La pelota no se pincha, aunque las burbujas no siempre corran la misma suerte. Más allá de la pandemia, el show del deporte debe continuar. Y en el caso del fútbol, con el “siga, siga” convertido casi en cuestión de Estado.
Fue el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou quien dio el puntapié inicial para que la Conmebol celebrara como un campeonato la donación de 50 mil vacunas destinadas a jugadores, técnicos y auxiliares de cada uno de los equipos de sus ligas de elite, además de los árbitros. Lionel Messi completó la jugada: tres camisetas del Barcelona de España firmadas marcharon hacia China para tres altos directivos del laboratorio Sinovac Biotech Ltd.
“Estamos preparados para cumplir los calendarios, pero necesitamos un esfuerzo más”, afirmó Alejandro Domínguez, dueño de la pelota en el continente. “No podemos bajar la guardia ahora. Debemos cuidarnos para cuidar a nuestras familias, a nuestros compañeros y al producto del fútbol sudamericano”, arengó.
Las dosis estarían disponibles en mayo. Mientras tanto, desde el martes pasado y durante seis semanas seguidas 64 equipos de 10 países (casi 2.500 futbolistas) animarán 192 partidos de Libertadores y Sudamericana, copas que reparten US$ 230 millones en premios.
Pasaporte y PCR
Talleres es uno de los clubes que espera precisiones sobre la vacunación que Conmebol empezó a diseñar días atrás en su reunión de Consejo, una mesa chica de 11 directivos que incluye al titular de la AFA Claudio Tapia. El Albiazul compite en la Sudamericana y en el lapso de un mes y medio deberá viajar a Colombia, Brasil y Ecuador.
“Nos manejamos con el protocolo sanitario y las últimas recomendaciones de AFA. Concentramos toda la actividad en el predio y hacemos un monitoreo diario de síntomas, con test rápidos e hisopados antes de cada partido”, explica el director de comunicaciones Miguel Cavatorta. “Talleres acompaña la decisión de que el fútbol continúe”, señala el vocero.
Desde el reinicio de las actividades, en noviembre pasado, se registraron 12 casos de coronavirus en el club, que tiene como política no informar los nombres de los contagiados.
Entre el plantel profesional y los juveniles de AFA, la “T” realiza 180 testeos semanales, lo que equivale a un gasto mensual de $4.800.000.
¿TODO OKEY? Talleres juega tres torneos al mismo tiempo. El fútbol no para y ahora se vienen tres viajes al exterior en cinco semanas.
Jugar o jugar
De los equipos de fútbol cordobés que compiten a nivel nacional, Instituto es el que hasta ahora se llevó la peor parte. Una decena de positivos entre plantel y cuerpo técnico –incluido el DT Mauricio Caranta- alteraron la semana previa al partido de hace 15 días con Deportivo Morón.
Un caso similar, pero a la inversa, le tocó a Belgrano algunas fechas atrás, cuando visito a un Mitre disminuido por los contagios de nueve jugadores. “Nuestro compromiso y el de todos los clubes es jugar con lo que se tenga”, remarcó en su momento Guillermo Raed, mandamás del club santiagueño y uno de los vicepresidentes de la AFA.
El Pirata venía invicto de contagios hasta la semana pasada, cuando se conocieron seis positivos. “Las medidas son las que se vienen implementando desde el inicio de la pandemia: barbijo, distanciamiento, alcohol en gel por todos lados. A eso se sumó una mayor señalización de los sectores de circulación”, explican en la “B”.
“En Villa Esquiú no se utiliza el vestuario y los jugadores llegan cambiados a los entrenamientos, y en las concentraciones se alojan y almuerzan en grupos de dos”, puntualizan. “Intentamos todo”, enfatizan.
