Una de las grandes propuestas que llegó esta temporada a Villa Carlos Paz es Radojka. La comedia protagonizada por las talentosas Marcela Kloosterboer y Emilia Mazer se presenta en el teatro Candilejas 2 de la villa serrana y apenas unas pocas semanas le bastó a la obra para transformarse en una de las más elogiadas de la temporada.
Escrita por los uruguayos Fernando Schmidt y Christian Ibarzábal, la comedia ofrece un humor irónico e inteligente y se centra en dos mujeres de mediana edad que se dedican a cuidar a una señora mayor, de origen serbio, hasta que el devenir de sus vidas se ve drásticamente trastocado por un acontecimiento inesperado.
Kloosterboer, protagonista de tiras entrañables de la escena nacional como Chiquititas, Verano del 98, Son amores, Valientes y Las estrellas, entre otras, dialogó con PERFIL CÓRDOBA y se centró en analizar el actual momento de la temporada, los desafíos que enfrenta la ficción y, al mismo tiempo, contó cómo vive su primer verano en Villa Carlos Paz.
“Hasta el momento he superado todas las expectativas que tenía sobre esta ciudad. El lugar, su gente, todo es hermoso. Es mi primera vez aquí, no conocía y realmente estoy muy contenta”, contó la artista.
“Llevamos más de dos semanas y hemos logrado una gran repercusión con la obra: la gente sale contenta, se ríe muchísimo, nos esperan a la salida del teatro y nos agradecen que hayamos traído una obra de estas características aquí. Estoy muy contenta por haberme animado a venir este verano a las sierras de Córdoba”, señala Kloosterboer.
—¿Con qué tipo de obra se encuentra la gente que va a ver Radojka?
—Con una obra muy cuidada, muy probada. Radojka se viene haciendo hace tres años en Buenos Aires y allí funcionó súper bien. Es una obra que ganó muchos premios en momentos en que era protagonizada por Patricia Palmer y Cecilia Dopazo.
El libro es de dos uruguayos y cuando lo leí quedé encantada, es una obra dueña de un humor muy desopilante, el tipo de comedia que me gusta y además me gusta mucho ese humor. Son dos personajes que cuidan a una anciana, pasa algo allí en el medio y a partir de ese momento vemos qué es lo que está dispuesta a hacer cada una para no perder su trabajo. La obra es muy divertida, es un relojito, el director la probó y está todo medido hasta el último detalle. Con Emilia le fuimos metiendo nuestra impronta y creo que logramos un resultado muy divertido. El público llega sin saber bien de qué se trata esta propuesta y cuando van descubriendo y metiéndose en este mundo de las dos mujeres es impresionante la respuesta que obtiene este espectáculo.
—¿Cómo es la química que lograron con Emilia Mazer?
—Con Emilia no habíamos trabajado juntas, no nos conocíamos. En los ensayos primero y después en las funciones se ha mostrado como una gran compañera, una gran actriz, me encanta verla arriba del escenario y abajo también. Le pido algunos tips para estar más tranquila y me enseña ejercicios de relajación. La verdad es que nos llevamos súper bien. Ambas somos muy profesionales y estamos muy enfocadas en nuestro trabajo, lo hacemos con mucha alegría.
—¿Cuáles son sus planes para 2023?
—Por ahora estoy muy concentrada en Carlos Paz, pero el 20 de enero se estrena un podcast de cuentos para niños que es muy lindo y para marzo o abril voy a seguir innovando en esto de los podcast que me gusta mucho, es algo que yo escucho cuando salgo del teatro y que va a contar con entrevistas propias. Además, tal vez salgan algunas series y seguramente tendremos con Radojka la gira por el interior durante el año, ya que al ser pocas artistas en escena es más fácil de coordinar.
—Las plataformas, que se instalaron con fuerza en los últimos años, ¿favorecen al universo laboral de los actores?
—Pienso que antes, cuando había más ficción nacional, había mucho trabajo para los actores y además era trabajo para todo el año. Eso generaba más oportunidades: ahora falta esa tira que duraba todo el año y es una lástima. Yo me críe con eso. Una tira como ‘Verano del 98’ o ‘Chiquititas’, que los chicos veían cuando llegaban del colegio ya no existen. Eso para mí era divino, me encantaría que volvieran, pero con los números de hoy es muy difícil. Hay bastantes propuestas, pero cosas más chicas y no todos pueden acceder. Hay que buscar cosas nuevas, como cine y teatro, aprender a adaptarse.
Readaptación, concepto clave en el mundo Kloosterboer
Adaptación es una palabra que Marcela Kloosterboer emplea más de una vez a lo largo de la entrevista y parece ser una marca en su vida. Tiras, teatro, podcast, plataformas , convertirse en empresaria, son solo algunas de las facetas profesionales de la actriz.
“Hay que saber readaptarse. La vida va cambiando, cuando empecé tenía 12 años, ahora tengo 39 y dos hijos. El ritmo que llevaba en ese momento hoy no lo podría llevar, o tal vez sí podría, pero no es lo que quiero, entonces de bogenerar estar dispuesta a cambiar. Hay momento para cada cosa. Hoy priorizo mucho la crianza de mis hijos, estar presente para ellos, acompañarlos y por eso no quiero estar 12 horas afuera de mi casa. Las situaciones van cambiando”, dice.