Un juego de tensiones vuelve a instalarse en el seno de la oposición provincial. El decreto que firmó el intendente Martín Llaryora confirmando que el próximo jefe capitalino deberá ser elegido el próximo 23 de julio volvió a poner el foco del próximo movimiento en el seno de JxC. Y en particular en Rodrigo de Loredo. Conocida la fecha y reafirmado el desdoblamiento de las votaciones para provincia y municipio, en la coalición opositora volvieron las miradas hacia el radical. Al evolucionista ya le quedan pocas excusas para esquivar la definición en relación al rol que buscará tener en las urnas.
“Está claro que va para vice, es así. Pero falta su definición final”. Dicen desde el bunker juecista. Allí cuesta cada vez más disimular no el enojo, pero sí la incomodidad que supone la indefinición de De Loredo.
A dos meses de la votación, la posibilidad de salir de campaña con la foto de los dos principales referentes de la oposición se sigue dilatando.
Mientras se gestiona esa tensión, en el juecismo la estrategia entró por otro carril. Hace unos días, en el hotel Quinto Centenario Luiz Juez se reunió con dirigentes que pueden sumarse a sus equipos técnicos en el seno de la Fundación +Cba.
Se busca mostrar que la gestión y el armado de equipos será prioritario y que se pondrá el eje en 4 áreas muy sensibles como la salud, la educación, la seguridad y la previsión social. Para al menos dos de esas áreas ya hay una bajada conceptual fuerte: “vamos a tener un lineamiento, un trabajo coordinado y directo con lo que se vaya definiendo a nivel nacional si llega a la presidencia un dirigente como Horacio Rodríguez Larreta. Las reuniones con Burzaco para estudiar programas de seguridad y con Quirós (Fernán, ministro de Salud de CABA), van en esa línea”.
Justicia y salud, con definiciones. Con tiempo para empezar a delinear equipos y nombres, de todas formas ya se dejó trascender algo de lo que buscará hacer Juez si llega a la Provincia. En Justicia, uno de los primeros movimientos tendrá mucho de simbólico. Juez desmantelará el Fuero Anticorrupción. “Hay que mostrar que queremos modernizar y agilizar la Justicia, y la verdad que el Fuero Anticorrupción demostró que no funcionó nunca como debería hacerlo”, señalan en el entorno del senador.
Para Salud, otra vertical sensible y en permanente tensión, también hay definiciones. Esa cartera quedaría en manos de Juan Pablo Peirno, exradical devenido juecista y un referente de su localidad, Río Tercero. Allí intentó ser intendente en tres oportunidades pero no lo logró. El dato político extra es que Peirone es rival de Marcos Ferrer, aliado de De Loredo. “Es uno de los que más conoce el sistema de salud de la provincia y la realidad de las clínicas y los equipos de Salud”, justifican los juecistas.
Hay que juntar 3000. Pero, como se dijo, el armado de una propuesta de gobierno con nombres sobre la mesa debe esperar por definiciones de los socios radicales. Y es que se descuenta que el aporte del centenario partido es el más importante de cara a un posible gobierno provincial, por estructura, capilaridad, cantidad y experiencia de dirigentes.
Y aún con los radicales, el PRO, juecistas y la Coalición Cívica es probable que la oposición no tenga posibilidad de ocupar todos los casilleros que demanda una gestión provincial. “Bueno, son muchos funcionarios. Creemos que unos 3000. El radicalismo tiene mucha gente, pero más allá de eso, tampoco tiene sentido llegar y sacar todo y empezar desde cero. Hay gente muy valiosa. Hay ministerios que funcionan bien. Mucho de eso se va a tener que conservar, porque están hace mucho. Más de 20 años en la gestión. No te digo ministros, pero mucho de la tercera línea se puede preservar. O incluso de la planta se puede promover a cargos políticos. Que por otro lado, es algo que Juez hizo cuando gobernó la ciudad, se mantuvo a mucha gente de la gestión anterior. En eso hay que ser claros, porque hay gente que trabaja bien y nosotros no tenemos ni la clave wi-fi”, simbolizó y explicó un referente juecista.
Privados. El sector privado es otra “cantera” donde Juez podría nutrirse de funcionarios. Las reuniones que viene teniendo Juez y su gente con las cámaras empresariales y entidades como la Bolsa de Comercio de Córdoba van en tres líneas: ayudarlo a construir un diagnóstico sobre la realidad de sectores clave de la economía provincial, reposicionar su imagen ante referentes de estratos sociales donde no tenía buena imagen y, eventualmente, contar con apoyo para que analistas y economistas “salten” a una gestión provincial bajo su mando.