Perder como local ante Central Córdoba de Santiago del Estero, como ganarle a Boca en La Bombonera, forma parte de las generales de la ley en un Torneo de la Liga Profesional donde, con la salvedad de River (y hasta por ahí nomás), ningún equipo sobresale del resto. Puede suceder.
Pero cuando el ‘qué’ le da paso al ‘cómo’, al análisis de las causas de un resultado, empiezan a entenderse un poco más la decepción y el descontento que los hinchas de Instituto hicieron evidente anoche en Alta Córdoba, consumada la derrota 0-2 de ‘la Gloria’ ante la discretísima escuadra que comanda Leonardo Madelón.
“¿Y a quién hubieras puesto vos?”. La pregunta, espontánea, afloró a pocos metros del ‘Monumental’, mientras los hinchas apuraban la salida y trataban de digerir los números de este presente confuso: un punto de nueve en sus tres presentaciones más recientes, las dos últimas en calidad de anfitrión. Era evidente que Lucas Bovaglio, el DT del elenco albirrojo, no le había encontrado la vuelta a un partido que, en la previa, los parciales institutenses consideraban que había que ganar “sí o sí”.
Central Córdoba celebró la victoria como si hubiera ganado la final del mundo en Qatar. No era para menos, teniendo en cuenta que acumulaba tres encuentros sin sumar los tres puntos y que continuar la seguidilla lo podía complicar en la discusión por la permanencia.
Le alcanzó con poco, apenas dos Lucas, para llevarse el premio mayor: aprovechar la inseguridad que el fondo de Instituto exhibió durante todo el juego (1-0 de Gamba) y, consagrado al aguante en los minutos finales, acertar un contragolpe para ponerle coto a la incertidumbre (2-0 de Besozzi).
La historia pudo haber sido diferente si en la jugada anterior Joaquín Varela hacía el postrero gol del empate, como ante Banfield. Jugado por jugado, Bovaglio le había encendido una vela a la cabeza del uruguayo, pero esta vez no hubo milagro. El defensor falló su envío, a un metro del arco que Marcos Ledesma defendió sin aportar demasiadas garantías, aunque con pocos sobresaltos.
POCO Y NADA. Central Córdoba aprovechó las fragilidades defensivas de Instituto; la Gloria no tuvo ideas en ataque. /// FOTO: CEDOC PERFIL
Jugadita repetida
Los retoques del segundo tiempo no sólo fueron tardíos (hacía rato que el ‘doble cinco’ no tenía sentido, en un mediocampo que no lograba conectarse con los delanteros), sino también insuficientes. Recién en desventaja, el DT albirrojo desarmó el tándem Bochi-Linares para sumar otro delantero (el errático y resistido Lucas Albertengo) y cambió al paraguayo Juan Franco para intentar mejores proyecciones por el lateral derecho con Giuliano Cerato.
Si bien hicieron más ancho el ataque de Instituto, las modificaciones no aportaron claridad. La repetida búsqueda del centro a la olla le facilitó la tarea el poblado fondo visitante. Así y todo, ‘Maravilla’ Martínez tuvo una chance inmejorable, con una tijera que hizo impactar la pelota en el travesaño. Si hubiera sido gol, la jugada le hubiera quedado como anillo al dedo al apodo de su ejecutor.
Los posteriores ingresos de Nicolás Barrientos y Braian Cuello tampoco solucionaron las carencias creativas de una formación que no cuenta con un Garro o un Zapelli -por citar los ejemplos que tenemos más a mano- y que obligadamente debe construir juego desde lo colectivo. Gastón Lodico, el que más se les parece a aquellos talentosos de referencia, insinúa más de lo que concreta, y su prestación en cancha termina resultando más vistosa que eficiente. ¿Y Franco Watson? Hace rato que no aparece en el radar como una variante de referencia. Raro.
Con el reloj y la impaciencia del público en contra, ‘la Gloria’ fue a buscar la igualdad con lo que pudo, casi partido en dos. Central Córdoba aguantó, esperó su chance y definió el pleito con cierta facilidad. ¿Offside? Tal vez. Como durante toda la noche, el árbitro Facundo Tello confió más en su intuición que en la tecnología. “¡Llamá al VAR1”, el gritaron un par de veces, en jugadas donde los jugadores locales reclamaron penal.
No hubo caso. Ni penales, ni offsides, ni empate sobre la hora. Los tres faltaron a la cita. El buen fútbol y las ideas, sobre todo del lado de los locales, también brillaron por su ausencia.
GAMBA. El delantero del Ferroviario abrió el marcador en Alta Córdoba. Su gol llenó de nerviosismo al Albirrojo. /// FOTO: CEDOC PERFIL
Síntesis del partido
Instituto (0): Jorge Carranza; Juan Franco, Leonel Mosevich, Fernando Alarcón y Jonathan Bay; Gabriel Graciani, Roberto Bochi, Nicolás Linares y Gastón Lodico; Santiago Rodríguez y Adrián Martínez. DT: Lucas Bovaglio.
Central Córdoba (2): Marcos Ledesma; Julián Navas, Brian Blasi, Fabio Pereira, Gonzalo Goñi y Marcelo Benítez; Leandro Maciel, Mauro Pittón y Brian Farioli; Lucas Gamba y Gonzalo Torres, DT: Leonardo Madelón.
Goles: ST, 12m Gamba (CC); 48m Lucas Besozzi (CC).
Cambios: ST, 15m Giuliano Cerato por Franco (I) y Lucas Albertengo por Linares (I); 23m Ciro Rius por Navas (CC) y Jesús Soraire por Farioli (CC); 29m Nicolás Barrientos por Lodico (I) y Braian Cuello por Graciani (I); 30m Facundo Castelli por Torres (CC); 36m Enzo Kalinski por Maciel (CC); 37m Besozzi por Gamba (CC); Joaquín Varela por Bay (I).
Amonestados: Mosevich, Alarcón, Bochi, Bay (I); Navas, Pittón y Benítez (CC).
Cancha: Instituto. Árbitro: Facundo Tello.