Perfil
CóRDOBA
Mente asesina

“Es difícil explicar la fascinación que causa la personalidad de Carmona en la gente”

Judith Biodo es psicóloga y profesora especialista en criminalística en la UNC. Se cruzó con Roberto Carmona, condenado el viernes a cadena perpetua por el asesinato de Javier Bocalón, en el penal de San Martín y en la cárcel de Bouwer. Define las principales características del asesino y asegura que es incapaz de sentir empatía. “La presencia de Carmona se hacía sentir en cualquier lugar del penal en el que él estuviera”, asegura.

Carmona 18-5
Carmona en Tribunales | José Hernández - La Voz

Más de 22 años trabajó la psicóloga Judith Biodo en las distintas cárceles de la provincia. Allí, y desde su rol profesional, le tocó tratar con personas de todo tipo, pero sin embargo reconoce que no vio a ninguna otra como Roberto Carmona, el temido asesino que acumuló el pasado viernes en la Cámara en lo Criminal y Correccional de 8ª Nominación de la ciudad de Córdoba su tercera sentencia a cadena perpetua, por la muerte del taxista Javier Bocalón. Los caminos de la vida de Biodo encontraron a Carmona en la extinta cárcel de San Martín y también en el penal de Bouwer, donde tuvo contacto con el reo.

En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, la licenciada en Psicología y profesora de Psicología Criminológica de la Universidad Nacional de Córdoba, explicó algunos detalles de la personalidad de Carmona. Además se mostró de alguna manera sorprendida por la fascinación y el impacto que genera este personaje.

“Él causa una fascinación, una intriga, un deseo de preguntar en gente que está muy formada. Lo veo en estos últimos días y cuesta explicar esta situación, pero pienso que si logra esto en gente formada, más aún puede utilizarlo para manipular a la gente vulnerable”, se planteó la psicóloga.

“En la cárcel mi contacto con él no fue extenso. Lo atendí en una circunstancia cuando él pedía su traslado al Chaco. En ese momento fue cordial, hizo un pedido formal y se le contestó que se le iba a transmitir a las autoridades este requerimiento. No hubo ningún tipo de falta de respeto ni ninguna otra actitud desubicada”, recordó Biodo.

“Todo el mundo en la cárcel, desde el primero hasta el último sabía quién era Carmona. Cuando él caminaba aunque no lo estuvieras viendo, sentías algo en el cuerpo, era algo que él imponía y se sabía que trasladaban a Carmona. De su celda lo llevaban a servicio médico o al patio. Él se movía con cinco o seis guardias, siempre con una mirada altanera, desafiante. Es una persona que es culta, que ha leído mucho, que tiene un lenguaje que te envuelve, que seduce”, detalló la profesional.

Biodo JMáxima seguridad. Biodo también dio detalles del estilo de vida que tenía Carmona en la cárcel de Bouwer y cuáles eran las características del pabellón de máxima seguridad en que se encontraba el asesino. “En dos de las cárceles lo cruce, una en San Martín y otra vez en Bouwer en el módulo MD1, donde funcionaba en ese momento el régimen de máxima seguridad. Este era un pabellón que tenía características especiales las cuales fueron desapareciendo por cuestiones garantistas. En ese momento implicaba un alojamiento individual, él vivía sólo y estaba en un encierro de 23 horas al día, tenía un rato de patio. Podía hacer alguna llamada telefónica desde el teléfono del penal, podía recibir visitas, recibir educación, instrucción”, contó.

Respecto a su comportamiento lo definió como “una persona muy conflictiva, muy temida y poco sociable, él no tenía intenciones de socializar, él no buscaba hacer amigos en la cárcel. Él se describe muy bien en el juicio que acaba de terminar cuando dice que un depredador, un lobo solitario, es así”.

Asesino serial. A la hora de definirlo según la rama de la psicología que se especializa en las mentes criminales, Biodo ubicó a Carmona como un asesino serial. “Hay una serialidad delictiva. Si bien no hay un patrón establecido que se pueda decir que mata a determinados años o a determinada víctima, pero su serialidad está en la necesidad de matar a quien se interponga en sus objetivos o quien lo desafíe”.

Y añadió: “Él tiene una psicopatía que no es una enfermedad mental sino una organización psicopática que implica frialdad, falta de emocionalidad, falta de empatía. No tiene la capacidad de ponerse en lugar del otro, todo gira en torno a él y a sus necesidades. El resto somos depositarios de sus frustraciones de lo que él proyecta. Estas personalidades son muy inteligentes, con lo cual muchas veces hacen actuar a los demás, manipulando. El otro comete un delito por influencia de ellos”.  

Biodo aseguró que la personalidad y la frialdad de los dichos de Carmona “sorprenden a la gente que no lo conoció, no a lo que los conocimos. Desde el 86 que él mata, no es algo que ocurrió sólo en 2022. Todos se preguntan por Seppi y Bocalón, pero hubo dos personas más, dos internos de las cárceles en las que él pasó. Él mató a 4 personas, destruyó miles de psiquis y lesionó a una sociedad entera. La sociedad ve afectada la sensación de seguridad y de humanidad de mucha gente”, completó la psicóloga.