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Arbitrajes en el fútbol argentino

Bajo sospecha

Equipos cordobeses figuran entre los supuestos beneficiados y perjudicados. La trama de poder e influencias en la AFA.

Atenas de Río Cuarto
Bajo protesta. El 2 de junio pasado los jugadores de Atenas de Río Cuarto evidenciaron con una sentada el favoritismo hacia Güemes. Algunas semanas después la historia se repitió en Alvarado de Mar del Plata-San Jorge de Tucumán. | CEDOC PERFIL

“Un árbitro no sólo puede decidir el resultado de un partido de fútbol, puede darlo vuelta durante su desarrollo si se lo propone y lo sabe hacer. Yo lo hice durante varios años”. (Humberto Rosales; “Los árbitros del soborno”, 2013).


Antonio Raed dejó la presidencia del Consejo Federal de la AFA aduciendo “fatiga moral”. El portazo le agregó más ruido a la definición del segundo ascenso del Federal A, que terminó con los jugadores de San Jorge de Tucumán sentados en el piso en señal de protesta y con sus colegas de Alvarado de Mar del Plata celebrando de antemano un triunfo en los escritorios. “Todo el mundo ha visto que ha sido un arbitraje amañado”, aseguró el directivo, apuntándole al referí santafesino Adrián Franklin.

“Aquel que tiene mil millones de partidos en el lomo, como el que suscribe, se da cuenta cuando un arbitraje es de buena fe o de mala fe”, agregó Raed en su primera y única declaración mediática. Después se guardó a silencio. Y acomodó las palabras en el texto de su dimisión: “Mi renuncia indeclinable se funda en razones de índole personal, que requieren de mi permanente presencia en mi lugar de residencia, San Miguel de Tucumán”.

Raed, más conocido como “Pachi”, es abogado, dirigente peronista y dueño de la embotelladora Produnoa S.A. con su hermano Guillermo, que es titular de Mitre de Santiago del Estero y tercero en la sucesión de Claudio Tapia en la AFA, detrás de Daniel Angelici y Hugo Moyano. La gaseosa Secco, producto emblema de su empresa, patrocina a 81 equipos del país. “Es político y no quiso quedar pegado a una sanción para San Jorge”, analiza el periodista Miguel Décima, del diario “La Gaceta”.


“Hace semanas nos dijeron que no nos hiciéramos ilusiones, porque los dos ascensos ya tenían nombres propios”, apunta Gastón Sáez, presidente de San Jorge. Cabe recordar que el 5 de mayo pasado Estudiantes de Río Cuarto -de la mano de su presidente Alicio Dagatti, “el Samid cordobés”- se aseguró el primer boleto a la B Nacional para clubes del interior.

A los pocos días un audio del uruguayo Juan Tejera, defensor del equipo del Imperio del Sur, sacó a la luz una supuesta ayuda arbitral para el campeón. El Consejo suspendió al jugador por seis meses.

¿Será Justicia?

Guillermo Marconi cazó el guante. El secretario general del SADRA, el sindicato de árbitros del interior, amplió días atrás una denuncia que reposaba en Tribunales.

“Cuando uno observa que entre dos o tres árbitros dirigen la mitad de los partidos de un equipo, empieza a tener claro qué pasa. Yo no tengo dudas de que la AFA manipula los arbitrajes pero quiero que lo investigue la Justicia”, destaca.

“Hay responsables directos. Pablo Toviggino y Gustavo Bassi (respectivos presidente y delegado arbitral) son los que hacen las designaciones en el Consejo Federal y los mismo pasa con Tapia y Federico Beligoy (director de la Escuela de Árbitros) en la Superliga y la B Nacional. Ellos son parte del problema”, añade.

Marconi cuenta que decidió denunciar el caso tras leer una nota del periodista Ernesto Cherquis Bialo en Infobae.

Es un escándalo

“Los hechos demuestran que los árbitros han sido manipulados”, asegura Cherquis Bialo. “Hay cuatro o cinco referís que siempre dirigen a los mismos equipos, que son los equipos del poder. Todos clubes cuyos directivos están en la mesa chica de la AFA. Toviggino y Raed son de Santiago del Estero y fíjese de dónde son los que ascendieron”, agrega. 

“Los ingleses dicen: una vez es casualidad, dos veces es coincidencia y tres veces ya es a propósito… Aquí hay una digitación directa. Una direccionalidad intencionada demostrada por los resultados. Se trata de un escándalo sin precedentes. ¿No vio la foto de Tapia con la camiseta de Alvarado?”, enfatiza el comunicador.

“Esto es peor que en la época de Grondona. Don Julio sabía que el sistema era sostenible en tanto y en cuanto lo que pasaba en la cancha fuera respetado. Alguien podía pedirle que lo dirigiera tal árbitro pero eso no le aseguraba ganar el partido. Hoy es diferente”, afirma.

