“Hay que colaborar, pero no poner las manos. No hay que sobreactuar kirchnerismo”. La frase refiere a lo que ocurrirá el próximo domingo en Río Cuarto cuando se elija intendente y corresponde a un dirigente del Frente de Todos a nivel nacional; pero puede trasladarse, tranquilamente, a la estrategia a la que apelaron las principales figuras de Juntos por el Cambio en el desenlace de la campaña.
Así, la elección que a comienzos del 2020 era uno de los capítulos políticos del año, por la importancia, por tratarse de Córdoba y por ser el primer test del PJ nacional desde el regreso al poder, en las últimas semanas se “municipalizó”. Para todos. Peronistas cordobeses, kirchneristas, radicales y macristas. Todos comparten la visión acerca de que la disputa entre el intendente Juan Manuel Llamosas (PJ) que va por la reelección y el radical Gabriel Abrile, se tratará de comicios locales. “De una elección alambrada”, repiten a ambos lados de la grieta.
Tras dos postergaciones por la pandemia del coronavirus, la contienda electoral se realizará con protocolos que se dieron a conocer hace unas semanas nada más. Cuando la Junta Electoral ratificó los comicios tras el OK del COE central. Con lo cual, se habilitarán 49 colegios de los 32 que se suele abrir en elecciones en Río Cuarto, se redujo la cantidad de mesas en cada establecimiento (de 463 a 350) y se bajó también el número de electores por mesa (de 350 a 280).
Sin embargo, el diferencial lo aporta el guiño para el traslado de votantes con el argumento de la pandemia. Con lo cual, como graficaron desde Río Cuarto a PERFIL CORDOBA “será una elección que se gana con aparato”. Más aún, con el bajo interés que hay entre los votantes de acudir a votar.
PJ tranquilo, no confiado. Desde El Panal sostienen hace rato que en Río Cuarto se gana. Sin embargo, la presencia o no del gobernador Juan Schiaretti en el sprint final de la campaña servirá para entender por dónde van los números que de lo que puede pasar en el Imperio del Sur.
En el peronismo nacional decidieron hace rato levantar el pie del acelerador y no se produjeron las bajadas que en el entorno de Llamosas esperaban. En Casa Rosada hay algunos que entienden que “no fue muy generoso” el intendente con el armado de su lista.
“Se olvidó de poner a gente de (Adriana) Nazario y eso llegó acá”, sostuvo una fuente del Gobierno nacional a este diario en relación a la ausencia de dirigentes de la última mujer del exgobernador José Manuel de la Sota.
En Río Cuarto, sostienen que la distancia de Llamosas con el kirchnerismo no fue inocente. Es más, creen que hubo una sugerencia desde Córdoba para que eso suceda. “Llamosas y Schiaretti forman parte de un peronismo que no es el que encarna Alberto y Cristina. Simple. Río Cuarto es una ciudad con un rechazo fuerte al kirchnerismo”, razonó un riocuartense.
El médico en campaña. Mientras se discute qué incidencia tendrán los médicos en las Legislativas del 2021, en Río Cuarto la decisión de JxC de avalar a Gabriel Abrile como candidato fue muy previa al coronavirus.
El equipo del médico está esperando las últimas encuestas para mañana y aguardan qué hará el peronismo en el desenlace de la campaña. “Salvo una jugada de ellos, se puede hacer algo con un top de JxC pero solo como respuesta a lo que haga el peronismo”, dijo un operador opositor.
“Si llega a aparecer algo de Schiaretti, podría llegar un spot de Horacio (Rodríguez Larreta) pero no un desembarco de (Patricia) Bullrich que le va a hablar a un electorado que lo tenemos”, dicen.
El búnker de Abrile también cree que la elección se municipalizó y, a lo sumo, escala hasta una provincialización. No más de eso. Y apuntan a capitalizar errores propios del PJ, como el respaldo schiarettista al impuesto a la riqueza con el voto de dos peronistas locales: Carlos Gutiérrez y Claudia Márquez. Eso repercute más en lo ideológico que en el bolsillo, pero puede incidir.
De todas maneras, los errores no forzados también fueron potestad de Abrile. Sobre todo, cuando presentó al comisario mayor Carlos Borsato como su asesor en seguridad y días más tarde debió apartarlo por publicaciones que el hombre había realizado en sus redes reivindicando el terrorismo de Estado.
En JxC creen que se puede quedar cerca, pero no ven por el momento que se repita un escenario similar al de Marcos Juárez 2018, ni el de Morrison este año.
