El pasado viernes al mediodía eran el día y el horario indicados para que se conociera qué empresas habían decidido presentarse a la licitación para prestar un servicio clave en la ciudad de Córdoba: la recolección de residuos. Sin embargo, en el Municipio entendieron que no era la hora señalada, por lo que se decidió que esto se conozca recién después de las elecciones. Con un acto que se llevará a cabo el 27 de octubre, cinco días después de las Legislativas.
Desde los principales despachos del Palacio 6 de Julio, los funcionarios municipales, con el intendente Ramón Mestre a la cabeza, se encargaron de afirmar que el principal motivo radicaba en la intención de que se sumaran más empresas al llamado a licitación. Sin embargo, detrás de esa afirmación, oficialistas y opositores abren el juego a otros actores que determinaron esta situación. A Lusa y Cotreco, surgieron en los últimos días nombres de peso como el de Nicolás Caputo, amigo personal del presidente Mauricio Macri; o Hugo Moyano, de viejo enfrentamiento con Mauricio Saillén, el líder del sindicato de recolectores de Córdoba.
Todos nombre que agitan una disputa por el contrato millonario con la Municipaidad a ocho años, con una prórroga por dos más y detrás de uno de los contratos que mayor erogación significa para el Ejecutivo municipal.
La disputa sindical. Hace un largo tiempo que Moyano y Saillén, el titular del Surrbac, gremio que aglutina a los recolectores cordobeses, mantienen un duro enfrentamiento que atravesó todo tipo de capítulos que se puedan imaginar. Y en esta oportunidad, la sola mención de Ecohabitat-Emepa como una de las posibles anotadas en la carrera por la licitación, encendió un alerta en la familia Saillén.
Sucede que la empresa es vinculada a Moyano, a quien también se asocia con otra empresa del mismo rubro: Covelia. Entonces, la señal en la cúpula del gremio de recolectores cordobeses motivó que se piense en un plan de lucha y resistencia. Situación que hubiera sumado ingredientes a la tensión que se desató en todo este año entre el mestrismo y los gremios, pero con un agravante: una medida de fuerza prolongada del Surrbac se hubiese traducido en un grave problema sanitario a poco más de un mes de las elecciones.
A mediados de julio, y en pleno conflicto entre el Suoem y el Municipio, un funcionario que ocupa uno de los principales despachos del Palacio 6 de Julio, se sinceró con respecto al enfrentamiento entre los caudillos sindicales: “esa deuda, Moyano la va a terminar saldando”. Casi asegurando que la rivalidad se mantiene latente.
El factor Caputo. Según trascendió, Caputo, el alter ego del presidente Macri, es otro de los interesados en el millonario negocio que representa la basura en Córdoba. El empresario ya se había interesado en los pliegos de Cormecor a principios de este año y ahora vuelve a sonar.
El Grupo Vega-Caputo se anotó en la carrera con la empresa LimpAR, y se sumó a la española Urbaser, la peruana Petramas –también figuran en el proceso por Cormecor-. Impsa, del Grupo Pescarmona, y las ya mencionadas.
En este mapa, el apellido Caputo no es uno más en el radar del Gobierno de Mestre, socio político de Macri. Habilitar el ingreso del empresario en esta discusión, pone también la lupa en la relación entre el líder del PRO y el radical, con una elección que se aproxima y en un distrito clave para ambos: no solo para octubre, sino también rumbo a 2019.
Lusa y Cotreco, quieren retener. Desde el momento en el que se inició esta discusión, la oposición sostuvo que era un pliego hecho a la medida de Lusa y Cotreco, las actuales concesionarias del servicio. En contacto con este medio, un concejal opositor sostuvo que “hace un tiempo que los procesos licitatorios de la Municipalidad, son raros”. Y puso como ejemplo los llevados a cabo por estacionamiento medido y el Parque Educativo Zona Este, donde agregó que se mencionan varias firmas interesadas y terminan pocas anotadas.
En el mismo arco opositor, otro edil dejó abierto el manto de sospecha sobre los nombres que empezaron a circular y dijo que “a lo mejor se monta este escenario, y en dos meses son las mismas empresas que están ahora”.
En el empresariado, Horacio Busso, presidente de Cotreco, defendió la “localía” de su firma y hasta se mostró confiado en el desenlace del proceso licitatorio. Cree que, ante las internacionales, las empresas argentinas se impondrán por las “variaciones del dólar”.
En este escenario, la postergación sembró dudas de las que pocos prefieren hablar. Menos en el oficialismo, donde el pedido desde Casa Rosada, en el último tramo de un año electoral fue “hacer la plancha”. Sin tocar algo que pueda dañar la imagen de Cambiemos en el distrito.