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Santos Laciar

Campeón de las cuatro décadas

“Falucho” recuerda su triunfo en la Sudáfrica del Apartheid hace 40 años, la consagración en plena Guerra de Malvinas y su amistad con Maradona.

Santos Laciar
Museo propio. Laciar y sus recuerdos. Fue tres veces Olimpia de Oro en tiempos de grandes deportistas como Sabatini, Reutemann y Maradona. | CEDOC PERFIL

Primer cordobés campeón del mundo de boxeo. Púgil argentino más joven en consagrarse a nivel internacional. Ganador de tres coronas en dos categorías diferentes y en todos los casos fuera del país. Dieciséis peleas por títulos ecuménicos, tres de ellas en Córdoba. Ningún nocaut en contra en 101 presentaciones como profesional. Único deportista del país en recibir tres Olimpia de Oro consecutivos.

El paso del tiempo hace cada vez más gigante a aquel “pequeño argentino” (como lo describió la crónica de The New York Times) que con 22 años se consagró el 28 de marzo de 1981 en Soweto, el gueto negro más grande de la Sudáfrica del Apartheid.

Santos Benigno Laciar (62) ya perdió la cuenta de la cantidad de llamados que recibió con motivo del 40º aniversario de su triunfo ante Peter Mathebula: “¿Cuarenta años de qué?, le pregunté al primer periodista que me habló por teléfono. ¡No lo podía creer! La verdad es que no lo había tenido muy en cuenta, pero los años pasan. ¡Cuatro décadas son una vida!”.

“Uno está enfocado en las cosas diarias y no le da tanta importancia al pasado, pero me doy cuenta de que, a medida que pasan los años, se valora cada vez más lo que hice en el boxeo”, destaca “Falucho”, hoy productor de seguros, profesor de boxeo, esposo de Alicia, padre de Dayana, Cindy y Dana, abuelo de Guadalupe, Liz y Mateo y futbolista aficionado. 

Sudáfrica mía

“Me llevaron para pasar el momento y se encontraron con un tipo que tenía el cuerpo y la cabeza muy bien preparados”, dice Laciar sobre su pelea ante el sudafricano que apodaban “Terror” y que 15 semanas antes se había consagrado en Los Ángeles como el primer negro campeón mundial de boxeo de su país.

“Podía ganar o perder, pero estaba entrenado para hacer el esfuerzo. Al final terminó siendo más difícil el árbitro que Mathebula”, añade en alusión al estadounidense Stanley Berges. “Capaz que él también tenía miedo, porque el lugar era bastante pesadito”, remarca.

 

Soweto 1981GOLPE EN SOWETO. En 1981 “Falucho” noqueó a Mathebula. El expúgil sudafricano falleció el año pasado.

“Nosotros paramos en Johannesburgo pero días antes de la pelea fuimos a conocer Soweto, donde nos habían anticipado un clima hostil. Llegaron a decirnos que si ganábamos no la íbamos a pasar bien y hasta podían matarnos”, cuenta. Y añade: “Estaba bravo el asunto, pero lo que más nos desesperaba era ver el maltrato de los blancos hacia la gente del lugar”.

“Al final fue todo al revés. Cuando salimos del estadio una masa de gente se acercó y nos asustamos, pero empezaron a cantar ‘Argentina, Argentina’. Quizá vieron que realmente Mathebula no tuvo posibilidades de ganar”, refiere Laciar sobre la última postal en el Orlando Stadium.

Los chicos de la Guerra

El 1º de mayo de 1982 Laciar tuvo la chance de recuperar el título mosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) que meses atrás había perdido sorpresivamente en el Luna Park. Viajó a la ciudad mejicana de Mérida, donde lo esperaba el ídolo local Juanito Herrera. “Apenas llegué a México todos los periodistas me empezaron a decir que nunca un boxeador visitante había ganado allí. `Bueno, entonces seré el primero’, contesté”.

Dicho y hecho. Fue victoria contundente y con una recordaba dedicatoria a los combatientes de la Guerra de Malvinas: “La llamaba por teléfono a mi mamá y ella me decía ‘hundimos tantos barcos’, ‘bajamos tantos aviones’, y me dolía el alma. No podía decirle que era al revés, que estaban matando a nuestros chicos. Recordar aquello me da mucha tristeza e impotencia”.

Después llegaron nueve defensas exitosas ante los mejores rivales del momento y la decisión de ir por más. La victoria antes del límite sobre el azteca Gilberto Román, el 16 de mayo de 1987 en Reims, lo consagró monarca supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Su carrera –que arrancó el 3 de diciembre de 1976 en su Huinca Renancó natal- se completó con la derrota ante el colombiano Sugar “Baby” Rojas, el intento fallido de recuperar el cetro ante Román y 15 peleas más, incluida la despedida en Catamarca (traspié ante Hugo Soto) a fines de 1990.

Los guantes ya están colgados en un museo personal. El campeón de la vida camina siempre sonriente y amable por las calles de Villa Carlos Paz.

“A Diego lo dejaron solo”

El 3 de abril se cumplieron 25 años de la exhibición de boxeo que Laciar protagonizó junto a Diego Maradona en General Paz Juniors. “Haber compartido un ring con semejante groso, uno de los deportistas más importantes de la historia, es uno de mis grandes recuerdos”, dice “Falucho”.

“Fue idea de él. Con Diego tengo… (“sí, porque para mí no se fue”, aclara tras un silencio)… una gran amistad, y mi idea era invitarlo a una cena. ‘Si no arrugás, nos ponemos los guantes’, me dijo”, comenta. “Esa vez hubo una tormenta impresionante pero Maradona habló con el capitán del avión y lo convenció para que el vuelo saliera”, puntualiza.

 

Falucho y DiegoCAMPEONES. Maradona y Laciar, en la exhibición de boxeo que protagonizaron hace 25 años en Córdoba.

“No acepto la muerte de Diego”, añade Laciar, quien no pudo ver al “10” en su última visita a Córdoba como DT de Gimnasia. “Estuve en la puerta del hotel pero la seguridad no dejó entrar a nadie. A través del ‘Cocayo´ Dertycia me avisó que me esperaba en la cancha, pero llegué muy justo al partido y después no lo quise molestar porque su equipo había perdido… No aceptó lo que le pasó. Increíblemente lo dejaron solo”, concluye.