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CóRDOBA
ARGENTINOS POR EL MUNDO

Muchos que se fueron del país, los domingos tienen cómo volver

Lo pueden hacer a través de ‘La Cadena más Grande’, que comenzó en plena pandemia como un micro de cinco minutos y hoy es un programa de una hora, que se emite los domingos de 7 a 8 por Cadena 3. Lo produce y conduce Adrián Cragnolini, el corresponsal de la radio en Madrid. Lleva entrevistados a unos 400 argentinos que viven en los cinco continentes y en alrededor de 70 países. El desarraigo; los que quieren volver; los que no quieren o no pueden volverse; éxitos y fracasos, y la ‘argentinidad’ reafirmada por la distancia.

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CRAGNOLINI. El periodista cordobés está afincado en España desde hace 33 años, en su programa da a conocer las historias de los argentinos por el mundo. | CEDOC PERFIL

¡Hay que despertarse a las 7 de un domingo para escuchar un programa de radio! Es lo que hace mucha gente para conocer historias de argentinos por el mundo o saber cómo está un pariente, un hijo, un hermano, que partió al exterior en busca de un proyecto de vida o tras un albur.

La radio es Cadena 3; el programa es ‘La Cadena más Grande’ (LCMG); el productor y conductor es Adrián Cragnolini, el corresponsal de Cadena 3 en España, y se emite todos los domingos de 7 a 8.

Cragnolini, periodista cordobés afincado en España hace 33 años, cuenta en diálogo con PERFIL CÓRDOBA cómo y por qué se pensó y concretó este programa: “Al nombre se lo puso Guillermo Hemmerling y al comienzo del confinamiento global por Covid le propuse a la radio preguntarles a los argentinos residentes fuera del país, cómo lo estaban pasando según los grados de la cuarentena, desde los más estrictos como España hasta los más laxos como Nueva Zelanda.

Todo empezó en mayo de 2020 como un micro dentro de ‘Tiempo Compartido’, el programa que conducía ‘Guille’ Hemmerling los domingos a la mañana. “Tras dos meses, nos dimos cuenta de que cuando les entrevistaba, los argentinos se enganchaban mucho contando sus vidas más allá de la pandemia. Entonces, empecé a ‘tirar’ de las historias y ahí vino una segunda etapa de ‘La Cadena más Grande’, cuando la gente se largó a contar cómo había llegado, cómo se sentía, en fin, historias de vida de gente sencilla”, relata.

En enero de 2021, cuando regresaba de sus vacaciones, Carlos Marcó (gerente de Producción) le propuso a Adrián que el micro se convirtiera en un programa. Guillermo Chialvo, director de la emisora, sugirió día y hora y el primer domingo de marzo salió al aire la actual versión de LCMG, de 7 a 8 de la mañana.

 

–Qué impresión te dejaron los cientos de argentinos que has entrevistado: ¿se vuelven, no se vuelven, quieren volver, sienten el desarraigo?

–Sí, dentro del programa hice algún que otro capítulo con “los que se volvieron”. En líneas generales los que llevan poco tiempo en el exterior, si bien extrañan, están concentrados en consolidar su proyecto vital en su nuevo país. En cambio, están aquellos que una vez jubilados se plantean el retorno, o bien definitivo o bien entre dos orillas, unos meses aquí otros meses allá. Me llamó la atención una pareja joven que se volvió porque deseaba ver crecer a sus hijos en la precordillera patagónica. La identidad cultural casi nadie la pierde, ni con la distancia ni con los años.

–Vos sos un emigrado, te fuiste de Córdoba hace 33 años. Cuando hacés el programa, ¿qué sentís personalmente?

Emoción y empatía, estoy aprendiendo mucho con las historias de mis compatriotas, me identifico plenamente, tanto con los que llevan más años que yo fuera del país como con los que, a veces, llevan seis o siete meses. Normalmente no me inclino a entrevistar a gente que hace poco que llegó, trato que sea con más tiempo, se necesita un periodo de ‘crianza’, como los vinos, para que decanten un poco las primeras sensaciones y tengan más experiencias, reflexiones más profundas.

Llevamos contados unos 400 entrevistados desde que comenzó el programa y hemos encontrado argentinos en los cinco continentes y en alrededor de 70 países.

De ese total, me animo a decir que el 80% han sido cordobeses, pero ya que Cadena 3 es la radio más federal del país, queremos también ‘federalizar’ a los entrevistados. Que haya más expatriados de otras provincias, “descordobecear” el programa, sin que se enojen mis comprovincianos.

