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Alexander Medina

"Nadie nos regaló nada"

El técnico de Talleres reivindica el juego de su equipo y dice que está feliz en Córdoba. Habla de su pasión por el fútbol, el sueño de dirigir a Uruguay, su afición por la murga y el gol que les hizo a "Los Galácticos" del Real Madrid.

Alexander Medina
Otra historia. Así define Alexander Medina su nueva etapa de entrenador. “El Cacique” llegó a barrio Jardín con poco rodaje como DT pero con un extenso currículum como futbolista en Uruguay, España, Argentina y Chile.  | Fino Pizarro

Cuenta que se llama Alexander por el personaje de una película, un piloto de avión ruso. “Gustó el nombre y ahí quedó”, confiesa. En Uruguay lo conocen como “el Cacique” Medina, por el look que combinaba pelo largo y vincha y el festejo emulando el lanzamiento de una flecha en sus tiempos de goleador.

En Córdoba su historia es más reciente. El 6 de junio pasado fue presentado como DT de Talleres, donde era un perfecto desconocido, con apenas 40 años y una foja de servicios que daba cuenta de 54 partidos y dos vueltas olímpicas dirigiendo a Nacional de Montevideo en 2018.

Cuatro meses le alcanzaron para convertir aquella gran incógnita en una grata certeza y transformar el recelo en reconocimiento. El equipo albiazul es uno de los animadores de la Superliga 2019/2020.  

-En el caso de Alexander Medina, ¿cuáles fueron las sensaciones que recorrió en los últimos 120 días?

-Llegue con mucha expectativa. Con mucha ilusión de poder transmitir y volcar el trabajo que teníamos en mente. A los jugadores les planteamos lo que queríamos de ellos y empezamos a rodar. A medida que  fue pasando el tiempo el plantel fue creciendo y comenzamos a ver respuestas. Hasta fue sorprendente para mí que el grupo haya asimilado tan rápido muchos de los conceptos. Pensé que iba a llevar más tiempo que el equipo se ensamblara, porque no es fácil lograrlo y más cuando hay muchos jugadores jóvenes, que suelen tener vaivenes en su rendimiento. La verdad es que estamos felices y contentos por este buen presente.

Un gol de otra galaxia  

Del Parque Luis Merazzi de Salto a La Boutique de barrio Jardín, pasando por el Cádiz y la Liga Española. Largo y sinuoso es el camino recorrido. Medina remite a sus tiempos de botija cuando le preguntan sobre la génesis de su idilio con el fútbol.

“A los 4 ó 5 años empecé a jugar en el baby. Ahí comenzó mi pasión por este deporte, de jugarlo y de mirarlo. Podría decir que estoy ligado a una pelota desde que tengo uso de razón”, señala. 

La primera locación de referencia es la cancha de Ferro Carril Fútbol Club, en su ciudad natal. Luego le tocaría vestir las camisetas de Fritsa de Tacuarembó y seis equipos montevideanos: Huracán Buceo, Central Español, Liverpool, River, Fénix y Nacional, donde en sus tres etapas como jugador se hizo experto en hacerle goles a Peñarol.

Fuera de su país, “el Cacique” jugó en Chile (Unión Española), Argentina (Arsenal) y España (Cádiz y Racing de Ferrol).  

Su presentación en la península ibérica fue el 21 de agosto de 2005 en el Estadio Ramón de Carranza de Cádiz, nada menos que ante “Los Galácticos” del Real Madrid. En la revancha de ese partido, el 21 de enero de 2006,  “el Cacique” soltó su clásico festejo nada menos que en el Santiago Bernabéu, aunque después Roberto Carlos, David Beckham y Robinho darían vuelta la historia a favor de los “merengues”.

“Son esos recuerdos que te quedan para siempre. Hacerle un gol al Real Madrid en su estadio y con (Iker) Casillas en el arco… Jugar contra Roberto Carlos, Sergio Ramos, Figo, Beckham, Zidane, que formaban un equipo terrible… Ir ganándole 1-0 hasta cerca del final del partido… Es una historia muy linda. Imborrable”, enfatiza. 

