Después de lo que fue la aparición sobre el final de la semana pasada tras el asesinato del joven Blas Correas a manos de efectivos de la Policía de Córdoba, el ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera decidió bajar el perfil. Distinto al que mostró durante otros tramos de esta cuarentena con móviles de televisión transmitiendo en vivo cada una de sus recorridas en helicóptero y apostando al control del cumplimiento del aislamiento.
Esta semana, Mosquera la transitó enfocado en lo que está ocurriendo con los incendios y con algunas reuniones en las que se mostró acompañado por el jefe de la Policía, Gustavo Vélez. Una de ellas, el encuentro virtual con la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, en el que se firmó un convenio de cooperación para combatir el delito y crear una mesa compuesta por diversas fuerzas.
Además de la Policía de Córdoba, incluye a Gendarmería a la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Sin embargo, en paralelo con esto, dentro del Gobierno provincial varios empezaron a mirar de reojo al ministro que reemplazó en el área de Seguridad hace unos años a Diego Hak, cuando esta era secretaría y formaba parte del ministerio de Gobierno que encabezaba Carlos Massei.
En la semana, algunas voces de terceras líneas de la gestión que encabeza Juan Schiaretti se mostraron críticos de Mosquera. “Las segundas y terceras líneas empiezan a criticar. Y la militancia, también”, reconoció un peronista de la capital cordobesa a PERFIL CORDOBA.
Desde El Panal querían ver primero el impacto de la marcha por el joven que se realizó el jueves; y lo cierto es que, el hecho de que se haya cumplido con no hacerlo con banderías políticas, con muchos jóvenes y sin ningún incidente, motivó miradas de reojo en el gabinete schiarettista.
“Acá hay un punto. Cuando la crítica llega hasta la cúpula de la Policía es una cosa, cuando se alcanza el ministro es otra, ya cuando hay fuertes acusaciones al gobernador, creo que amerita discutir”, dijo es estricto off the record un funcionario sobre las declaraciones de la familia del joven al titular del Ejecutivo provincial.
La frase del funcionario no va en contra de lo señalado por la familia, sino en la dirección de las acusaciones. Y varios se preguntan sobre si alcanza con dejar que baje la espuma.
Reflotar una antigua receta. No todos piden por la salida Mosquera. Algunos aplican el mismo argumento utilizado para Vélez: no hay otro. “No es fácil. No es tan simple mandarlo a su banca en la Legislatura y poner a otra persona”, apuntó más tenue un dirigente del PJ y cercano al ministro.
En El Panal hay un plan dando vueltas del que se habló el viernes de la semana anterior en la reunión de la que participaron el gobernador, el vicegobernador Manuel Calvo y la diputada Alejandra Vigo y es reflotar las policías barriales para acercar la fuerza a la gente.
Podría, incluso, lanzarse un plan de convivencia social (se está barajando el nombre) y es por ello que desde los principales despachos del Centro Cívico le pidieron a Mosquera que todos los comisarios se pongan a disposición de los CPC y los centros vecinales.
Para la Provincia, las dos demandas en los barrios están relacionadas con la seguridad y la pandemia, esto último por la dispersión de casos de coronavirus en la Capital cordobesa. Por ello, a partir de esto, se dispuso hace unos días que cada CPC tenga un COE; y junto con esto, a Mosquera le pidieron desde los despachos importantes del Centro Cívico que ponga a disposición de los CPC a todos los comisarios de la ciudad.
La crisis económica post pandemia traerá un incremento del delito y esto sigue preocupando. Por esto, el desembarco de la policía en los barrios, pero en un rol de cercanía. Situación a la que algunos en la fuerza se oponen. Están los que creen que, si esto ocurre, gana la disputa la política y tampoco ello genera tranquilidad.
Todos coletazos del abuso policial y el asesinato de Blas Correas. Todas consecuencias que aún se desconocen, con una espuma que aún no baja. Más bien, todo lo contrario.
Los schiarettistas respaldan las sesiones virtuales en el Congreso
En el Congreso, la discusión por estos días está centrada en la reforma judicial que envió el Ejecutivo y que ya se discute en el Senado. En la Cámara alta, las cosas parecen ser más simples para el oficialista Frente de Todos.
Sin embargo, en Diputados la discusión levanta temperatura con un oficialismo que no tiene votos propios para garantizar el quórum. La discusión entre el FdT y Juntos por el Cambio pasa por la asistencia al recinto y evitar el debate virtual que se viene realizando en pandemia.
Ayer, los cuatro diputados schiarettistas, claves para que el oficialismo consiga los votos para sesionar, se manifestaron en Twitter. A horas de la marcha opositora convocada para mañana, los cuatro peronistas manifestaron desde la cuenta oficial. “Mantenemos nuestra decisión que desde el comienzo de la pandemia nos ha caracterizado: trabajar con los métodos disponibles que la realidad nos impone y que no mostraron ninguna debilidad a la hora de debatir y votar importantes temas. Sesionar de manera presencial nos expone a la incoherencia de hacer nosotros lo contrario a lo que le pedimos a los ciudadanos cotidianamente”, dijeron.