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Informe especial: Primera parte

En tan solo meses se duplicaron las consultas psíquicas de adolescentes

Las guardias psiquiátricas reciben un número inusitado de casos. Autolesiones, crisis depresivas, trastornos alimenticios, son algunos de los problemas que se reciben diariamente. La edad de las consultas bajó de manera considerable y alcanza a niños de 11 a 13 años.

Joven 24-7
AISLAMIENTO. | Cedoc

En los últimos meses, se multiplicaron las consultas por trastornos psíqu icos en adolescentes en Córdoba. Autolesiones, crisis depresivas, de ansiedad y graves trastornos alimenticios, forman parte del abanico de problemas que las guardias psiquiátricas deben enfrentar diariamente, en un número inusitado en el último tiempo.

Con mesura, ya que habrá que esperar el paso del tiempo para obtener conclusiones más firmes, especialistas consultados por PERFIL CÓRDOBA consideran que estos son algunos de los efectos psicológicos que generó en los adolescentes la pandemia y las medidas de aislamiento que se dictaron en esa etapa, cuyas consecuencias recién comienzan a vislumbrarse y aún pueden agravarse con el paso del tiempo.

Patricia de Cara es coordinadora del área de psicología de la Clínica Privada Saint Michel, una de las instituciones de referencia en la materia en el país. La especialista contó que en el último mes se duplicaron las consultas. “Es alarmante el panorama que se vive. Estamos atendiendo el doble de situaciones, principalmente los casos graves, los cuales incluyen situaciones de riesgo de vida, intentos de autolesiones y lo más preocupante es que lo vemos en adolescentes cada vez más chicos, estamos hablando casi de niños”, describió.

Las problemáticas que se atienden en las guardias y también en los turnos programados, los cuales suelen pedirse con varias semanas de antelación, son varias: “Aumentó el consumo de sustancias, los trastornos alimenticios, las problemáticas de género y situaciones de mayor aislamiento las cuales generan dificultades para vincularse. Las instituciones se están preparando para contener esta demanda porque son casos cada vez más complejos y los equipos requieren de distintas disciplinas para pensar a un sujeto que en este caso son adolescentes, quienes además tienen además una turba emocional propia de la edad”, aseguró.

La pandemia afectó a todos los grupos poblacionales y los contextos familiares también se complicaron lo que ocasiona, según los profesionales, dificultades para la vuelta del paciente a ese entorno familiar tan necesario para la recuperación. “Muchos jóvenes se sienten más seguros alojados en la institución y no quieren volver a su hogar”.

Baja en la edad. En una línea similar se expresó Silvia Martínez, coordinadora del área infantojuvenil de la Clínica Saint Michel quien consideró que la pandemia afectó y sigue afectando a la población adolescente. Sin embargo, la profesional experta en psicología clínica mostró su preocupación por el descenso en las edades de los pacientes tratados: de una población entre 15 a 17 años, pasó a los 11 a 13 años.

“La sintomatología empieza en una edad muy temprana, con síntomas complejos. Creemos que los adolescentes han quedado sin poder tramitar cosas esperables en su edad por la pandemia. Si pensamos en un joven que estaba terminando la primaria, y de pronto se encuentra en tercer año del secundario, eso sin duda lo afecta. Esos espacios escolares no son de transición, sino espacios vacíos que quedaron sin poder desarrollarse adecuadamente. El adolescente estuvo sin el contexto que brinda el colegio. En ocasiones se refugió en su cuarto o en su celular, aumentando el espacio de aislamiento. Por tal motivo aumentó el consumo de redes. Se perdió aquello que es propio de la adolescencia, el vínculo, el contacto, la grupalidad, lo vivencial, todo quedó paralizado y eso afectó mucho”, analizó.

“La demanda de internación se ha duplicado y probablemente un poco más. Muchos adolescentes perdieron la rutina de los horarios, incluso la de dormir. En ocasiones sonellos mismos quienes solicitan ayuda profesional e incluso la internación”, explicó Martínez y agregó: “Algunos jóvenes encuentran espacios de refugio, como puede ser la internación, además cuentan con un equipo interdisciplinario que les brinda contención y pares que les cuentan situaciones similares y los ayudan a enfrentarse con cosas que no les son fáciles”.

Instituciones preparan atención. La Casa del Joven, perteneciente al sector público provincial, atiende a jóvenes en temas de salud mental. Alejandro Bassi, su director, también habló de un crecimiento muy importante de la casuística en los últimos meses: “Tenemos 12 horas de atención continua y se incrementó mucho la demanda, aunque no estamos saturados. La semana pasada me trajeron la estadística de marzo a mayo y las comparo con la de los meses de agosto, septiembre y octubre del año pasado, que es cuando se empezó a atender a pleno. En este momento estamos atendiendo unas 1.400 consultas promedio mensuales y a fines del año pasado registramos entre 640 a 700 consultas por mes. Sin embargo, creemos que este número se va a incrementar, porque la angustia no es inmediata y los adolescentes se están enfrentando a un número de escenarios conflictivos, como son la vuelta al colegio, a los exámenes, al contacto con otros compañeros de manera presencial tras dos años sin verse. Esto genera situaciones de angustia, de ansiedad, que se ven reflejadas en el tiempo”, añadió Bassi.

El profesional detalló, además, que en la institución que dirige se incrementaron notoriamente las consultas por trastornos en las conductas alimentarias: “Nos llama mucho la atención la manera en que se incrementó esta problemática. Cuando hablamos de trastornos en conductas alimenticias hacemos referencia a dietas excesivas, bulimia, anorexia, atracones, entre otros”.

 

Casa del Joven

 

“Estar atentos a cualquier señal de alerta y no demorar la consulta”

No demorar la consulta, es uno de los puntos que Bassi –el director de la Casa del Joven– remarca al aconsejar a padres que noten conductas anormales en sus hijos. Consciente de las dificultades que puede implicar asistir a una consulta con adolescentes, Bassi remarcó el hecho de que este primer contacto con un profesional pueden realizarlo los padres y no es necesario asistir con los jóvenes: “Hay que estar atentos a signos, cualquier señal de alerta que le llame la atención y hacer consultas inmediatas. No dejarse estar. Tenemos horarios destinados solo a padres, aunque los jóvenes no quieran ir. Remarco este punto porque no es necesario que vayan con el joven. Que el padre saque las dudas con un profesional quien lo acompañará hasta que puedan traer al hijo. Este es un servicio que no teníamos”.

 

Información

La Casa del Joven se ubica en la intersección de León Morra y Américo Vespucio, barrio Juniors. Horarios de atención de 7 a 19, teléfono: 0351 4342431.