“¿Viste, pá? ¡Ese jugador de tenis se parece un montón al ‘Dibu’ Martínez!”. El pequeño Gaspar observa todo con asombro y está pendiente hasta del más mínimo detalle en la cancha central del Polo del Kempes. A su lado, ‘Pancho’ apunta que el Córdoba Open 2023 es el primer “partido de algo” que le toca presenciar en vivo y directo en compañía de su hijo.
Heredero de periodista, al fin y al cabo, el pequeño resulta un buen observador. A semejanza del arquero del seleccionado argentino de fútbol, “ese jugador de tenis”, Federico Delbonis, es flaco, mide más de 1,90, le gusta vestirse de rojo y alguna vez puso las manos, el cuerpo y el alma al servicio de una gesta inolvidable para el deporte nacional. Igual que el cuidapalos del Aston Villa, ostenta la “chapa” de campeón del mundo.
Los más grandes saben de quién se trata y por eso lo apuntalaron con arengas (“¡Vamos, Fede!”) y celebraron con aplausos cada uno de sus aciertos durante la semana que le tocó jugar en La Docta. Delbonis (32) es el jugador que el 27 de noviembre de 2016, en Zagreb, le puso el definitivo 3-2 a la serie entre Argentina y Croacia por la final de la Copa Davis y le dio a nuestro país la única ‘Ensaladera de Plata’ en 111 años de historia.
“Confío en mi físico y tengo claro dónde enfocar mi juego y mi energía para volvr al lugar donde quiero estar”.
“En cierto momento fue Copa Davis”, destacó, en referencia al Córdoba Open, el oriundo de la ciudad bonaerense de Azul. “La verdad es que el ambiente fue hermoso; me recordó viejas épocas de jugar en casa, épocas de Copa Davis. Obviamente la gente sacó un plus de mí, más allá de que no me quiero quitar méritos, porque yo también estuve positivo”, precisó.
A Delbonis, ex 33° y actual 131° en el ranking de la ATP, le tocó remar desde atrás en el certamen del Kempes. Al cuadro principal llegó desde la qualy, donde venció sucesivamente a sus compatriotas Mariano Navone y Thiago Tirante. Posteriormente, ante el chileno Alejandro Tabilo, el héroe de Zagreb volvió a celebrar una victoria en primera ronda de ATP luego de seis meses y veinte días. En esa instancia, el último festejo había sido el 18 de julio de 2022, en la ciudad suiza de Gstaad, ante el sueco Mikael Ymer.
El periplo de Delbonis en Córdoba terminó en segunda ronda, luego de un reñido duelo con Francisco Cerúndolo, integrante del equipo argentino de Copa Davis que el fin de semana pasado cayó ante Finlandia en Espoo. “Fue un partido muy duro y creo que a la gente le gustó mucho”, apuntó.
CAMPEONES DEL MUNDO. Delbonis, Pella, Orsanic (capitán), Mayer y Del Potro celebran la obtención de la única Copa Davis de Argentina. Berlocq, Mónaco y Olivo también integraron el equipo nacional en 2016. /// FOTO: CEDOC PERFIL
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“Aunque con altibajos, lo que más rescato es el que el nivel estuvo ahí. Córdoba es un lugar donde me gusta competir, ya que tiene condiciones que favorecen mi juego, y este año me llevo buenas sensaciones. Creo que hice un buen papel y esto, de cara a lo que viene, es muy positivo para mí”, dijo Delbonis, quien inició la temporada con participaciones en el Abierto de Australia y en los Challengers de Canberra y Concepción.
“Son cosas que pasan”, señaló sobre la decisión de las autoridades de Córdoba Open de incluirlo en la ronda preliminar. “Desde principios de año sabía que debía jugar este tipo de partidos para volver adonde quiero estar”, añadió el azuleño, que admite como objetivo el retorno al Top 100 tras un 2022 que, entre lesiones y malos resultados, se hizo cuesta arriba.
“Venir con humildad, jugar la qualy; ese el camino. Ahora me va a tocar hacerlo otra vez en el Argentina Open -donde llegó a semifinales en la edición del año pasado-, ya que no se pudo dar la chance de que me dieran el wildcard (tarjeta de invitación). Hubo otras opciones, así que hay que bajar la cabeza, aceptar las condiciones que tocan y poner la mejor cara el próximo compromiso en Buenos Aires”, reflexionó.
“Venir con humildad, jugar la qualy; ese el camino. Ahora me tocará hacerlo otra vez en el Argentina Open".
“Son decisiones que toma cada uno de los directores de torneos y no tengo nada para reprocharles. Ellos sabrán y tendrán sus conclusiones en cada wildcard y no soy quién para decirles algo”, puntualizó el azuleño.
Delbonis sabe que su nombre está grabado a fuego en los libros de historia del deporte argentino, pero no se queda en aquellos laureles que supo conseguir hace seis años en Zagreb y busca recuperar terreno en el circuito masculino de tenis. “Yo sabía lo que me esperaba. El camino es largo y duro, pero estoy confiado en mi físico y tengo claro dónde tengo que enfocar mi juego y mi energía para poder estar en un buen nivel”, enfatizó.