Desde su irrupción, el coronavirus y su consecuente cuarentena tuvieron un altísimo impacto en las tres esferas -Nación, Provincia y municipios- que complicaron aún más la situación económica de los tres estados y reflejaron, en muchos casos, la fragilidad de las finanzas y lo vulnerable de los sistemas sanitarios. En el interior del interior, los intendentes reconocen que la primera respuesta a la comunidad la deben dar ellos y para las demandas de todo tipo que trae aparejadas el covid-19.
Este es el caso de Marcos Ferrer e Ignacio García Aresca, intendentes de Río Tercero y San Francisco, respectivamente, que en diálogo con PERFIL CORDOBA narran cómo se vive la pandemia en el interior provincial. Qué pasa con la economía, cuáles son los interrogantes de los vecinos con respecto a la extensión de la cuarentena, con qué infraestructura cuentan y cómo decidieron implementar medidas que van desde el uso del barbijo a las decisiones tributarias.
El radical Ferrer y el peronista García Aresca forman parte de los intendentes sub-50 del interior provincial; uno arrancó su primer mandato, pero es una continuidad de gobiernos radicales en su ciudad y el otro está cumpliendo con su segunda gestión al frente de la cabecera del departamento San Justo.
“Siempre va a primar la salud, eso lo compartimos con Nación y la prioridad es esa. El país tiene hasta anticuerpos para las crisis económicas; para una pandemia, no”, arranca Ferrer. Y en la misma sintonía se suma García Aresca: “se habla de la economía o la salud, y lo ideal sería pensar en las dos al mismo tiempo. Pero si hay que priorizar, si no le das lugar a la salud, la persona se enferma y no tenés con quién poner en marcha la economía. El aspecto productivo”.
El jefe comunal de San Francisco sostiene que se apoya en “las tres ‘S’: por lo sanitario, lo social y la seguridad”. “En lo sanitario no tenemos contagio comunitario y desde un primer momento hicimos una aplicación georeferenciada e intimamos a las agencias de viaje para que nos dieran un listado de personas que habían estado en el exterior y les hicimos un seguimiento a 950 personas”, agrega García Aresca.
En San Francisco, funciona el COE y tienen al hospital Iturraspe convertido en un nosocomio de los COVID, que se encarga de atender la pandemia. Y el COE (Centro de Operaciones de Emergencia) es la descentralización que hizo la Provincia en todas las regiones y que integra a sanitaristas, con la dirigencia política y los responsables de la seguridad.
Ferrer, por su parte, y como intendente también de una ciudad con un polo industrial y agrario importante, reconoce que no se cortó la circulación. Aunque sí se hacen controles en los ingresos a la ciudad para comprobar si las personas autorizadas a circular tienen síntomas.
El intendente de Río Tercero reflexiona además sobre la “psicosis” que genera el coronavirus “desde el momento que una persona la padece y es aislada no sabe cuándo volverá a ver a sus familiares. Dependiendo de la gravedad del cuadro”. En la ciudad del departamento Tercero Arriba tampoco hay transmisión comunitaria.
Y con respecto al control de los que estuvieron en el exterior, también Río Tercero hizo un relevamiento vía videollamada para comprobar que estuvieran cumpliendo la cuarentena.
En San Francisco hay 48 camas con respirador, pero se pondrán en marcha 15 más, además de otras 200 para aquellas personas que deben ser asistidas en aislamiento y cuya familia no tiene cómo aislarlas.
Barbijos. Las dos gestiones tienen, además, en común la implementación del uso del barbijo. Ferrer asegura: “venimos revisando la protección y vemos que la curva de contagio es más baja en los países que tomaron en cuenta la protección buconasal. En una ciudad que no tiene casos, que todos salgan con barbijos a la calle, va a implicar que, en caso de haber un caso asintomático, el nivel de daño va a ser menor que si no lo tiene. Ya única manera de hacerlo es obligando, no dejarlo apelando a la buena voluntad”.
No se cobra multa, se lo hace retornar a la casa y desde mañana será obligatorio.
En San Francisco también es obligatorio desde hace unos días y García Aresca cuenta que decidió aplicar la medida ante la falta de precisión de los expertos. Además, hubo respaldo de los comercios y empresas que impiden el ingreso sin barbijos.
La economía. La cuestión económica de lo que se vive en los municipios tiene dos fases: lo que ocurre con los comercios y los sectores que necesitan algún auxilio; y la cuestión macro con los fondos que esperan recibir de Nación y Provincia.
Ferrer, de distinto color político a ambos, destacó el trabajo en conjunto con el ministro de Gobierno provincial, Facundo Torres, y valoró el gesto del gobernador Juan Schiaretti de coparticipar los fondos que reciba de Nación. “Está tomando decisiones teniéndonos en cuenta. Después veremos para si alcanza o no, pero destaco eso”, dice Ferrer, quien tiene diálogo con Pablo Giles en Nación, el subsecretario de Asuntos Municipales.
“No es tiempo para hacer política, hay que ser sensatos”, señala el radical.
En tanto, García Aresca, también destaca el trabajo de Torres y el gesto de Schiaretti de coparticipar, y agrega que el municipio de San Francisco no tiene deudas y que los empleados municipales cobraron. Pero reconoce que la situación de los comercios es difícil: “si la gente no trabaja, no tiene cómo pagar impuestos. Por eso prorrogamos tributos hasta el 31 de mayo”, señala.