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CóRDOBA
CÁCERES DE BOLLATI

“La Justicia de Córdoba nunca se paralizó, mi balance es positivo”

La vocal del Tribunal Superior de Justicia y presidenta del cuerpo hace un repaso del año judicial en plena pandemia. Responde a las críticas de abogados y gremios.

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TEXTUAL. “Tengo la convicción que la Justicia de Córdoba brindó una respuesta con dos pautas fundamentales: atender las necesidades de justicia de la gente, sobre todo de los más vulnerables, pero al mismo tiempo cuidar la salud de todos los actores que intervienen”. | CEDOC PERFIL

En un año atípico en todos los ámbitos, la Justicia provincial no fue la excepción a la regla, y también vivió un período extraordinario como consecuencia del Covid-19, la cuarentena y todas sus derivaciones, con cambios que llegaron para quedarse en la vida judicial y otras situaciones que sirvieron para desnudar fragilidades y debilidades del denominado servicio de justicia.
María Marta Cáceres de Bollati, presidenta del Tribunal Superior de Justicia dialogó con PERFIL CÓRDOBA e hizo un repaso y balance del 2020, y también de su propia gestión a punto de finalizar como autoridad máxima del TSJ.
Según Cáceres de Bollati el recuento global de la actividad durante este año es con saldo favorable: “Para todos ha sido un año traumático y muy angustiante. Con muchos cambios en todos los aspectos de nuestras vidas y de todas nuestras actividades. El efecto de la pandemia también impactó en la Justicia. De todos modos, si tengo que hacer un balance es positivo. A lo mejor soy netamente optimista, pero creo que la Justicia en Córdoba dio una respuesta. Siempre puede ser mejor, por supuesto. Y habrá quienes opinen que pudo ser mejor”

—¿Y en qué se basa para afirmar que el balance es positivo?
—Tengo la convicción que la Justicia de Córdoba brindó una respuesta con dos pautas fundamentales: atender las necesidades de justicia de la gente, sobre todo de los más vulnerables, pero al mismo tiempo cuidar la salud de todos los actores que intervienen. El equilibrio entre esos valores fundamentales es importante y creo que lo logramos, por eso insisto en que mi balance es positivo. Y fue posible por el gran compromiso de la gente del poder judicial, de los abogados, de los contadores, entre otros. La mayoría tuvo una postura madura y comprensiva.

—¿Entonces, a su criterio, la Justicia estuvo a la altura de las circunstancias?
—Creo que sí. Por supuesto que el arranque fue difícil porque se dio en un contexto inédito, no esperado por nadie, el mundo se sorprendió y nosotros no estábamos ajenos a eso. La respuesta, en lo inmediato y con las limitaciones que tuvimos, fue positiva.
En esa circunstancia, nosotros nunca hablamos de feria judicial y no fue solo una cuestión terminológica, fue un objetivo: no tener una feria, sino una actividad que pudiera dar respuestas dentro de las limitaciones sanitarias que no podíamos eludir.

—¿Nunca estuvieron parados, sin funcionar?
—Lo repito casi como un dogma: La Justicia de Córdoba nunca se paralizó. Obviamente que la respuesta fue evolucionando a medida que tuvimos las herramientas tecnológicas. La utilización del expediente electrónico en todos los fueros desde el año pasado fue superlativa para poder avanzar, pero lógicamente faltó. Los primeros días tuvimos que acudir a soluciones rápidas, tuvimos que “aggiornarnos”. Incluso para aquellos que tenían una mínima resistencia a la digitalización, la pandemia ayudó a suprimirla, porque lógicamente todos queríamos seguir trabajando, y esa era la única forma y la única vía.
En ese sentido, que Córdoba a partir del expediente digital y de otras implementaciones que veníamos haciendo, estuvo en mejores condiciones, y hoy tiene todas las herramientas digitales disponibles.
Si usted hoy recorre tribunales puede darse cuenta de que son muy pocos los abogados que van presencial. Todas las actividades las están pudiendo hacer de manera remota.

—¿Las perspectivas para el año que viene, es de una actividad similar a la del 2020?
—Hay cuestiones de la digitalización y de la actividad remota que me parece hay que mantenerlas y posiblemente sigan con estas modalidades, pero otras actividades requieren de la presencialidad, aunque siempre en el marco del cuidado sanitario.
En ese punto quiero destacar que el Poder Judicial de Córdoba tuvo un número de contagios relativamente bajo con relación a la cantidad de miembros que lo componemos, y con contagios que, en general, fueron externos, no dentro de tribunales. Esto significa que si los protocolos se cumplen se minimizan los riesgos. Aún los empleados que han tenido el virus no contagiaron a la gente con la que trabajaban porque se han respetado los protocolos. En eso hemos puesto el acento a rajatabla en las medidas de bioseguridad. Y creo que en el aspecto sanitario también el balance es positivo.

