacer por sorpresa. La tercera alternativa es lo que se usó en los ´80, un ajuste del tipo de cambio y luego intervenciones para corregir lo fiscal y monetario. En nuestros análisis, el único que no explota es el de ajuste e intervención”.

El ajuste escondido. En relación a la gestión del déficit fiscal el titular de la consultora Arriazu Macroanalistas remarcó que en los primeros 6 meses del año hubo un ajuste fiscal grande, pero oculto que implicó alcanzar un déficit primario de 1.2 del Producto. Hacia adelante, desde su consultora estiman terminar el año con un déficit primario de menos de 3 puntos del Producto. “El Fondo va a pedir un ajuste, pero no estamos tan lejos en materia de ajuste fiscal. La composición es horrible, pero no el monto. Dicho esto, hay que entender que la esencia de lo que queda de los ajustes es si hay confianza o no. Económicamente la confianza implica que la gente acepta y demanda pesos. Yo emito para financiar al fisco y la gente demanda. La confianza es lo único que me va a generar expansión económica, mientras que la falta de confianza genera recesión”.

Receta contra la inflación. Uno de los principales problemas crónicos que mantiene el país mereció un capítulo especial en el análisis de Arriazu. El economista demostró que cada uno de los picos de aumento de la inflación que tuvo la Argentina se corresponde con un incremento en el tipo de cambio. Y afirmó que en Argentina el principal factor de aumento en el nivel de precios en el corto plazo es el tipo de cambio. “Pero no se puede fijar el tipo de cambio con déficit fiscal porque a la larga exploto por el sector externo, no tendré inflación, pero tengo problemas en el sector externo. En Argentina, la única forma de resolver la inflación es atacando los tres problemas al mismo tiempo: estabilizar el tipo de cambio nominal, dejar de emitir para lo cual no hay que tener déficit fiscal y desindexar la economía para romper la calesita de los precios relativos. Esto se intentó con la Convertibilidad, que anduvo 4 años y con el Plan Austral durante unos meses”, apuntó.

En relación al tipo de cambio fue tajante al afirmar que el valor del dólar paralelo que se registró hacia fines del año pasado, en torno a $195, fue el más alto desde el Rodrigazo. “No es un tipo de cambio de equilibrio. El tipo de cambio real oficial de fines del año pasado era el mismo que en 2008, completamente de equilibrio. El tipo de cambio paralelo que tuvimos es el tipo de cambio del pánico, en cuanto desaparece el pánico los valores vuelven a su equilibrio”.

A manera de conclusión remarcó que hay que pasadas las elecciones la gestión económica debe enfocarse en arribar a un acuerdo con el FMI: “un problema que tenemos, luego de las elecciones, es que aún con un acuerdo con el Fondo, el Fondo puede repetir los errores de 2018. Hay un escenario que es consistente. El otro problema es que todos creen que sus precios están atrasados y el tema es que no se pueden cambiar todos los precios relativos a favor al mismo tiempo. Eso hay que atenderlo y calibrarlo”.

Factores que definen el crecimiento
Sobre los elementos de la macro que determinan si la economía argentina crece o no en el corto plazo Arriazu planteó que se debe mirar: la evolución de la pandemia, la evolución de la economía mundial y los principales socios comerciales, evolución de los precios internacionales, expectativas electorales, el impulso fiscal, impulso monetaria y confianza. “El año que viene, el factor de la pandemia, que determina la movilidad, deja de jugar su papel. El factor expansivo que ese elemento aportó este año el año que viene no lo vamos a tener. Este año la economía va a crecer entre 7% y 7,5% y casi todo de ese crecimiento ya pasó. Punta contra punta el crecimiento puede llegar a ser de 1%. La única forma de que crezca la economía el año que viene es con confianza. En nuestro escenario sustentable, la tasa de crecimiento de 2022 es de 2,4%”.