“Queremos ganar Córdoba”. Esa fue la frase que más repitió Federico Di Benedetto, el secretario de Comunicación del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta en sus encuentros –por separado- con los referentes cordobeses de Juntos por el Cambio. Sin embargo, el ‘cerebro’ discursivo de la gestión porteña, el dueño del joystick de lo que se dice y cómo se dice, y para muchos “el (Marcos) Peña de Horacio”, como lo definió un integrante con peso dentro de la filial cordobesa, no se fue tranquilo por el clima de indefinición que vive la coalición local.
Por separado, el larretista Di Benedetto se juntó con los Negri, con Héctor Baldassi, con el sector orgánico del PRO, con el entorno de Rodrigo de Loredo y con Luis Juez. Mostró encuestas que favorecen al senador como candidato provincial en el 2023 y clamó unidad. “Si no están todos juntos, no se gana”, deslizó en un par de charlas de café.
Sin embargo, para mala fortuna del emisario del alcalde porteño, los últimos días y los que vienen serán con marcada tensión dentro de Juntos por el Cambio en Córdoba. Porque la discusión por la re-re que habilitará el peronismo en la última semana de junio en la Unicameral, tras el pedido formal de un nutrido grupo de intendentes de todos los espacios, como adelantó el sitio LPO el pasado viernes, reaparecerán fricciones que deberán disimularse al máximo en la coalición.
Un problema interior. “La re-re nos va a traer problemas a nosotros. Es indudable, porque no todos vamos a mirar para otro lado; algunos saldremos a criticar el oportunismo del schiarettismo y otros, probablemente en el PRO, volverán a mirar para otro lado y hacerle el caldo gordo al PJ. El peronismo debe pagar un costo”, disparó sin pudor a PERFIL CORDOBA un radical que sigue las conversaciones de la coalición y que estuvo en una de las reuniones con Di Benedetto.
En el ala amarilla, tampoco guardaron contundencia: “todos dicen que están en contra, pero sabemos que es un kil… que va a explotar para todos lados”, lanzó un conocedor del microclima PRO en la Unicameral.
El juecismo, por su parte, no juega en esta porque no tiene bancas en la Legislatura. Aunque, a pesar de eso arrastra el antecedente de diciembre con el duro cruce por apuestas on line entre el senador Juez y el legislador PRO, Darío Capitani. Sobre aquella discusión, a este diario reconocieron que hay conversaciones “para que los de afuera no se metan”. Los que hablan con Juez dicen que evita referirse al tema para no erosionar su difícil vínculo con los intendentes radicales ni entorpecer las recorridas que viene haciendo por el interior.
De Loredo, optaría por el mismo silencio; pero el negrismo quiere salir al cruce.
La otra cuestión es el pedido a los jugadores nacionales para que no intercedan en esta discusión como lo hizo Patricia Bullrich en diciembre. “Tienen sus propios líos, sería una locura que también quieran opinar de lo que pasa acá. Aparte, cuando la tiraron abajo en Buenos Aires hubo enojo de María Eugenia (Vidal)”, la exgobernadora bonaerense que estará en Córdoba en unas semanas.
El laberinto del reglamento. La otra disputa está en el nulo avance del reglamento tras la conformación de la mesa técnica que se anunció con mucha expectativa en marzo pasado. “Hay mucha ansiedad y egos, falta la ingeniería”, describió a este diario un radical.
Todos saben que Elisa Carrió en su reciente y polémica escala le recomendó a su alfil local, Gregorio Hernández Maqueda, avanzar por su cuenta. Mientras que, los dueños de la lapicera del PRO y el mestrismo, que son quienes tienen esa botonera en la UCR, también afinaron contactos.
“No se podrá avanzar en nada si no se aceptan algunas condiciones del radicalismo que en esto tiene mucha experiencia. Hay que simular la interna y por eso Juez y Rodrigo están de recorrida”, dijo una fuente que ratifica los contactos entre la UCR y el PRO.
Juez quiere evitar la interna de cualquier modo y De Loredo, con números en la mano, quiere esperar a ver cómo están las encuestas en diciembre. El resto, en su gran mayoría coincide con dar a conocer los candidatos entre febrero y marzo; y descartar ese operativo previo al Mundial.
Musculatura PRO. Por su parte, los amarillos entraron al gimnasio en grupo y quieren cerrar filas. Parte del PRO en Córdoba pierde paciencia con Juez a pesar que desde Buenos Aires sigan llegando encuestas que lo ponen por encima de Martín Llaryora en el interior.
“Hay que esperar”, repiten varios referentes locales y apuestan al impacto de la escena nacional en Córdoba. “Se entró en una pausa que nos favorece a nosotros. Había un proceso natural en el tiempo y se incomodó a los que venían surfeando la ola. ¿Por qué el PRO entraría en la dinámica del radicalismo y Juez?”, lanzan y descartan el respaldo a una fórmula provincial que los deje afuera.
Aseguran que ése sería el factor que los empuje a ir con candidatos propios, advierten que las referencias nacionales de peso pertenecen a su partido y aconsejan al radicalismo a seguir los pasos que se marquen desde la UCR Nacional.