Miguel Ángel López fue el entrenador señalado por Julio Grondona, el presidente de la AFA, para suceder a César Luis Menotti en la selección argentina en 1983. “El Zurdo” tuvo la chance de convertirse en el primer DT cordobés en dirigir al equipo nacional, pero descartó aquel ofrecimiento porque –según cuenta- ya tenía acordada su llegada a Nacional de Medellín.
Aquella decisión suya, y el pedido de Los dirigentes de Ferro a “Don Julio” para que no les “sacara” a Carlos Griguol, otro hombre de la Docta, le terminaron allanando el camino a Carlos Bilardo. “El Narigón” haría historia al frente del representativo albiceleste ganando la Copa de la Fifa el 29 de junio de 1986.
“Julio me habló para que agarrara la selección, pero no acepté porque ya le había dado mi palabra a la gente de Colombia. ‘¿Adónde te vas?, ¿Estás loco?’, me dijo. Y creo que tenía razón”, afirma López, quien desmiente la versión de que Grondona le bajó el pulgar por un supuesto distanciamiento suyo con el titular de Independiente Pedro Iso.
“Nunca tuve problemas con nadie y menos con Don Pedro, que era un señor”, le cuenta a PERFIL CÓRDOBA desde Barranquilla, donde tiene escuelas de fútbol y lleva adelante tareas de capacitación. “Voy y vengo. En Colombia estoy bien, pero de Ticino y Villa María se extrañan mucho la familia, los amigos y los choripanes”, dice.
Baquiano y espía
Las vueltas del fútbol quisieron que “el Zurdo” López estuviera trabajando en México cuando llegó el Mundial ’86, la hora más gloriosa del seleccionado de Bilardo. “Con Carlos nos conocíamos porque habíamos jugado juntos en Estudiantes de La Plata. Me pidió lo ayudara a elegir un lugar de concentración y le conseguí el predio del América, el club donde yo estaba dirigiendo”, destaca.
De aquella experiencia mundialista recuerda con afecto a Don Diego, el padre de Maradona: “¡Era un asador de primera! Yo almorzaba y cenaba todos los días con el plantel. Había una convivencia muy buena y eso fue fundamental para el resultado deportivo. El equipo no era considerado candidato y había llegado muy decaído a México. Los únicos que lo recibimos en el aeropuerto fuimos mi familia y yo. Les armamos una cena de bienvenida con Mariachis y todo, y de ahí los llevamos al predio”.
“Bilardo fue muy inteligente en viajar con mucha anticipación, ya que la aclimatación a la Ciudad de México es muy difícil. No sólo por la altura sino también por el smog y el calor que hace en verano”, puntualiza.
El cordobés también recuerda su función de “espía” en aquella Copa en tierras aztecas: “Ayudaba en lo que podía. Iba a la cancha o miraba partidos por TV, y después Carlos me preguntaba cosas. Apenas le ganamos a Inglaterra viajamos a Puebla en auto, escoltados por patrulleros, para ver España-Bélgica, ya que el ganador de ese encuentro iba a jugar con nosotros la semifinal”.
El saludo de D10S
El 1º de marzo López cumplió 78 años y recibió un regalo especial de Diego Maradona, quien desde su cuenta de Instagram lo saludó y lo definió como “uno de los mejores técnicos” de su carrera.
“Diego siempre fui muy generoso conmigo. Empecé mi camino de técnico de su mano y todo lo que pueda decir de él es poco: nunca vi nada parecido en una cancha. Jugadores como Pelé y Messi son palabras mayores de la historia del fútbol y se merecen todo el respeto. Soy hincha fanático de Lionel, pero la verdad es que no conocí a nadie tan influyente para sus equipos como lo fue Maradona”, enfatiza.
-¿Se siente parte de aquel título mundial?
-Claro, pero más que todo como hincha. México ’86 fue la obra maestra de Diego y fue mérito de él, de sus compañeros y del cuerpo técnico. La falta de logros internacionales de Argentina hace que cada año sea más importante aquel campeonato.
-¿Se arrepiente de no haberle dicho “sí” a Grondona?
-La posibilidad de dirigir al seleccionado de su patria es el anhelo de cualquier entrenador, pero en aquel momento estaba muy convencido. Hoy lo hubiera pensando un poquito más. Con más experiencia, quizá hubiera sido otra mi decisión.
Abrazo a la ”U”
Miguel Ángel López brilló en Independiente en la década del ’70, ganando un título nacional y siete copas internacionales. Por entonces, “el Zurdo” ya acumulaba experiencia en torneos de la AFA jugando para Sarmiento de Junín, Estudiantes de La Plata, Ferro y River, y pasos por la selección argentina. Se retiró en Nacional de Medellín. Sus primeras camisetas fueron de dos equipos cordobeses: Unión Central de Villa María y Universitario.
“Le mando un saludo y un abrazo a la gente de la ‘U’. Para ellos mi gratitud eterna, por todo lo que me brindaron y por el empujoncito que le dieron a mi carrera”, le dijo el exdefensor a PERFIL CÓRDOBA. En Argentina dirigió a Argentinos Juniors, Independiente, Boca, Rosario Central, Ferro, Arsenal y Alumni.