–En un balance entre todos los entrevistados, ¿qué encontraste, mayoría de fracasos o de éxitos?

–En la mayoría, se nota una estabilización del proyecto de vida después de haber pasado los primeros tiempos bastante difíciles, y eso es lo que tratamos de resaltar. LCMG no es un programa exitista, no es más importante la historia de aquel que salió con 50 dólares en el bolsillo y ahora le vende yates al jet set de Ibiza, sino la de aquellos que remaron duro, que trabajaron en cualquier cosa hasta hacer pie y lograr la estabilidad.

Hay un punto en común: la gran mayoría ha revalorizado la calidez de las relaciones humanas que tiene Argentina. Es muy difícil encontrar fuera de nuestro país la cercanía en el establecimiento de nuevas relaciones, desde la amistad o la unión de la familia.

Y hay otro factor: cuando has nacido en Argentina, es casi imposible la mudanza cultural. Vas a vivir a Europa, Estados Unidos o Asia, y nadie pierde su sentido de pertenencia, más bien en muchos casos la distancia hace que se reafirme esa identidad. Puede ser que algunos hayan incorporado rasgos de la cultura donde estén viviendo, pero la esencia, el sustrato, sigue siendo la argentinidad.

–¿Qué reacción recogen de la audiencia?

–Cercanía, cariño, sensibilidad hacia el expatriado y lo bueno es que es recíproco. Cuando arrancamos con el programa de una hora, pensábamos en hacer tres entrevistas de 10/12 minutos cada una. Al mes una entrevista que empecé a editar –las edito, algunas pocas salen en vivo– tenía tanto contenido que decidí “ésta tiene que durar 15 minutos”. Pensamos “la audiencia nos va a linchar”, por lo extenso de la nota, pero nadie se quejó. Hoy, la duración promedio está entre los 20 y los 22 minutos, dos entrevistas por emisión. Creo que uno de los éxitos del programa es haber logrado una empatía entre los que se fueron y los que se quedaron, lo notamos por los comentarios que dejan durante la emisión.

Se ha creado una comunidad global muy linda, y me emociona destacarlo. Incluso hay gente que, nos cuentan, se despiertan un domingo a las 7 para escuchar el programa. Estoy muy agradecido a la radio por haberme abierto esta “ventanita al mundo” como decía Mario (Pereyra).

–¿Cómo está conformado el equipo?

–Hay que tener en cuenta que es una ‘conducción a ciegas’, porque yo estoy en Madrid; en estudios, en Córdoba, mi soporte es Ana Castro, pura vitalidad y sentido del humor; a veces cuento con las queridas Silvina Ledesma y Susana Buontempo, y con Lucas Giacinti como eficaz operador.

Al programa lo produzco enteramente desde mi casa en Madrid, busco los entrevistados, hago las entrevistas previas, las realizo, las edito, elijo los temas musicales. Al principio del programa hacemos una ‘ronda del tiempo’ como homenaje a aquella histórica recorrida que hacía Mario por todo el país.

En definitiva, se trata de eso, de brindarle a esa ‘comunidad’ de argentinos lejos de su tierra, de sus raíces, la oportunidad de estar por un rato ‘de vuelta en casa’ y que sus historias se conozcan. Por eso la ilustración que acompaña esta nota, obra del caricaturista cubano Ángel Boligan.

 

Eslabones de la cadena. Jugando con los nombres de la radio y del programa, a los entrevistados que se incorporan a la comunidad de LCMG, les llamamos “eslabones”. Y esto es importante: nosotros no abandonamos a los eslabones, cada tanto vuelvo a contactar con gente que entrevisté hace seis meses y le pregunto cómo está o si tiene algún nuevo proyecto. Eso explica el sentido de pertenencia de nuestros oyentes.

 

Rony Vargas: “Es una ventana para que los argentinos se sientan cerca”. La Cadena más Grande es un enorme y muy valorado trabajo que hace nuestro compañero Adrián desde España y que permite conocer la realidad de tantos argentinos diseminados por el mundo. Estuvimos trabajando en Miami y pudimos ver y experimentar esa realidad, de gente que partió lejos de su tierra, sus costumbres, sus raíces, en busca de un futuro mejor.

Que sean ellos mismos los que puedan contar sus historias de vida es darles una oportunidad, una ventana, para de alguna manera vuelvan a estar más cerca.