En la jornada de ayer, la ciudad de Córdoba vivió el primer festival vegano que se realizó en la casona de espacio Urda (9 de Julio 739). El “Vegan Fest” convocó a un importante marco de público que se acercó al lugar con el objetivo de adquirir productos e interiorizarse acerca de alimentos orgánicos y de producción artesanal.
Los organizadores reconocieron a PERFIL CORDOBA que la convocatoria de expositores superó las expectativas y que incluso hubo emprendedores que quedaron fuera del evento debido a la gran cantidad de propuestas que se presentaron para este festival y deberán esperar a la segunda edición del mismo para poder exponer sus productos. “Cuando propusimos hacer este festival, proyectamos hacer algo pequeño, en un espacio muy chiquito y el lugar era realmente limitado. Al ver que la propuesta empezaba a crecer decidimos mudarnos y aún así quedó gente afuera, por lo que esperamos que en las próximas ediciones todos puedan exponer”, contó Loreley Galop, una de las gestoras del evento quien explicó que este festival llegó en un momento muy especial del movimiento. “El veganismo está en pleno crecimiento. En Córdoba hace dos años que este tema está en alza. Hace poco tiempo se inauguró un supermercado vegano, comenzaron las ferias y las agrupaciones activistas organizan actividades vinculadas a este tema. Hoy en día casi todos saben de que se trata ser vegano”.
En esta primera edición hubo stands de frutas y verduras, espacios de indumentaria, alimentos, bebidas probióticas, cosméticos y clases de comida vegana. Los visitantes pudieron disfrutar también de degustaciones y charlas informativas. Además hubo dos talleres, uno dictado por la agrupación Animal Soy y el otro organizado por el Círculo de Padres Veganos con el objetivo de ayudar a insertar a niños veganos en la sociedad. La propia Galop, fundadora del movimiento, explicó cuales son los desafíos que viven en esta materia: “Junto a mi esposo formamos parte del Círculo de Padres veganos ya que tenemos un bebé de dos años. Hablamos de nuestra experiencia y tratamos el tema de que lo que más miedo nos da a los papás, no es el tema nutricional, sino qué es lo que va a pasar con nuestros hijos en un cumpleaños o en el jardín cuando les den la merienda”, explicó Galop. “Eso es lo más complicado para nosotros, mucho más que lo vinculado a la alimentación, aunque siempre destacamos que nos sorprende como los niños comprenden mucho más de lo que nosotros pensamos” completó.
