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El humor al poder

¿Darla vuelta o dar la vuelta?

20-10-2019-Alberto Rodriguez Saa
Quien se tomó en serio aquello de que “andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior” fue Alberto Rodríguez Saá. | Clarín

Hubo mucha gente desencantada con la Noche de los Museos porque creían que se iban a encontrar allí con la famosa tercera vía, que alguna vez fue una ancha avenida y que ahora es apenas un caminito que el tiempo ha borrado. Ni siquiera Roberto Lavagna, el único candidato presidencial que todavía defiende esa posición intermedia, se hará presente en Córdoba antes de las elecciones, lo que da cuenta de la escasa expectativa que genera en el electorado local la propuesta de Consenso Federal.

Consultados los cordobeses sobre qué opinaban de Lavagna, sorprendió que un 60% dijera que es “muy rico”. En realidad, pensaban que les estaban preguntando por la bagna cauda.

Otro que se mantiene en la postura ecuánime entre Alberto Fernández y Mauricio Macri, sigue siendo el gobernador cordobés Juan Schiaretti, aunque por debajo suyo a la mayoría de los militantes de Hacemos por Córdoba sólo les falta dejarse el bigote y ponerse a tocar la guitarra para demostrar que simpatiza con el postulante del Frente de Todos.

El entusiasmo que les genera Alberto es tan grande, que me comentaron que el otro día en los actos en Córdoba por el 17 de Octubre, hubo un puntero de una seccional del sur de la ciudad que invitó a cantar “Solo se trata de vivir” de Litto Nebbia en vez de la marcha peronista.

Quien se tomó en serio aquello de que “andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior” fue el expresidente Alberto Rodríguez Saá, porque después de haber manifestado su respaldo al presidente Mauricio Macri hace apenas tres meses, ahora el dirigente puntano anunció que se sumará a la iniciativa de muchos referentes del peronismo en el interior del país y votará a la fórmula del PJ.

Por las dudas, en Juntos por el Cambio le deberían renovar ya mismo el juramento de fidelidad de Miguel Ángel Pichetto, no sea cosa que el candidato a vice entienda lo de “darla vuelta” como “dar la vuelta” y regrese al partido por el que llegó a su banca en la Cámara de Senadores.

A mi humilde entender, ha sido por demás beneficioso el cambio de estrategia en la campaña electoral de Mauricio Macri, que ahora se centra en el contacto directo con la gente, en vez de focalizar su acción en las redes sociales. Sólo faltaría que le hagan alguna reparación al GPS, para que no confunda Corrientes con Chaco, porque si el próximo jueves en el acto del Patio Olmos dice “queridos rosarinos” en vez de “cordobeses”, la silbatina podría llegar a escucharse a varios miles de años luz de distancia. Mejor recalcular la ubicación, antes de que sea demasiado tarde.

En cuanto a los debates televisivos entre presidenciables que se realizan según marca la ley, poco es lo que hacen variar la voluntad del electorado, de acuerdo a lo que indican mis propios estudios de campo.

De hecho, el pico de rating de esa noche lo tuvo Telefé con Lizy Tagliani, lo que tal vez podría impulsar a la conductora de TV a lanzarse como candidata en los próximos comicios. Nadie asegura que podría ganar, pero seguramente su discurso sería mucho más divertido que el dedo de Alberto, el silencio de Del Caño o la mano dura de Gómez Centurión.

Para el debate de hoy, último antes de las elecciones, le sugiero a Espert que, si busca que el votante joven se identifique con sus propuestas, mastique chicle y mande whatsApps desde su teléfono mientras sus rivales hablan. Y a Macri le aconsejo acordarse de nombrar todo el tiempo a Cristina, hasta superar la cantidad de menciones al Fondo Monetario que haga Del Caño.

Tal vez con eso no le alcance para llegar al balotaje, pero al menos habrá inscripto su apellido en la lista de récords internacionales que hasta ahora encabeza Donald Trump, quien en un discurso de campaña en Oklahoma citó el nombre de Hillary Clinton en 143 oportunidades, siempre acompañado de calificativos que harían sonrojar a Yayo.