“Está mejor en la relación con la dirigencia que en los números. Ahí, en ese terreno le sacan una ventaja Patricia (Bullrich) y Horacio (Rodríguez Larreta)”. Éste es el análisis que hizo una persona que siguió el minuto a minuto del expresidente Mauricio Macri en Córdoba el pasado viernes.
El hombre fuerte del PRO hizo escala en territorio mediterráneo tras la fallida indagatoria en el juzgado de Dolores en la causa en la que se investiga un presunto espionaje a los familiares de las víctimas del ARA San Juan. Vino acompañado por los cordobeses Javier Pretto y Gustavo Santos, presidente del PRO cordobés y candidato a diputado nacional, respectivamente.
Y tras una escala con recorrida y acto en Río Tercero, donde fue recibido por el intendente y jefe de campaña de JxC en Córdoba, Marcos Ferrer, llegó el turno del almuerzo en la Bolsa de Comercio de Córdoba. En ese contacto habitual que el expresidente tiene con el Círculo Rojo cordobés y en un terreno en el que siempre juega con soltura.
Ahí, Macri habló del episodio en Dolores, volvió a cruzar al juez Martín Bava, hizo referencias a lo que se viene en el futuro del Congreso tras las Legislativas y aprovechó para enviarle un mensaje al gobernador Juan Schiaretti.
“No es lo mismo que me dice en privado”, dijo acerca de las críticas del mandatario provincial a la gestión de Macri en Casa Rosada.
Cordialidad, unidad y la visita de un ‘ex’. En la previa, la expectativa estaba puesta en el encuentro entre el expresidente y Luis Juez, como así también Rodrigo de Loredo, candidatos a senador y diputado, respectivamente, y quienes no fueron respaldados por el hombre del PRO en las Paso.
De todas maneras, el contacto en Río Tercero fue con cordialidad y tanto en el PRO como en el juecismo aseguran que “fue cordial”. También cuentan que a Juez le llamó la atención la verborragia de Macri en esa charla íntima de Río Tercero.
“Lo que le tuvo que decir, Luis se lo dijo personalmente. Pero era la primera vez que se veían personalmente”, razonaron en el juecismo. Desde donde también destacaron que no hubiese incomodidad entre ambos por la encarcelación a Germán Kammerath.
Juez mostró otra afinidad en las visitas de Bullrich y Rodríguez Larreta pero no desconoce lo que Macri representa en Córdoba. Como así también el sector del radicalismo que se mostró distante.
Tras las declaraciones que el expresidente hizo a inicios de año, impulsando a Santos para esta elección y proyectándolo al 2023, algunos radicales no habían quedado conformes. Sin embargo, por ahora hay calma en torno a esto y el cierre de filas rige hasta el 14N.
La otra cuestión que logró Macri en Córdoba fue la foto de la unidad. Hace unos días, con una agenda solapada con la de Bullrich, estaba en riesgo la instancia de foto dividida. Por lo que, en el bolso para la vuelta también se lleva la tranquilidad de mantener la sintonía con la dirigencia.
De hecho, como reconocieron varios dirigentes que estuvieron en la recorrida: “Mauricio está regulando”. “Como buen ingeniero que es, tantea, calcula y va a definir su futuro más adelante. Por ahora, se mueve para conservar lo que cree que le pertenece y Córdoba está dentro de ese activo”, razonó un importante dirigente del PRO.
En tanto, otro amarillo reconoció que, en la relación con la dirigencia, aventaja al resto de los top nacionales, pero en las encuestas queda relegado. “Igual, cuando quedan juntos con Bullich, con ella al lado, Patricia queda ‘chiquita’”, reconocieron algunos de los cordobeses que estuvieron en Dolores el jueves.
Lo otro que le pesa a Macri es su gestión. Para carretear y mirar para adelante, en expectativa queda por debajo de sus dos competidores por haber pasado ya por el despacho principal de Balcarce 50. Y a eso, tampoco lo ignora.
“No se muere por ser candidato. Es consciente de lo que pifió, dónde y con quién. Pero está en un rol más institucional, de defender la República y quiere ser prudente”, razonó otra persona del espacio amarillo a PERFIL CORDOBA.
Teléfono para Schiaretti. A Río Tercero viajaron a recibirlo todos los candidatos de la lista y ahí, en una breve charla, uno de los dirigentes lo puso al tanto del tenor de las críticas que en los últimos días había encendido el gobernador Juan Schiaretti hacia Juntos por el Cambio.
“Le dijimos, pero pensábamos que iba a estar más ‘picante’ a la hora de responderle a Schiaretti”, reconoció un integrante de la boleta.
De hecho, en la coalición, los que creían que iba a ser más letal el mensaje por parte del expresidente eran los radicales. En el PRO entienden el contexto.
“Quiere ser prudente, no quiere meter leña al fuego. Aparte sabe que comparten, no solo voto, sino también una buena relación con el establishment”, dijo en las últimas horas un amarillo.
Macri regula, estudia y baraja. Sabe que en Córdoba, desde lo sentimental –que no tiene que ver con lo electoral- conserva una llegada a ciertos sectores y lo va a usar. A futuro, decidirá si juega solo, apoya a Larreta o a Bullrich, pero a ambos le demuestra dentro del triángulo que este distrito es ‘su provincia’.