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CóRDOBA
MEA CULPA DE LUIS PAGANI

“La década del ‘90 fue mala porque perdimos muchas empresas nacionales”

El presidente de Grupo Arcor fue entrevistado por Miguel Clariá en el marco del 50° aniversario del ICDA. Reclama que se trabaje para llevar la pobreza a un dígito.

26-11-2017-Pagani
DIALOGO. Junto al periodista Miguel Clariá, Pagani analizó la coyuntura de la economía y los negocios. | Fino Pizarro

En el marco del 50° aniversario del ICDA, la Escuela de Negocios de la Universidad Católica de Córdoba, Luis Pagani, presidente de Grupo Arcor, realizó un mea culpa “de parte de los empresarios”, al afirmar que los años ´90 fue una década mala para las empresas nacionales. “Parecía que entrábamos con todo, pero al final el balance no fue tan positivo, sobre todo para las empresas del sector en el que se mueve Arcor, ya que muchas pasaron a manos de multinacionales. Hoy, una de las carencias que tiene el empresariado nacional es que entre las 100 compañías más importantes, casi todas son multinacionales. Creo que un país se hace grande si tienen empresas nacionales grandes”, sostuvo el empresario, quien fue entrevistado en el escenario del auditorio Diego de Torres por el periodista Miguel Clariá.

 —Desde Estados Unidos no llegan señales de aperturismo, sino de proteccionismo, ¿Qué es lo que se viene para la empresa en ese sentido? 

—Efectivamente. Quién iba a pensar, hace 30 años, que China, un país comunista hoy iba a defender el libre comercio y la globalización mientras que Estados Unidos, un país capitalista, iba a pedir protección. Creo que el proceso de globalización es imparable y esto es circunstancial. Hace un rato (el evento fue el jueves 23), en el aeropuerto hablaba con un ministro y le decía que está bien tener un acuerdo con Europa, pero si miro el mercado, las oportunidades están desde la India a Japón. Junto al periodista Miguel Clariá, Pagani analizó la coyuntura de la economía y los negocios. la India a Japón. Allí, el Mercosur tiene grandes posibilidades de exportar productos con marca, mientras que a Europa vamos a exportar commodities. Hay que apuntar a Oriente, ya que por ahí va a pasar el futuro en los próximos 20 años en cuanto al crecimiento del mundo. 

—La presencia de Arcor en Chile y los acuerdos que tiene ese país le dan otras posibilidades de abrirse más al mundo.
 
—Chile tiene una estrategia correcta, con 42 acuerdos comerciales con el mundo. Aprovechamos esa ventaja competitiva para exportar a Tailandia desde Chile, toda la Comunidad Andina tiene acuerdos con Chile. Argentina está observando la alianza del Pacífico, el presidente Macri se lo ha fijado como un objetivo. El Mercosur es un mercado clave, con Brasil con nuestro socio principal, pero tiene que seguir creciendo. 

—Si vas a jugar en la NBA, en un país con China, estás pensando en instalar plantas… 

—Ése es el sueño y va a ser una tarea para la tercera generación. Hoy, exportando a esos mercados asiáticos estamos en un 10%, pero si queremos jugar más fuerte, tenemos que tener plantas industriales. 

—En ese sentido, ¿cómo le fue a Arcor en India? 
—Es muy atractivo, porque a diferencia de China, tienen leyes ligadas a Inglaterra, lo mismo que el idioma, se facilita bastante. En China se avanzó pero cuesta. En India, las devaluaciones de la rupia nos han descolocado en los últimos 10 años, avanzamos y retrocedimos. Pero tanto a China como a India no son mercados para ir solos: hace falta un partner. 

—¿Y hay algo para contar? 
—No. Lo que pasa es que vos leíste el cable de Bloomberg…

—Por eso pregunto… 
—La idea venía por el lado de emitir una OPA (N. de R.: Oferta Pública de Adquisición). Yo dije: creo que por el momento no se justifica, salvo que mañana hagamos algo importante en Asia con un socio… y el periodista interpretó que estábamos buscando un socio. Ni te cuento lo que pasó en estos últimos 15 días… recibimos llamados de abogados, de bancos, todos preguntando… 

—¿Qué techo tiene Arcor? 
—El techo uno nunca lo puede ver. Soy optimista, siempre hay que ser optimista, no se permite el pesimismo. Al techo no lo veo. 

—¿Las condiciones en el mundo empresario y en la Argentina te permiten ser optimista? 
—Vamos a separar la pregunta en dos: yo soy optimista respecto a la Argentina porque veo una sociedad que quiere un cambio, y esto lo demostró en la última elección. Estar los últimos 14 años fuera del mundo nos dejó aislados, lo cual no es bueno, pero tampoco deberíamos repetir el error de los ‘90 de abrirnos tontamente, porque en ningún lugar del mundo regalan mercados. No sirven los extremos y en eso me parece que el Presidente la tiene bastante clara. Hay sectores que ya empiezan a moverse, como la construcción, con los créditos hipotecarios, la parte agrícola. Tal vez lo que está faltando es darle una mano a las pymes, que lo necesitan. ¿Qué me preocupa? El 30% de pobreza es muy preocupante y el hecho de que el 48% de los chicos que nacen son pobres. Qué país vamos a tener o qué negocios vamos a poder hacer en 15 años es una incógnita. Los empresarios, los políticos, tenemos que tener un plan, llevar la pobreza a un dígito se puede. 

—¿Es compartido, en serio, esta preocupación en los empresarios? 
—Sí, sí. Es básico el tema de la educación.

—¿Qué deberían hacer los empresarios de manera en seria, clara y que sean percibidos como protagonistas esenciales de un mundo mejor? 
—La imagen del empresario en Argentina está distorsionada, porque muchas veces la prensa pone al empresario de la noche o aquellos ligados al fútbol, y creo que es más que eso. Estoy hablando de pequeños empresarios que tienen pocos empleados y ponen su capital. Bajar la pobreza es un compromiso de todos.