250. LOS CONTAGIOS QUE HUBO EN LOS 26 EQUIPOS DE LA LIGA PROFESIONAL.
En la Liga Cordobesa de Fútbol, mientras tanto, fue ratificada días atrás la decisión de sostener la competencia “mientras se pueda”. “Nos comprenden las generales de la ley: la determinación es seguir jugando siempre y cuando la pandemia lo permita”, señalan. A nivel local la pelota comenzó a rodar hace casi dos meses, luego de un 2020 sin torneos.
Entre Primera A y B, Femenino e Inferiores se juegan 200 partidos cada fin de semana, y el COE autoriza hasta 100 espectadores por estadio. Los jugadores se hacen los testeos en lugares públicos y los clubes están obligados a reportar los positivos. “Hasta ahora hemos recibido pocas denuncias. Confiamos en la responsabilidad de todos”, subrayan.
INSTITUTO. “La Gloria” tuvo varios positivos en su plantel de básquetbol. Su equipo de fútbol también fue diezmado por la pandemia.
La burbuja naranja
La Liga Nacional de Básquetbol se reanudó el 4 de noviembre pasado con un sistema que repartió a 20 equipos en escenarios y hoteles diferentes de la Ciudad de Buenos Aires. Dos días antes, Atenas, el equipo más ganador del certamen, perdió a su técnico Osvaldo Arduh a causa del coronavirus. Rebautizada con el nombre del “Turco”, la competencia se desarrolló con normalidad durante 23 días, hasta que la burbuja explotó con 58 contagios.
Las sucesivas suspensiones y reprogramaciones de partidos obligaron al “Griego” a volver varias veces a Córdoba por razones de presupuesto. En cuatro meses jugó 40 partidos y gastó $5 millones en hoteles y comidas, $1 millón en viajes y $2 millones en hisopados. La Asociación de Clubes no se hizo cargo de los testeos -20 por semana, a un costo unitario de $6 mil- que en el caso de Atenas sólo arrojaron un falso positivo. “Fuimos el único de los 20 clubes que no tuvo contagiados durante el torneo”, destacan.
Diferente fue la situación en Instituto, que debió suspender varios de sus juegos -incluido uno en Río de Janeiro ante Flamengo por la Champions League Americas- porque los contagios y los aislamientos por contacto estrecho le impedían presentarse con un mínimo de jugadores.
El rival invisible
Los casos más inflexibles se registraron en la Liga Femenina de Voleibol, donde Vélez y Boca fueron eliminados del certamen por el coronavirus. En ambos casos la FEVA argumentó la imposibilidad de reprogramar juegos. “No hubo un criterio claro”, comentaron al respecto en Atenas.
El equipo de barrio General Bustos sólo registró un aislamiento preventivo. Por razones sanitarias le mudaron la sede de la serie de cuartos de final ante River, en la que fue eliminado.
En la flamante estructura del vóley femenino del “Griego” destacan el acompañamiento del Ministerio de Salud de la Provincia y el compromiso de las integrantes del plantel.
ALLUB. Médico y ex-integrante de Los Pumas, sostiene que el riesgo de contagio está en la circulación y en el incumplimiento de protocolos..
La mirada experta
“Mientras la actividad deportiva se realice al aire libre, está bien. El gran problema con el virus se da en los ambientes cerrados, donde no hay ventilación cruzada”, explica Alejandro Allub, exjugador del seleccionado argentino de rugby y médico cardiólogo en el Hospital de Niños.
“Entre los deportistas de alto rendimiento no hay casos de internaciones en terapia intensiva. Se debe a una cuestión etaria y también a la mayor capacidad funcional que genera el entrenamiento. El riesgo, en todo caso, es la circulación. Por eso es necesario ajustar bien los protocolos y optimizar los cuidados”, destaca el exintegrante de Los Pumas.
Allub también se refiere al contexto que rodea a la práctica deportiva y apela a una toma de conciencia. “Me tocó presenciar eventos en los que había mucho más público que el autorizado, sin barbijo ni distanciamiento. Entiendo que la gente quiere ver partidos y que la única forma de no generar contagios es una cuarentena total, pero hay que cuidarse”.
