Los Juegos Panamericanos de Lima marcarán un antes y un después para muchos deportistas argentinos. Los que obtengan medallas se asegurarán, al menos por un año más, la ayuda económica que otorgan el Ente Nacional de Alto Rendimiento (Enard) y la flamante Agencia del Deporte Argentino (ADN). El resto, sólo Dios sabe.
En setiembre habrá una revisión del listado de becas –en la actualidad son 999 entre atletas convencionales y adaptados, entrenadores y jóvenes talentos– y la selección tendrá como eje uno de los conceptos predilectos del gobierno macrista: la “meritocracia”.
“Un mal resultado te puede dejar sin apoyo y eso es terrible. Es un sistema muy tajante y me parece que no está bien”, advirtió meses atrás a PERFIL CÓRDOBA la triatleta cordobesa Romina Biagioli, quien representará a nuestro país en el evento que se realizará en la capital peruana del 26 de julio al 11 de agosto próximos.
Fue una de las pocas voces que se levantaron. “A los chicos les dicen ‘si hablan, no cobran más’. ¿Qué van a decir?”, denunció a principios de este año Rodolfo Paverini, titular de la Confederación Argentina de Deportes.
“Después de los Panamericanos habrá una merma significativa en el apoyo que reciben los deportistas de nuestro país. Las decisiones políticas del actual gobierno nacional son las que han llevado a este ajuste despiadado. Está claro que hoy la prioridad es pagar la deuda al FMI”, enfatiza Claudio Morresi, quien fue secretario de Deportes de la Nación entre 2004 y 2014.
“No está mal que se exijan resultados, pero primero hay que generar las condiciones y los mecanismos necesarios para ello. No se puede aplicar un modelo del primer mundo sin una planificación a largo plazo”, opina Mariano Reutemann, vocal del directorio de la Agencia Córdoba Deportes. “Es evidente que se está apretando por una cuestión económica”, subraya.
“Es como sacar a un chico de la primaria, ponerlo en la facultad y decirle que tiene que aprobar todas las materias con diez. Se eleva mucho la vara y el riesgo es quedarse sin deportistas”, agrega el windsurfista olímpico en Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012.
Desde otra perspectiva, el sicólogo deportivo Walter Abregú sostiene: “El alto rendimiento sólo se logra con una preparación integral del atleta y con una ayuda económica que le brinde la tranquilidad necesaria para poder enfocarse en su rendimiento y llegar a su máximo potencial”.
Y puntualiza: “La obtención de una medalla es el sueño de todos en este nivel de competencia, pero es un proceso largo que hay que acompañar. Condicionar ese apoyo es destruir la esencia del deporte de elite”.
Ajusten los cinturones
En 2019 el Ministerio de Hacienda destinó para el deporte un presupuesto de $991 millones, lo que implicó un recorte del 10 por ciento respecto a los $1.100 millones con los que contó la extinta secretaría del área en 2018. A eso hay que sumarle una inflación anual acumulada del 47 por ciento. La brecha asciende a 22 millones de dólares, si se tiene en cuenta la cotización de la divisa estadounidense en el momento de asignación de cada partida.
“Por donde lo mires, es terrible lo que está pasando con nuestro deporte”, manifiesta Morresi. “No es más ni menos que es un reflejo de la situación general. Sería incoherente que no ajustaran a la actividad deportiva en un país donde se recorta en salud, educación y ciencia, se flexibilizan las jubilaciones y hay cifras inmensas de quita de fuentes de trabajo”, destaca el ex futbolista de Huracán, River Plate, Vélez Sarsfield y Platense.
La crisis del deporte se manifiesta a diario en las redes sociales, donde muchos atletas piden ayuda económica para sostener sus carreras. “La situación del país golpea directamente al alto rendimiento. Los costos de preparación son muy elevados y para los deportistas se hace muy cuesta arriba”, puntualiza Reutemann.
“Varios de ellos nos han pedido trabajo en los últimos tiempos”, añade el responsable del manejo de las disciplinas federadas de la Agencia Córdoba Deportes.
En Lima 2019 Argentina pondrá en escena a alrededor de 535 deportistas. Hasta ahora son 30 los cordobeses –entre atletas, entrenadores y árbitros- que integrarán la delegación. En Toronto 2015, la anterior edición de los Juegos Panamericanos, hubo 467 competidores de nuestro país, que obtuvo el séptimo puesto en el medallero con una cosecha de 74 preseas.
En el último listado de becas difundido por el Enard figuran 44 deportistas cordobeses. Allí se precisan seis categorías diferentes de asignaciones (Proyección Panamericana, Sudamericana, Excelencia Deportiva, Proyección Olímpica, Excelencia Olímpica, BIS Clasificado Nominal Olímpico y Honor Olímpico) y, salvo contadas excepciones, los montos que cobran los atletas oscilan entre 7 mil y 20 mil pesos mensuales.
“Esta política de ajuste puede llegar a condicionar seriamente el futuro del deporte en nuestro país”, considera Morresi, quien más allá de este diagnóstico pesimista parece ver algo de luz al final del túnel. “Más allá de que los atletas no sean personas que estén acostumbradas a hacer declaraciones de tipo político, no tengo dudas de que en octubre, cuando la ciudadanía tenga la chance de expresarse en las urnas, habrá una respuesta contundente de la comunidad deportiva”, destaca el ex funcionario.
El "modelo cordobés"
A través de un decreto de necesidad y urgencia, el presidente Mauricio Macri eliminó la Secretaría de Deportes de la Nación y la reemplazó por la Agencia de Deporte Nacional –“un organismo descentralizado y autárquico”, según el texto de su creación– el pasado 29 de enero.
“Hay muchas empresas que nos pueden ayudar. No puedo entender eso de ‘vamos a pedirle al Estado’. ´Papá, dame plata’. ‘¡No! Andá a laburar, ya tenés 21 años”, justificó por entonces Diógenes de Urquiza Anchorena, el hombre que el propio Presidente puso al frente de la nueva repartición.
Mariano Reutemann, vocal de la Agencia Córdoba Deportes, sostiene que la ADN no representa la aplicación del “modelo cordobés” a nivel nacional, como se planteó en su momento. “El formato público y privado ha sido muy exitoso en Córdoba. Está claro que la idea es que no caiga todo el peso sobre el Estado, además de lograr una dinámica de trabajo más productiva, pero también juega la mirada que tengas del deporte. En nuestro caso está todo muy claro y muy reglamentado”, subraya.
Respecto al sistema de ayudas económicas de la Provincia, Reutemann señaló: “Son los propios deportistas los que cargan sus datos en una base digital. Después las federaciones validan esos antecedentes y junto con la Agencia realizan un análisis y una selección”. “Este año hay 170 beneficiarios que del 1 al 10 de cada mes cobran entre 3 mil y 6 mil pesos mensuales. No son cifras elevadas, pero consideramos que todo suma”, añade.
Cabe destacar que, a diferencia de otras provincias, Córdoba no considera incompatible su régimen de ayuda económica a deportistas con las subvenciones que el Enard y la ADN otorgan a nivel nacional.
El sueño Panamericano. En Toronto 2015, Argentina obtuvo 74 medallas y ocupó el séptimo puesto en la clasificación final.