De aquella temporada en la Primera División de España, en la que compartió plantel con el cordobés Eduardo Berizzo, Medina lamenta no haber estado en los cruces con el Barcelona: “Messi ya era un crack. Había debutado en el campeonato anterior y ya pintaba para ser un fenómeno. No pude jugar contra él”.

Asunto pendiente

Del Talleres de Medina se dice que es “práctico”. Algunos lo definen como “ordenado” y otros lo catalogan como “intenso”. Quizá sea una mixtura de todo eso. O tal vez no estén tan errados lo que lo señalan como “un equipo de momentos”, cuyo déficit radica en no sostener el dominio por más tiempo en sus partidos.

“Yo creo que en varios rubros estamos muy bien. En algunos casos no hicimos un gran partido y rayamos casi el 60 por ciento la posesión del balón, o sea que tuvimos el control de juego. Y es un equipo que te puede hacer daño por diferentes vías: juego asociado, transiciones rápidas, pelota quieta… Eso me deja contento”, señala.

“Después los entrenadores queremos la perfección. Buscamos dominar los 90 minutos y eso es muy difícil en el fútbol actual. Además el rival también tiene su karma y es normal que te pueda dominar 10, 15 ó 20 minutos. Pero estamos por buen camino”, sostiene el conductor de la “T”.

“Fuimos encontrando juego y regularidad. Nadie nos regaló nada y estamos en los primeros puestos de forma justa, pero hay que seguir trabajando”, añade.

-¿El fútbol argentino es una cuenta pendiente, teniendo en cuenta aquel breve paso de 13 partidos por el Arsenal de Jorge Burruchaga en el Apertura 2009?

-Sí. La verdad es que no llegué bien en lo físico y en lo futbolístico. Venía de un semestre muy duro con Nacional jugando una enormidad de partidos, incluidas cinco finales en Uruguay y una semifinal de Copa Libertadores contra Estudiantes que fue terrible. Terminamos muy tarde el calendario y me vine sin pretemporada, y para jugar en un fútbol tan competitivo como el argentino tenés que estar impecable. Pero esa es otra historia. El jugador ya quedó atrás y ahora estoy en una etapa diferente.

-En una entrevista con el diario “El País”, cuando empezaste a dirigir en la reserva de Nacional, hablaste de las cosas que dejaste por el fútbol a nivel familiar y personal siendo jugador. Como DT no debe ser tan diferente. 

-No. Es peor…


Fútbol y más fútbol

“Es peor”, susurra un par de veces más. Después de unos segundos levanta la miraba del piso y retoma la charla: “Lo que hago no es solamente un modo de ganarme la vida sino también una pasión y en función de eso le dedicó muchísimas horas. Obviamente que se pierden un montón de cosas a nivel familiar, pero bueno… A veces es parte de la vida. Por suerte tengo el apoyo absoluto de mi entorno. De otra forma no podría dedicarme a esto”.


“Está un poco repartida mi familia”, cuenta el DT de Talleres. “En Córdoba están mi esposa Stefanía y mis hijas Justina (2) y Martina (1). Después tengo dos hijos viviendo en Montevideo, Matías (17) y Santiago (15), que van y vienen. Ellos ya tienen su vida transitada en Uruguay con el fútbol y el estudio y es complicado trasladarlos”, refiere.

-¿Y en Salto quién está?

-Allí tengo a mi madre, Ana María, y a mi abuela María Teresa. También están mis tíos, los amigos de la infancia… A mi padre, Alberto, lo tengo desde hace muchísimos años viviendo en Buenos Aires. Con él hay más cercanía por la posibilidad que tiene de viajar a Córdoba o de verme algunos fines de semana en los que jugamos de visitantes.

Medina asegura que “es un aprendizaje constante ser entrenador”, y cuenta algunos pormenores de su trabajo cotidiano: “Veo mucho fútbol argentino, sudamericano, europeo. Me gustan varios equipos y de muchos tomo cosas. Trató de actualizarme, de mejorar. De reinventarme cada día en esta profesión”.

