En medio de un clima nuevamente enrarecido en la relación entre el gobierno nacional y el sector agropecuario, la cordobesa Ivana Cavigliasso asumió la presidencia de la Cámara Argentina del Maní. La dirigente, de la firma Prodeman, de General Cabrera adelanta que una de las prioridades será trabajar para una reducción de las retenciones para el maní industrializado.
-¿Cuáles es la realidad de la industria manicera?
-Bueno, es un sector chico, somos unas 20 empresas. Pero estamos entre los principales productores de maní y somos el exportador número uno de maní industrializado. Hoy estamos con la cosecha para la que se prevé una reducción de los rendimientos en comparación con el año pasado que fue muy bueno. El año pasado sembramos 340 mil hectáreas, se espera que este año haya menos rinde. Si el año pasado hubo un rinde de 2,78 kilos por hectáreas y para este es de 2,36 kilos por hectáreas. Esa reducción se explica básicamente por la incidencia del clima.
-¿Cuál es la agenda del sector?
-La urgencia que tenemos por resolver hoy son las retenciones. El maní todavía no es considerado una economía regional. En el último decreto del gobierno nacional que exime a las economías regionales de las retenciones no entramos. Tenemos un 7% de retenciones en crudo y queremos lograr una diferenciación con el producto elaborado porque entre el maní crudo y el maní blancheado que tiene un proceso posterior de horneado tenemos la misma carga de retención. Esto no fomenta el valor agregado. Estamos hablando tanto con la Nación como con la Provincia. Necesitamos bajar eso porque es un impuesto que nos lleva a perder competitividad a nivel mundial, perdemos mercados muy importantes como Rusia. Brasil viene creciendo como origen de maní tremendamente y ya nos ganó el lugar. Estamos tratando de hacer ver eso para poder seguir creciendo. El maní argentino tiene mucha capacidad de crecimiento, pero necesitamos una mano.
-¿Cómo se configura ese mercado externo?
En el mundo tenemos productores de maní muy grandes como China o Estados Unidos, por ejemplo, pero en exportación somos los números uno. Si no hay una mejora en términos de competitividad vamos a ir perdiendo esos lugares en mercados externos. Nos estamos reuniendo para plantear distintos escenarios, sabemos las necesidades del Estado, sabemos que no podemos ir a retenciones 0%, pero sería bueno que si la retención para el maní crudo es 7% podríamos llegar a una retención del 3,5% para el maní blancheado e ir a 0% para el terminado. Los que son los productos terminados, como frito, tostado o pasta, ir a 0% porque los maniceros siempre estamos haciendo cosas nuevas en productos terminados, con una baja en retenciones así se van a poder ir sumando productos de mayor valor agregado. Lo que le queremos mostrar al gobierno es que una reducción de esas retenciones no les implica fiscalmente mucho, pero sí a cada uno de nosotros. La expectativa sería, en definitiva, que el maní blancheado que tiene 7% de retención baje a 3,5% y el maní industrializado que tiene 5% baje a 0%.
-¿Como está el clima de negocios en el agro, según ese sector?
-El agro somos el lugar donde sabes que vas a buscar y hay. Eso bajonea un poco. No quiero hablar en contra del gobierno, pero son cosas que te bajan un poco. Invertimos en el país, pero cuando vos no tenes políticas a largo plazo o van cambiando, no es muy fácil proyectar. Cuando no sabes los porcentajes de retenciones no sabes cuánto vas a sembrar, es muy difícil planear en un contexto así. Uno siembra con un panorama financiero y en el medio pones una retención o una regulación nueva y eso hace cambiar todos los números.