El cordobés Leandro Bolmaro no para de cosechar elogios desde su debut en la primera del Barcelona Baloncesto. “El base argentino, exatleta de 19 años y 2.03 metros, maravilla por su físico y su técnica”, destacó el diario El País luego del triunfo del “Barsa” ante Valencia (97-94) del domingo pasado, por la 4ª fecha de la Liga ACB.
El título de aquella nota resulta aún más impactante: “El Palau también tiene a su Leo”, en alusión al reducto del quinteto azulgrana y al futbolista Lionel Messi, máximo ícono del club catalán. ¿Una exageración de la prensa? No parece. Al menos si se consideran las palabras del serbio Svetislav Pesic, el DT del equipo: “El fútbol tiene a su Leo, y ahora el baloncesto también”.
Las bajas por lesiones del francés Thomas Heurtel, el canadiense Kevin Pangos y el español Pau Ribas allanaron el camino para que Pesic -entrenador del seleccionado de Yugoslavia que le ganó a Argentina la final mundialista de Indianápolis 2002 - le diera la chance al “Cebolla”.
“Ha sido una experiencia inolvidable”, manifestó Leandro en el sitio oficial del Barcelona FC, el único medio al que puede concederle entrevistas. Si bien llegó a España como escolta o alero, en “el Barsa” lo reinventaron como armador por coordinación, buen manejo de balón y visión de juego.
En Las Varillas, su ciudad natal, papá Osvaldo admite que pasó “una semana desbordante” para él, su esposa Adriana y su hija Camila, quien estuvo a punto de arrastrar hacia el atletismo al “benjamín” de la familia. “Leandro también practicó fútbol y vóley y, aunque ya pintaba con ‘la naranja’, recién a los 15 años se inclinó por el básquet”, recuerda.
“Aunque me dediqué al mismo deporte, nunca traté de influenciarlo”, aclara. Y destaca a Daniel Farabello, Marcelo Arrigoni y Sebastián Ginóbili, actual DT de Instituto, como personas claves en el inicio de la carrera de su hijo.
En el primer equipo del Barcelona Bolmaro ya había sumado minutos en el debut liguero ante Obradoiro (92-86), el pasado 27 de septiembre, y en la visita al Zenit de Rusia (87-63) por la Eurocopa, dos días antes de su presentación en el Palau. “Pero su sueño era jugar en ese estadio y ante su público, y estaba muy emocionado de haberlo cumplido”, destaca Osvaldo.
“Muy meteórico”
No es la primera vez que a Bolmaro lo comparan con una gloria del deporte argentino. “Barsa ficha al nuevo Manu Ginóbili”, anunció Mundo Deportivo en agosto del año pasado, apenas se confirmó su contratación por cinco temporadas proveniente de Bahía Basket.
Desde entonces el cordobés brilló en el equipo B del club catalán, integró el seleccionado argentino que jugó el Mundial Sub 19 en Grecia (triunfos ante Rusia, Filipinas y Grecia en primera ronda y derrota ante Puerto Rico en octavos de final) y con los mayores participó del proceso previo a la disputa de los Juegos Panamericanos de Lima y el Mundial de China.
“Si bien ‘Manu’ es su ídolo, a Leandro no le gusta que lo comparen. Él sostiene que cada persona tiene sus propias cualidades”, cuenta el papá.
Aunque finalmente desistió de participar, también se inscribió en el último Draft de la NBA, donde San Antonio Spurs, Brooklyn Nets, Oklahoma City y Denver Nuggets suenan como posibles destinos a futuro. ¿Un vaticinio desmedido? Nada que ver. En el sitio @Eurohopes, que se especializa en evaluar jóvenes basquetbolistas, Bolmaro figura primero entre los mejores proyectos de Europa en la clase 2000.
“Todo ha sido muy meteórico para Leandro, teniendo en cuenta que hace dos años jugaba en Almafuerte de Las Varillas. Pero lo importante es que lo vemos contento. Es un chico que juega sin presión, con mucho desparpajo. Su próxima meta es competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”, comenta su padre.
El partido soñado de Bolmaro incluyó el reconocimiento público del montenegrino Nikola Mirotic, ex NBA y jugador franquicia del “Barsa”, el saludo de un integrante de la Generación Dorada (Rubén Wolkowyski, que tiene una hija jugando al voleibol en el club) y el calificativo de “Magic” por parte de la Liga ACB.
También el cántico “’¡Messi, Messi!” que el público le dedicó a la salida del Palau y la promesa de “Nacho” Rodríguez, manager del Barcelona Baloncesto, de gestionar un encuentro con “la Pulga”.
“A Messi no lo conoce personalmente, así que está muy ansioso con eso”, revela Osvaldo, quien cuenta las horas imaginando el reencuentro con su hijo en las próximas fiestas de fin de año.