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Fútbol social

Komar en Palestina

El defensor de Talleres se fue a Oriente para interiorizarse del del conflicto; y pretende encontrarse con la primera capitana de la selección femenina de fútbol de Palestina.

Juan Cruz Komar
El defensor del pueblo. La inquietud social llevó a Komar hasta Oriente. | CEDOC PERFIL

 

Nació en Belén. Esa oración ya es todo un ícono. Y desde allí se erigió como una voz revolucionaria. En las calles antiguas de esa legendaria ciudad, con seis años comenzó a jugar a la pelota con chicos y eso provocó la mirada prejuiciosa de su comunidad. Así se fue formando Honey Thaljieh, la cofundadora y primera capitana de la selección femenina de fútbol de Palestina.

Su historia de lucha es atrapante, como su oratoria para relatar sus vivencias. Una vida que no deja indiferente. Y alguien que siente que tiene que conocer a semejante emblema del fútbol mundial es el defensor de Talleres, Juan Cruz Komar.

Conocido es el compromiso social del marcador central, con un servicio a la comunidad en la ciudad de Córdoba e incluso con un discurso que difiere mucho al del futbolista profesional. En esta etapa de receso por las vacaciones y la llegada de la Copa del Mundo, Komar viajó en las últimas horas a pasar 15 días en Palestina. Su idea es ir a conocer desde adentro el conflicto que atraviesa aquel país, interiorizarse bien. Mientras organizaba el viaje buscó por diferentes medios contactarse con Thaljieh. Su intención es poder reunirse con ella, conocerla y aprender de su revolución.

¿Quién es Honey Thaljieh?

“Al principio solo era un hobby, pero me di cuenta de que me encantaba el fútbol. Luego empecé a crecer y después de la primera y la segunda intifada encaramos desesperación, destrucción, guerra. La mayoría perdió la esperanza”, explicó Thaljieh en una entrevista realizada al diario El País, de España, donde narró: “Todas las noches, los soldados asaltaban nuestra casa y nos sacaban fuera sin importarles la lluvia o el frío. Nuestro coche fue destruido, mi primo fue asesinado. Era muy duro ver los cadáveres en el suelo. Esas imágenes siempre están en la cabeza. A veces tienes pesadillas”.

Entonces, esta niña palestina encontró en el fútbol una forma de canalizar la rabia que el contexto le generaba. Pensó que con el fútbol podía conseguir algo distinto. Y lo hizo. “En lugar de sentirse sin esperanza, de la desesperación, se podía construir algo, dar esperanza a la sociedad y a las mujeres”, supo contar en un documental sobre su vida.

La génesis del futbol palestino femenino se gestó en la universidad de Belén, donde Thaljieh junto a una decena de chicas respondieron a un anuncio para formar un primer equipo. Al juntarse se dieron cuenta que habían sufrido estos años lo mismo: problemas en sus hogares, burlas de los chicos, entrenamientos en campos de mala calidad, estadios vacíos, etcétera y, lamentablemente, varios etcéteras más.

No obstante, a pesar de que muchas abandonaron, Honey y varias más persistieron. ¿Por qué? Sentían que jugando al fútbol eran libres.

En el 2005, una improvisada selección nacional femenina jugó el primer partido de su historia contra Jordania. Perdieron por goleada. Sin embargo, el triunfo había sido simbólico. La semilla estaba puesta. Había que esperar los frutos. Y en el 2008 la Asociación de Futbol de Palestina comenzó a apoyarlas y se organizó el primer torneo en el que participaron seis equipos.

Por estos días se cumplirán 10 años de aquel primer torneo. Ahora hay más de 650 palestinas inscriptas en la asociación de futbol y existe una veintena de equipos. También este año se cumple una década de la fundación del club Diyar, el primer club de fútbol femenino de Palestina, donde jugaba Honey Thaljieh, que en el 2009 colgó los botines por culpa de las lesiones.

Las estadísticas dirán que convirtió 17 goles en su carrera como futbolista profesional. La historia del fútbol femenino, en cambio, la expondrá como un mito. En el 2012 se convirtió en la primera mujer de Oriente Próximo en obtener un máster de la FIFA, donde actualmente trabaja y, además, colabora con cientos proyectos sociales relacionados con el fútbol.

Thaljieh entiende que el fútbol femenino de Palestina, gracias a su perseverancia y a su espíritu de lucha, está haciendo “una revolución”.

Por eso, hacia allá fue Juan Cruz Komar. Quiere conocer, aprender, interiorizarse y mucho más.

La frase que describe a Honey Thaljieh

“Como palestina, crecí bajo la ocupación y la opresión: mi identidad fue mi prisión. Como cristiana, viví en una sociedad musulmana dominada por el hombre. Como árabe, en un mundo con mucho racismo y estereotipos, mi etnicidad también se convirtió en mi prisión. Y por ser mujer, en una sociedad patriarcal, donde el fútbol era una actividad de hombres, mi género fue mi prisión. Todas estas identidades se convirtieron en mi prisión, pero también a través de ellas encontré la libertad para ser de la manera que soy”.

La frase que describe a Juan Cruz Komar

“El mundo del fútbol te pone en una burbuja de la que es importante salir. Vivimos en una realidad que mucha gente no puede ni contar, y a veces desde muy chicos. Sin tener conocimiento, manejarte en ese mundo, con dinero y fama, es complicado. Por suerte siempre he estado con mis amigos y familiares. Ahora por mi cuenta he ido a los barrios, a comedores que han tenido recortes, y no siempre con la caridad, porque ayuda pero no sana. Hay que buscar la forma de generar conciencia entre los jugadores. Es tristísimo ver cómo viven los chicos, que por ahí no tienen para comer. Si no nos metemos, no sabemos lo que pasa, y vivimos con lujos que a veces son innecesarios".