“Hace ocho años Belgrano mandó a River a la B Nacional; eso nunca hubiera sucedido con Tapia”, subraya Cherquis Bialo. 

“Alguien debe ocuparse del asunto porque el deporte es cuestión de Estado, más allá de que al fútbol se lo ha manejado de acuerdo al modelo neoliberal de este gobierno: creando una Superliga injustificable, imponiendo una TV privatista y administrando la inviabilidad de los clubes para tratar de convertirlos en sociedades anónimas”, concluye el exvocero afista.

Auge y caída en el Imperio

La “sentada” de San Jorge no fue la única en la temporada que pasó. En la definición ante Güemes de Santiago, por el Torneo Regional Amateur, Atenas de Río Cuarto hizo una protesta similar contra el árbitro catamarqueño Guido Medina, al que cuestionó desde su designación con la amenaza de no presentarse a jugar. Después Güemes concretó un polémico ascenso ante Achirense de Entre Ríos. “Los robos son descarados, antes eran más prolijos”, comentó Ricardo Carnielli, DT del Albo.

Norberto Ferrero, el titular de la Liga Regional de Río Cuarto, da crédito a los dichos que hablan de hijos y entenados en el fútbol del interior, y que toca de cerca a equipos de su ciudad: “Los hechos marcan eso. Algo raro hay”. Y argumenta: “Aunque Toviggino diga que nadie denunció, está a la vista que las cosas sucedieron. Por ahí los clubes no se animan a levantar la voz por miedo a represalias”.

Ferrero es un crítico del Consejo Federa l: “No estoy de acuerdo con lo que hacen y no les creo nada. Tienen una forma bastante dictatorial de manejarse y un colegio de árbitros muy desacreditado. Mientras tengan ahí a Bassi todo seguirá bajo sospecha”.

“Hay árbitros que son considerados ‘de la casa’, que dirigen los partidos más importantes, y el modus operandi es siempre el mismo: muchas tarjetas amarillas, una expulsión en el primer tiempo… Alguien se tiene que hacer eco y decir ‘che, loco, algo pasa’, pero hasta ahora no han demostrado mucha voluntad. Pasa que este asunto está sistematizado desde hace tiempo. Antes de cada temporada ya se sabe de antemano quiénes tienen que ascender”, sostiene Ferrero. 


“Esto no se trata de un partido. Hay dirigentes de clubes que tienen más poder que las Ligas. Aquí el presidente de Estudiantes trajo a Bassi en su avión privado antes de un clásico con Atenas y en el medio hubo un cambio de árbitro para ese partido. Y en el caso reciente del jugador Tejera ni siquiera hubo una investigación. Lo sancionaron y cerraron el caso”, agrega.


Ferrero también cuestiona a los miembros cordobeses del Consejo: Néstor Beltrame, de la Liga Riotercerense y Emeterio Farías, de la Liga capitalina. “De Beltrame no tengo el mejor de los conceptos porque no le conozco otro trabajo fuera del fútbol. Farías, en cambio, no necesita de la AFA para vivir; aunque tampoco ha ejercido demasiada presión para que algunas cosas no sucedan”, apunta.

Santiago querido

Según el sitio oficial de la AFA, el Consejo Federal tiene bajo su jurisdicción a 220 ligas, 3.500 clubes y 900 mil jugadores. Toviggino, su presidente, fue miembro del Comité de Regularización que comandó Armando Pérez en 2016 y 2017 y también ejerce como secretario del Comité Ejecutivo que preside “Chiqui” Tapia.

En 2012, siendo directivo de Comercio Central Unidos de Santiago, intentó gerenciar a San Jorge de Tucumán en sociedad con Guillermo Raed. Tres clubes de su provincia -Mitre, Central Córdoba y Güemes- celebraron ascensos en su actual gestión.

Fue operador de la candidatura de Tapia y nexo en el acuerdo que el gobernador santiagueño Gerardo Zamora firmó con la AFA para la construcción de un estadio para 28 mil personas –en la que participa la empresa cordobesa Astori Estructuras- que tendrá un costo de 1.454 millones de pesos y que podría inaugurarse en la Copa América 2020.

De eso no se habla

El cordobés Héctor Baldassi representó al referato argentino en el Mundial 2010, integra la Comisión Arbitral de la Conmebol y es diputado nacional. Sobre una probable repercusión a nivel legislativo dijo: “No me parece que deba meterme en ese tema desde el Congreso. Es la Justicia la que tiene que investigar, y primero hay un Tribunal de Disciplina”.

 
En la Cámara Baja, Baldassi es vicepresidente 1º de la Comisión de Deportes que preside Daniel Scioli y cuyo vicepresidente 2º es Facundo Moyano, quien fue máxima autoridad de Alvarado entre 2012 y 2015 y mantiene un estrecho vínculo con ese club.