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CBI CORDUBENSIS

La Justicia Federal se apresta a develar cómo murió Jorge Suau

A más de cinco años, dos tribunales preparan resoluciones. El TOF2 que juzga a 16 personas por la financiera ilegal incluirá un pronunciamiento sobre la muerte del financista. Aval a la hipótesis de suicidio del exfiscal Emilio Drazile.

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CINCO AÑOS. Se especuló en este tiempo con un homicidio, suicidio o suicidio inducido. Sus últimas horas de vida evidencian la desesperación de Jorge Suau por la debacle de CBI. | Fino Pizarro

“Suau mató a Suau”, fue el comentario que PERFIL CORDOBA recogió en el palacio de tribunales federales la semana pasada. Lo pronunció un investigador que tiene sobre su escritorio el expediente abierto para dilucidar cómo y por qué murió Jorge Suau, exvicepresidente de CBI Cordubensis, el 13 de febrero de 2014.

Cada detalle está bajo la lupa con la expectativa de adoptar una conclusión final al enigma que pervive desde hace más de cinco años.

Un día más tarde, desde el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) informaron a este medio que en la sentencia que emitirán sobre el juicio que se desarrolla contra 16 personas por la actividad de la financiera CBI Cordubensis SA, “seguramente” habrá una referencia precisa sobre las circunstancias de muerte del financista. Una fuente fue más allá y anticipó: “Lo vamos a resolver en el juicio”.

Ambos elementos aportan certeza a un inminente pronunciamiento de la Justicia Federal. En ambos casos, la hipótesis es la misma que analizó en los inicios de la investigación el jubilado fiscal de Instrucción de Alta Gracia, Emilio Drazile: se habría tratado de un suicidio.

Luego, la causa pasó a la Justicia Federal porque el contexto en que se produjo fue el desplome de la financiera ilegal que se investigaba en los tribunales del parque Sarmiento.

El cuerpo del financista fue hallado en la tarde del 13 de febrero de 2014.

La declaración testimonial que brindó su novia, Karina Asef, permite reconstruir qué hizo y cómo transcurrieron las últimas horas de vida de Jorge Suau. Durante el juicio que se desarrolla en el TOF2 señaló que, si bien no convivían bajo el mismo techo, desayunaban y cenaban juntos. El 13 de febrero ella fue al departamento de Suau a las 8.30; pero no compartieron ese día el desayuno. Él estaba enfrascado frente a su computadora. Subrayó que lo vio preocupado y trasnochado.

Le dijo que al mediodía le enviaría un correo electrónico con indicaciones sobre lo que debía hacer. Y le pidió que esa circunstancia no la comente a nadie. Tal como le había anticipado, lo hizo.

Ella recibió en su correo el mensaje con la carta, cuyo contenido guió los primeros pasos de la pesquisa sobre CBI. La imprimió y la entregó el viernes siguiente, cuando su novio ya estaba muerto. El fiscal federal Enrique Senestrari, y el camarista Ignacio Vélez Funes, fueron los destinatarios señalados por Suau a quienes Asef entregó una copia.

El resto de los datos están en el expediente judicial.

Búsqueda. La computadora personal del financista arrojó un dato. El 12 de febrero, un día antes de su muerte, a las 13.21 horas realizó una búsqueda en internet sobre las diez maneras más efectivas para quitarse la vida. En ese menú del sitio Taringa, aparecía una modalidad que coincide con la escena hallada, luego, en la camioneta Toyota Hilux donde apareció su cuerpo.

Un bidón destapado lleno de nafta, que había comprado minutos antes; la cabina del vehículo cerrado herméticamente por dentro; la segunda copia de la llave en la guantera; un mensaje de despedida dirigido a su familia; son indicios de su aparente decisión de poner fin a su existencia.

Si bien el motor del vehículo estaba apagado, se presume que mientras estuvo consciente lo mantuvo encendido hasta que se desvaneció.

La autopsia determinó que la muerte ocurrió por “asfixia tóxica por monóxido de carbono”.

Últimos movimientos. Era la siesta del 13 de febrero, un día tórrido de verano. Después de mandar el mail, pasado el mediodía, se habría dirigido a la estación de servicio Shell, ubicada en Avenida Armada Argentina, a cuadras del cruce con la Circunvalación. Compró la nafta con la que llenó el bidón y habría salido de la ciudad hasta tomar la ruta C-45, en cercanías de Rafael García. Cámaras de seguridad del sector permiten establecer ese recorrido.

Estacionado al margen del camino, habría permanecido allí con el motor encendido hasta desvancecerse. Falta determinar cómo se produjo técnicamente la combustión fatal. A las 17.05 horas de ese mismo día fue encontrado el cuerpo de Suau sin vida

 

DESESPERACION POR LA CAIDA DE CBI

Los mensajes telefónicos de Jorge Suau días antes de la debacle, permiten configurar su estado de ánimo, el manejo de Eduardo Rodrigo (presidente de CBI) y la inminente caída de la financiera.

El 11 de febrero de 2014 le escribió a Rodrigo: “Para lo que necesites estoy, es importante que armemos un plan y si lo tenes, saberlo, abrazo.”

Otro iba dirigido a un amigo, Sergio F.: “Buen día. Te paso el parte, Eduardo Rodrigo está en la trinchera y quiere atender a toda la gente, se siente con fuerza para resistir, cree que es la vía, yo sigo poniendo la cara con los clientes”.

La pericia psiquiátrica realizada pos mortem estableció que expresaba “tensión intrapsiquiátrica”, un “empobrecimiento de los niveles de satisfacción vital” y un cuadro depresivo con “reducción de la pulsión de vida”.

La tensión provocada por la corrida que provocó el desmoronamiento, cual castillo de naipes, de CBI, habrían sido insoportables para una personalidad como la de Suau que debía enfrentar a los clientes desesperados por los rumores de la caída que exigían el pago de sus acreencias.