-¿Tenés un cable a tierra?

-Y… me cuesta. Cuando se puede, en vacaciones, trato de viajar. Pero después, cuando estoy en el día a día, es fútbol, fútbol y más fútbol. Tendría que tener un escape para desconectar un poco de mi profesión, pero lo hago con tanta naturalidad y tanta pasión… Es lo que me gusta,  así que si no estoy mirando algo de un rival, estoy viendo un partido nuestro o de otra liga. 

Murguero oriental 

En su primera experiencia como DT en Argentina, “el Cacique” destaca “la calidad humana” de los cordobeses y “la buena estructura” de Talleres. “La gente es muy amable y me hizo sentir muy cómodo. Y el club me sorprendió. Me habían hablado muy bien de él, pero estando aquí superó mis expectativas”, dice. 


Del fútbol uruguayo afirma que “se están haciendo muy bien las cosas” a nivel de selecciones. “Es un proyecto que arrancó en 2006 y que ahora vive un recambio con jugadores jóvenes que vienen pisando fuerte”, señala. Y admite que dirigir a “La Celeste” es un objetivo concreto que tiene en su carrera: “Uno recién está arrancando como DT y obviamente hay que dar los pasos necesarios. En este momento me siento muy a gusto donde estoy, disfrutando mucho del club, de la ciudad y del fútbol argentino. Ya llegará el momento de ir por ese gran sueño”.

-Más allá del “fútbol, fútbol y más fútbol”, ¿un libro de Galeano, una canción de Jaime Roos o una murga?

-¡La murga! Me gusta mucho desde que era chico. Trato de seguirla, y hasta de opinar, pero siempre como espectador. Soy un ferviente seguidor del carnaval. Es algo muy sentido para los uruguayos. Está en nuestra cultura, en nuestras raíces, y es algo que se va transmitiendo de generación en generación. La murga es algo especial para nosotros. Y la verdad es que los meses de enero, febrero y marzo se ponen muy buenos en Montevideo.

He visto a Maradona

Alexander Medina asegura que tiene guardado “bajo siete llaves” el gorro que Diego Maradona le regaló al final del partido que Talleres le ganó a Gimnasia el pasado 23 de setiembre en el Estadio Kempes.

Y revela detalles de su encuentro con el DT del Lobo: “El fútbol me regaló la posibilidad de conocerlo. Desde que tengo uso de razón esperaba sus partidos para mirarlo y de repente tenerlo ahí tan cerca... Lo abracé, le agradecí por todo lo que nos dio y le dije que para mí era un privilegio saludarlo. Fue una situación de respeto e idolatría hacia alguien que hizo cosas maravillosas, porque Diego fue un artista”.

“Después le pedí que me mandara el gorro para tenerlo de recuerdo y de inmediato se lo sacó y me lo puso en la cabeza”, reseña el técnico del elenco de barrio Jardín.

-¿Y tus ídolos del fútbol uruguayo? Imagino a Francescoli, Paz,  Da Silva… 

-Sí. Y también Rubén Sosa, Fonseca, Alzamendi… Todos fueron grandes jugadores de fútbol que marcaron una época. Me crié mirándolos y con alguno de ellos tuve la fortuna de compartir vestuario.


Agenda apretada

Por los octavos de final de la Copa Argentina, Talleres enfrenta a Almagro el lunes a las 17.40 en la cancha de Newell`s Old Boys de Rosario. Si gana ese partido, el equipo albiazul deberá dirimir la clasificación a semifinales contra River Plate, el viernes a las 20.30 en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. 

El próximo fin de semana no habrá Superliga debido a los partidos amistosos que jugará el seleccionado argentino, por lo que la “T” -que el viernes pasado perdió 1-2 en su visita a Atlético Tucumán por la 9ª fecha- reanudará su participación en el torneo local el domingo 20 de octubre frente a Lanús. Ese encuentro está programado para las 11 y tendrá como escenario el Estadio Kempes.