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CóRDOBA
El humor al poder

Nada empaña la campaña

1-11-2020-Logo Perfil
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Mucha de la gente que despotrica contra la política y se pregunta para qué sirven las Paso no se da cuenta de lo importantes que son las contiendas electorales para el conjunto de la población: resulta que justo ahora se relajan las restricciones, se intensifica la vacunación, se patea el pago de la deuda de los monotributistas, se aprueba el cupo trans, se plancha el dólar, se negocia con el Fondo y se acuerda un bono para los jubilados. Si esto sigue así, en cualquier momento se anuncia la instalación de un generador de olas para practicar surf en la laguna de Mar Chiquita y se celebra un tratado con Groenlandia para que nunca falte el hielo en el fernet.

Además, gracias a los próximos comicios, ha vuelto a la actividad proselitista Daniel Giacomino, quien había terminado su mandato como intendente más solo que vendedor de accesorios de Blackberry. Mientras el ex alcalde quiere posicionarse a toda costa como candidato a senador nacional por una alianza con la Unión Popular Federal, Martín Gill no parece demasiado convencido de encabezar el tramo de diputados del Frente de Todos. Y es que si llega a aceptar ese ofrecimiento de Carlos Caserio, deberá pedir licencia en el cargo de secretario de Obras Públicas de la Nación, que a su vez lo obligó a sacar licencia como intendente de Villa María. “Más que una licenciatura, lo de Gill ya es un Máster”, dicen las malas lenguas.

Otros que han tenido mayor visibilidad en virtud de la campaña electoral son los libertarios, quienes presentaron su coalición en Córdoba el martes pasado y extremaron su corrimiento a la derecha, a punto tal que si los apuran, rotulan de trotskista a Juntos por el Cambio. Con su posición antipolítica, antiaborto, antiproteccionista y antioficialista, quizás deberían proponerse también como anticaspa, antibacterial y antibiótico para redondear una oferta que convenza a los votantes. Desde la izquierda, por su parte, están buscando excusas para separarse una vez más, no vaya a ser que se confundan, vayan todos juntos y alcancen una proporción de votos indigna de su tradición.

Los que están chochos con las medidas menos estrictas para el control de la pandemia son los gastronómicos y los hoteleros, que ya habían amenazado con marchar de rodillas hasta el Panal y armar allí un faro de cien metros de altura poniendo uno sobre otro los cedulones y las facturas que les llegan y no pueden pagar. Ante la perspectiva de un panorama menos oscuro, las regiones turísticas se desviven por atraer al turismo invernal mediante recursos cada vez más ingeniosos. En Carlos Paz, por ejemplo, habría rondado la idea de sembrar monstruos marinos como los de la película “Luca” en el lago San Roque, con el fin de entretener a los niños.

Para quienes elijan permanecer en casa durante el receso escolar, la clase dirigente se encargará de que no se aburran, con denuncias y declaraciones que harán las delicias de grandes y chicos. Tal vez para cuando llegue el Día del Niño, las jugueterías ya cuenten entre su stock de muñecos a la gauchita Pato Bullrich, de poncho y espuelas, al marinerito Alberto Fernández que baja del barco y al carterito perseguido Mauricio Macri. Por las dudas no sea suficiente esta diversión, el ex Gran Hermano Brian Lanzelotta se lanzó como postulante a concejal en La Matanza, una decisión que llevó a algunos electores a preguntarse por qué en vez de un cuarto oscuro no se instrumenta un confesionario.

Junto a estas peripecias de los políticos fronteras adentro, también se están cumpliendo las promesas de insertar a la Argentina en el exterior. En tanto desde Bolivia advierten sobre un supuesto apoyo del gobierno de Mauricio Macri al golpe de estado de 2019 en ese país, desde Uruguay y Brasil se unen para exigir flexibilización de aranceles en el Mercosur, algo a lo que se opone Alberto Fernández. Sólo falta que nos acusen de haber asesinado al presidente de Haití, de haber desatado la pandemia del coronavirus y de haber sembrado la discordia en la corte británica contra Harry y Meghan Markle, para que al fin ocupemos una posición de privilegio en el concierto de las naciones del mundo.

(*) Sommelier de la política