—Tanto desde el gremio como desde el sector de los abogados fueron muy críticos con algunas decisiones y con el funcionamiento de la justicia durante la cuarentena. ¿Entendió esas críticas, las comparte?
—Respeto mucho los roles y creo que las autoridades colegiales se hicieron eco de una situación angustiante de todos sus asociados, y eso lo entiendo. A quienes no podían trabajar, y cobran su sueldo en la medida en que trabajan lógicamente les genera angustia. Posiblemente esperaron una respuesta inmediata que, desde lo tecnológico, fue bastante rápida. Desde lo sanitario no la podíamos dar. Teníamos decretos nacionales que nos impedían la circulación, que no autorizaba a los abogados a ir a su estudio. Se dio un cúmulo de situaciones que, aunque hubiéramos querido una mayor apertura, estábamos impedidos por las medidas sanitarias. Por eso agudizamos la creatividad e intensificamos la actividad remota. Pero entiendo la situación angustiante por la que tuvieron que atravesar.

—Hay un punto recurrente en el debate público, y es la relación del poder político, del gobierno con el poder judicial. Usted lleva dos años como presidenta del Tribunal, ¿qué consideración hace de esa relación?
—La relación es la de siempre, el poder Judicial de Córdoba ha tenido una relación de absoluto equilibrio y respeto por la independencia ylo que es el ámbito de competencia de cada uno, y eso no ha variado en estos tiempos. Creo que es una gran fortaleza de Córdoba, el respeto a esa independencia.
La hemos tenido, la seguimos teniendo y entiendo que así seguirá siendo porque es la forma en que funcionan las instituciones en nuestra Provincia. Siempre destaco la gran institucionalidad que tiene Córdoba.

—¿Le generan inquietud las críticas que, desde el gobierno Nacional y principalmente desde el kirchnerismo, hacen de manera constante al funcionamiento de la Justicia?
—Las críticas han sido direccionadas a la Justicia nacional, no a la provincial; por lo cual concretamente no nos alcanza. Ahora eso no quita que las críticas que se nos hagan no deban ser analizadas y reflexionadas. 

Perspectivas 2021 y dejar la presidencia. Cáceres de Bollati considera que el principal objetivo de la Justicia para el próximo año será el de mejorar y consolidar una respuesta rápida a los sectores más vulnerables: “Esos son los grupos que más necesitan de la Justicia”.
Además asegura que la otra finalidad será la de fortalecer la justicia digital. “Eso garantiza una respuesta más efectiva, más rápida y más transparente”, recalca.
Después de dos años como presidenta del Tribunal Superior, Cáceres de Bollati dejará ese lugar y en los próximos días se nombrará a su reemplazo para el año que viene. En ese punto hizo un breve repaso de su mandato: “Siento que hemos alcanzado varios de los objetivos que nos propusimos en el 2019, y algunos los tuvimos que acelerar durante este año. Muchos cambios que iban a venir gradualmente los tuvimos que hacer de manera vertiginosa, pero lo importante es que los tenemos. Por lo tanto, desde ese punto de vista, el balance es positivo”.

El año judicial en números según el TSJ. Un relevamiento de la actividad judicial durante el 2020, que será publicado antes de finalizar el año, considera que la actividad -a pesar de la pandemia y de la cuarentena- fue similar a la del año anterior. Según se destaca, por ejemplo en causas nuevas, sentencias, decretos, audiencias y oficios electrónicos tuvieron una actividad equivalente al 70 o al 100% (en algunos casos mayores) que las del 2019.
“Los números reflejan que tuvimos una actividad prácticamente normal. Por ejemplo, la productividad de las salas del TSJ han sido superlativas con respecto a otros años”, resalta Cáceres de Bollati.

Su experiencia con el coronavirus. Los primeros días de octubre Cáceres de Bollati comunicó que había dado positivo de coronavirus. Si bien casi no tuvo síntomas, contó cómo fue pasar por esa situación: “No termino de agradecerle a Dios que lo transité de una manera muy leve. Fue casi menos que un resfrío, seguí trabajando con tranquilidad. Espero que me haya dado algo de inmunidad. Me hizo pensar en la situación angustiante de tanta gente y justo coincidió con la muerte del Dr. Paoloni. Eso conmueve mucho”.