Perfil
CóRDOBA
GABRIEL RABINOVICH

"Las investigaciones se tienen que convertir en estrategias terapéuticas"

El prestigioso científico disertó en la Sala de las Américas colmada. Su emoción por volver a las aulas de la UNC, firma de convenios colaborativos y detalles de la nueva faceta social que tendrá Galtec, su más flamante emprendimiento.

Rabinovich - Fino Pizarro
CONVENIO CON LA FCQ. “Si no hubiera existido esa ciencia básica, no habría podido lograr lo que ocurrió después. Este convenio me permite devolverle a la facultad todo lo que me dio”. | Fino Pizarro

La Universidad Nacional de Córdoba recibió esta semana a Gabriel Rabinovich, uno de sus egresados más prestigiosos en su larga historia de vida. Tras haber sido recientemente galardonado con el Konex de Brillante como el científico más destacado de la última década, el profesional formado en la Facultad de Ciencias Químicas fue recibido con honores por los directivos de la Casa de Trejo. En la colmada Sala de las Américas del Pabellón Argentina tuvo la oportunidad de contar frente a una multitud parte de su experiencia profesional.

Bajo el título ‘Un dulce sueño cordobés: desde el descubrimiento hacia el diseño de nuevas terapias en cáncer y enfermedades autoinmunes’, Rabinovich brindó detalles de su trabajo en la lucha contra el cáncer a través de la investigación de la proteína Galectina 1 y su rol inhibitorio en el sistema inmunológico.

Por si esto fuera poco, sumó varias actividades más en su tour universitario: recibió una serie de distinciones, se reunió con científicos emprendedores y firmó un convenio colaborativo personal para poder brindarle oportunidades científicas a estudiantes de la institución en la que desarrolló sus primeros pasos. En ese marco cuasi festivo y emocionado hasta las lágrimas por los momentos vividos, Rabinovich dialogó con PERFIL CÓRDOBA y brindó detalles del avance de Galtec, la empresa biotecnológica que buscará convertir los hallazgos científicos acumulados por años en nuevas oportunidades terapéuticas contra el cáncer y las enfermedades autoinmunes.

“Estoy gratamente sorprendido porque nunca me pasó. Se acercó mucha gente, pacientes, gente que necesitaba tener información sobre su enfermedad y tratamos de dar respuestas a todos. A veces no nos alcanza para dar una respuesta a todos, pero lo intentamos”, aseguró. “Tuvimos que aprender mucho de cuestiones legales, de propiedad intelectual, de patentes. La idea es que Galtec devuelva regalías a los inversores, entre ellos el Conicet. Nosotros ni siquiera sabíamos que debíamos patentar, conocimos gente que nos ayudó. Fue complejo, porque no fue fácil conseguir inversores privados que pusieran el dinero”, agregó.

Desde la creación de Galtec, los días del investigador han sido frenéticos y el gran desafío, según cuenta, es regular los tiempos para atender todos los compromisos. “Hay una adrenalina que genera todo esto. Nos encontramos con un grupo de inversores muy bueno, desde la parte humana, y también que entiende nuestras necesidades para poder salir adelante como el grupo White Lion. Estamos diseñando ensayos clínicos y se abre una ventana nueva. Mi gran problema ahora es el tiempo y las energías para manejar el laboratorio. Creo que se va a ir regularizando ya que estos dos meses fueron muy intensos”.

Objetivos para 2024. El científico cordobés que suena cada año como posible candidato al premio Nobel, afirmó tener los objetivos bien definidos en el tiempo. “Para los próximos dos años la misión es transformar nuestras investigaciones en los denominados ‘productos de buena manufactura’, este es el formato requerido para que los pacientes lo puedan recibir”, indicó.

Galtec tiene tres aristas bien definidas, además de la búsqueda del tratamiento, se continúa con la investigación, el rol madre de la institución. “En el laboratorio seguiremos haciendo más investigación, son 15 galectinas en total, nosotros conocemos mucho a la 1, pero estamos conociendo a las otras. Hay grupos muy importantes en distintos lugares del mundo fundando empresas que trabajan con lectinas y galectinas. Nosotros seguimos haciendo ciencia, nos divierte mucho y esperemos que pronto se transformen en una realidad. Creo que la próxima década ojalá se puedan hacer realidad todas las investigaciones que se hicieron para que se conviertan en estrategias terapéuticas”.

Rol social. El tercer eslabón de Galtec es su rol social. La posibilidad de un fármaco no es inmediata, por eso y debido al aluvión de consultas que reciben diariamente por parte de personas enfermas, o con familiares cursando alguna enfermedad, los obligó a armar una especie de área de consulta en donde se derivan a los pacientes a los especialistas pertinentes. Sobre este punto Rabinovich contó: “Nosotros trabajamos con dos enfermedades que tienen un contexto social muy importante, como cáncer y enfermedades autoinmunes, con lo cual es muy común que la gente se acerque, que nos hagan muchas consultas y estamos tratando de que ésto no quede en la nada ya que aún no tenemos el fármaco, entonces ayudamos a los pacientes desde otro lugar, les damos una mano en encontrar profesionales. La experiencia de todos estos años nos ayudó a tomar un contacto muy estrecho con muchos médicos y poder ayudar en este sentido; es una cosa que nos emociona mucho de Galtec”.

“Inmediatamente que aparece una noticia periodística, la gente acude al científico creyendo que ya hay un fármaco listo. Debemos comunicar y asumir las consecuencias de comunicar, que en este caso es contener a la persona que se acerca. Uno de los puntos más difíciles que me toca vivir es manejar estas expectativas. No sabemos cuándo saldrá el fármaco. Todo es teórico, en el camino puede haber muchos inconvenientes y el paciente no puede esperar. Por eso este rol social”.

Convenio con la FCQ. En su visita a Córdoba, Rabinovich firmó un convenio con la Facultad de Ciencias Químicas, el cual permitirá a estudiantes acercarse a las ‘grandes ligas’ de la ciencias. “Este es un convenio que es personal entre Gabriel Rabinovich y la Facultad de Ciencias Químicas”, detalló el propio científico.

Yo siempre sentí que a pesar de que siempre nombré a mi facultad, nunca pude hacer una devolución. Todo empezó acá y si no hubiera existido esa ciencia básica, no habría podido lograr lo que ocurrió después. Este convenio busca subsanar esa situación. Así surgió un acuerdo de colaboración mucho más profundo que engloba muchísimas cosas. De esta forma, tanto yo como mi grupo de estudio, podremos devolverle a la Facultad de Ciencias Químicas todas las oportunidades que me dio. Cerrar ese círculo era una necesidad personal y fue muy emocionante”, completó.