COVID-19, pandemia, contagio, aislamiento, cuarentena, suspensión de vuelos, aeropuertos vacíos, cierre de fronteras, viajes postergados o reprogramados, hoteles cerrados, gente con barbijos. Es una suscinta descripción del turismo en tiempos de coronavirus.
A los efectos y consecuencias los veremos más adelante, aun no se sabe cuándo, pero no hay dudas de que serán durísimos para el sector.
En medio de un mundo que no estaba preparado para recibir a este minúsculo virus con forma de gotita, con una potente capacidad de contagio y que no respeta razas, colores o clases sociales, quienes andaban de viaje descubrieron que lo más importante y a la vez difícil, era volver a casa.
Fue el caso de varios cordobeses cuyos nombres nos reservamos pero que son tan reales como las situaciones que les tocó vivir.
De Estados Unidos
A.B. estaba en Estados Unidos, en un famoso centro de esquí al que había llegado por el sistema de work and travel (trabajo y viaje) que permite a jóvenes tener la experiencia de trabajar, perfeccionar idiomas y pasear.
Su regreso estaba pautado para mañana, 23 de marzo, pero ante la suspensión de los vuelos de las compañías aéreas y el cierre de fronteras, su vuelta se complicaba. Decidió entonces adelantar el viaje pero se encontró con que los aviones de la empresa extranjera en la que había comprado sus pasajes, estaban absolutamente llenos.
Comenzó entonces un derrotero ‘virtual’ de comunicaciones y mensajes de WhatsApp desde donde estaba hacia Córdoba. Luego de gestiones varias, que contaron con la predisposición de las autoridades de la aerolínea, desde Utah (EEUU), donde estaba, logró llegar a Panamá y el pasado martes arribó al aeropuerto Taravella.
Miami
Otro cordobés, J.M.N., andaba de vacaciones por Orlando y Miami y tenía pasaje de regreso con Avianca para el 26 de este mes. Ante la situación planteada con el ultimátum de la suspensión de vuelos y cierre de fronteras, intentó adelantar la vuelta pero no había posibilidades porque la compañía estaba colapsada en su capacidad.
Luego de intentar varias alternativas con otras líneas aéreas, incluso la compra de un pasaje en Aerolíneas Argentinas que algún inescrupuloso le cotizó en US$ 2.500 (AR informó que el pasaje Miami-Ezeiza costaba US$ 500), consiguió un asiento en la Línea Aérea Boliviana (LAB). Luego de una escala en La Paz, el pasado miércoles llegó a Córdoba.
En México
También M.M.N. junto al esposo y su pequeño hijo (2) estaban de vacaciones en Cancún, México, con vuelta programada para mañana lunes. En ese destino caribeño, hasta el martes, había un solo caso de coronavirus y los hoteles estaban trabajando al 94% de su capacidad.
Decididos a regresar antes, se contactaron con las oficinas de LATAM y no tuvieron problemas en conseguir la reprogramación de los pasajes sin cargo adicional. Ayer les cancelaron el vuelo, pero hoy estarían regresando a Córdoba.
En Brasil
También los cordobeses J.S. y su cónyuge M.O., se encontraban en un congreso a 150 km de San Pablo, en Brasil. Tenían ticket de regreso en Aerolíneas para mañana y se lo reprogramaron para el 11 de abril.
Ante la posibilidad de que el gobierno brasileño, que hasta ahora no ha adoptado medidas restrictivas, termine adoptándolas, estimaron adecuado tratar de volverse antes.
En el caso de Aerolíneas, tienen prioridad sus pasajeros o los de las compañías de la alianza Skyteam (que integra AR). En este caso, los pasajeros deben solicitar el ‘endoso’ de sus pasajes a la aerolínea con la que quieren viajar.
No es fácil la gestión, pues las empresas son reacias a esta operación. Sin embargo, dada la situación de emergencia, algunas están flexibilizando esa alternativa.
En definitiva, la pareja en cuestión arribó al país ayer a bordo de un vuelo de repatriación de AR.
India
M.G.D. estaba en India, país en el que el coronavirus no pegó tan fuerte como entre sus vecinos asiáticos. Volver desde allí, en medio de la pandemia, suena a épico. En este caso, el trámite fue más complicado.
El pasajero debía costearse un vuelo hacia Madrid o Miami para ver si en alguno de esos destinos podía abordar uno de los aviones de repatriación de Aerolíneas. Como tienen prioridad los pasajeros de AR y de la alianza Skyteam, debía pedir el endoso de su ticket para lo cual la compañía le tiene que entregar un formulario firmado en el que manifiesta que al pasaje lo pagará AR y a qué valor. Luego, llenar el formulario de Cancillería para ser incluido en la nómina de viajeros a repatriar y esperar a que llegue el vuelo salvador.
La otra alternativa era volar rumbo a África y de allí a Brasil, para tratar de abordar un vuelo de LATAM o Aerolíneas. Finalmente, esta fue la opción elegida y ayer arribó a Ezeiza a bordo de un avión de AR.
Todos ellos seguramente estarán felices de haber vuelto a casa, pero ahora les toca como a todos hacer el aislamiento en sus hogares.
