Uno de los misterios que encierra el armado electoral en Córdoba para el año próximo es qué hará el intendente de Carlos Paz, Esteban Avilés. De cara a su último año al frente del municipio de Punilla y sin posibilidad de ser reelecto, el dirigente vecinalista con raíces radicales y pasado juecista, maneja una ambigüedad y una paciencia electoralista que le permitieron, por ejemplo esta semana, recibir al presidente Mauricio Macri y el gobernador Juan Schiaretti obteniendo fondos y gestos.
El miércoles le tocó encabezar la reunión que los dos mandatarios mantuvieron con los empresarios de la villa serrana, el jueves estuvo en el escenario cuando el gobernador Schiaretti lanzó la campaña de turismo para la provincia y sobre el final de la semana también posó para la foto con el dueño del despacho principal del Panal cuando éste inauguró el tercer carril de la autopista que une Córdoba con Carlos Paz.
Los memoriosos recuerdan que la sintonía entre Provincia y Municipio de distinto color político no se daba desde las épocas de José Manuel de la Sota como gobernador y el radical Carlos Felpeto en la intendencia. Sin embargo, funcionarios provinciales actuales sostienen que en este caso se dio un paso más y no todo se limitó a los gestos. Aparte, en aquel momento De la Sota residía en la villa serrana, lo que le daba un plus en la relación con el titular del Ejecutivo del municipio que a él lo tenía como vecino.
Provincia aventaja a Nación. De aceitados vínculos con el ministro de Gobierno, Carlos Massei, Avilés supo cultivar una relación fluida con la Provincia a medida que fue sufriendo fisuras con algunos dirigentes que formaron parte del espacio que lo llevó al poder en 2011.
Precisamente, ese vínculo que mantiene con la Provincia le permitió recibir más fondos de esta administración que desde Nación. Un ejemplo es lo que sucedió esta semana con las obras de cloacas.
Los fondos iban a surgir del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSa) que se encuentra bajo la órbita del ministerio del Interior conducido por Rogelio Frigerio, pero finalmente se cayeron. Ante esto, Schiaretti movió la ficha rápido y anunció que la Provincia aportará mediante un crédito internacional los 350 millones de pesos necesarios para la obra.
Como era de esperar, el anuncio tuvo la baja política del gobernador que señaló con Macri en Córdoba: “las obras hay que hacerlas porque son urgentes. Sin pensar si hay crisis o no hay crisis”.
Al día siguiente, la foto de Schiaretti con Avilés se repitió por dos: primero, en la inauguración del tercer carril de la autopista, obra que contó con la inversión de 450 millones de la Provincia; y luego, en el lanzamiento de la temporada turística.
En el distrito carlospacense sostienen que la relación la gestión provincial fue la que le permitió al intendente local transitar los últimos años asegurándose obras. “Con Macri la relación es cordial pero muchas veces se queda en la foto y los gestos”, aseguran.
El 2019 en la mira. Avilés integra el lote de intendentes que no pueden repetir mandato el año próximo. Por Carta Orgánica tiene elecciones fijadas para el 30 de junio, con lo cual estará despegada de la provincial que será el 12 de mayo y de las nacionales, sin poder inclinar la balanza para uno u otro lado.
Sin embargo, sin él encabezando la lista en la ciudad, las especulaciones que se tejen son muchas. En primer lugar, fue de los apuntados cuando el schiarettismo hizo la primera de las dos reformas al Código Electoral en abril pasado, y estableció que el candidato a gobernador que pierda podrá convertirse automáticamente en legislador provincial. Casi un traje a medida, sostuvieron muchos. Entre ellos, aquellos que lo ven en una posible fórmula con el intendente de Río Tercero, Alberto Martino, otro que no puede repetir.
Estrategia que además podría restarle votos a Cambiemos en un distrito que siempre le fue muy favorable a la coalición desde 2013.
En la alianza, sin embargo, no pierden la esperanza de sumarlo al armado, pese a la resistencia que tiene su figura en buena parte del radicalismo y el PRO. Desde donde se alimenta la estructura de la oposición local, todavía diversificada.
De hecho, por lo bajo Avilés jugó en la interna de la UCR carlospacense y triunfó el que para muchos era su candidato: Jorge Lassaga.
La otra zanahoria que tenía Cambiemos para el enigmático intendente era la candidatura como legislador departamental, casillero que sin él ya está generando muchos dolores de cabeza entre Eduardo “Cacho” Arduh y Hugo Capdevila, radicales de La Falda y Huerta Grande, respectivamente.
El panorama está abierto, las chances son varias y el futuro es incierto para todo. Menos para Avilés, claro.