El 23 de febrero, Horacio Rodríguez Larreta lanzó de manera formal su candidatura a Presidente con un video filmado en el kilómetro 0 de la emblemática Ruta 40. “Es hora de animarnos a transformar el país para siempre. #Hora2023”, aseguró el actual jefe de Gabinete porteño. A pesar de que la oficialización llegó en los últimos días, ya desde hace varios meses Rodríguez Larreta se mueve como candidato y viene protagonizando un verdadero raid por varias provincias, entre las que se incluye Córdoba.
En el marco de una campaña ya en marcha y con un país inmerso en una compleja situación económica, el referente del PRO dialogó en exclusiva con PERFIL CÓRDOBA. Con un discurso medido hasta el extremo, sin declaraciones estridentes, compartió sus ideas respecto a cuestiones fundamentales para la provincia como definición de candidaturas, rol con el campo y subsidios, entre otras.
—¿Cuál es la importancia que tiene Córdoba en su proyecto político nacional?
—Me gusta hablar con los hechos más que con las palabras. Los hechos muestran que en el último año, y en éste también, visité la provincia un montón de veces. Estuve en Córdoba Capital, Villa María, Carlos Paz, Marcos Juárez, en San Francisco. Lugar a donde voy, me interiorizo. Cada vez que voy aprendo mucho, me meto en los detalles. Me reúno con comerciantes, con gente del agro, de las industrias. Voy cada vez que puedo a Córdoba. Soy jefe de Gobierno de la ciudad y no puedo ir entre semana, pero en la medida de lo posible he ido a Córdoba muchísimas veces. Esa es la mayor muestra de la importancia que tiene la provincia para mí.
—Durante su gestión, el expresidente Mauricio Macri mantuvo una relación muy cercana con Juan Schiaretti. ¿Cómo es su relación con el gobernador actualmente?
—Tengo un buen vínculo institucional. Intercambiamos algunas experiencias, algunos datos durante la pandemia, pero estoy convencido de que Córdoba necesita un cambio. Es una provincia que tiene un potencial mucho mayor. Nosotros tenemos un gran equipo allí con Luis Juez, Rodrigo de Loredo, Pedro Dellarossa. En el PRO tenemos a la ‘Coneja’ Baldassi, a Gustavo Santos, a Soher El Sukaría, Pretto, Agost Carreño. Son gente con la que estoy en contacto todo el tiempo. Un grupo de gente que está estudiando la realidad productiva de la provincia. Con ellos estamos analizando cómo potenciamos el agro, la industria automotriz, el turismo. Y escucho cada vez más una preocupación que crece, la de la inseguridad, tema que hay que agarrarlo ya porque después se va de las manos.
—Nombró a Juez y a De Loredo, quienes son los principales animadores de la interna para candidato a Gobernador de Juntos por el Cambio. ¿Cuál es su opinión respecto a la manera de definir quién encabezará la boleta provincial?
—Tienen que decidir ellos. Yo no voy a decirles desde Buenos Aires ni cómo tienen que manejarse ni cómo ordenar sus candidaturas. Son nuestros dirigentes cordobeses los que deben decidir. Ya manejaron con mucha responsabilidad las PASO en los últimos comicios legislativos y lograron una muy buena elección. Confío en ellos. Los veo a ambos muy metidos. Estuve con los dos tomando un café hace dos semanas en Carlos Paz y los vi muy convencidos de la unidad. Me dijeron: “vamos a ir juntos y es lo mejor que nos puede pasar”. Creo en el federalismo, un federalismo en serio y por eso entiendo que los que tienen que organizarse en Córdoba son los cordobeses.
—En su plataforma de campaña habla de dejar producir al campo y supo afirmar que hay que sacarle el pie de encima. ¿Con qué medidas concretas se logra eso sin condicionar la economía del país?
—En esto de aprender y estudiar los temas estuve reunido con todo el sistema agroalimentario: con la Mesa de Enlace, productores chicos, grandes, exportadores y proponen un plan para que en un período de cuatro años de gobierno aumenten 50% las exportaciones. Es un montón. Las reproducciones agropecuarias representan el 70% de las exportaciones totales del país, imaginate si aumentaran un 50%. ¿Qué hay que hacer? De todo. Abrir mercados en el mundo, poner toda nuestra diplomacia a vender productos argentinos, liberarlos de regulaciones, controles. Tenemos cuotas para la exportación de carne, cuando se debería triplicar.
—¿Y sobre las retenciones al campo en concreto, cuál es su opinión?
—Es un impuesto que tenemos que tender a bajar, empezando por las economías regionales, por productos específicos, y luego por la producción nueva, la incremental. Lo estamos estudiando. Las retenciones no desaparecen de un día para el otro. Como criterio general hay que reducir muy rápido las retenciones de economías regionales y bajar lo más posible en lo incremental, para luego seguir en un proceso de baja. Pero además tenemos que darle estabilidad al tipo de cambio, algo que el campo está sufriendo muchísimo.
—¿Unificar los tipos de dólar?
—El campo cobra la mitad del blue o del contado con liqui. Hoy hay una retención adicional del 50% a través del tipo de cambio oficial y eso es gravísimo. Deberíamos tener un mercado único de cambios y eso va a beneficiar al campo. No es algo que podés hacer el primer día porque necesitas ganar confianza, pero en término de recursos es igual de importante que las retenciones. Además, hay regulaciones que los vuelven locos. Falta infraestructura para sacar los productos, mejorar la hidrovía porque hay barcos que no pueden salir, entre muchas cosas más.
Otro problema es que los productores agropecuarios no consiguen mano de obra, porque la gente no quiere perder su plan social. Ni hablar para los cultivos que usan mano de obra intensiva, la yerba en Misiones, la fruta en Río Negro, el azúcar en Tucumán, entre otros, no consiguen gente. No es solo un tema el que debemos solucionar, hay que tener un modelo de desarrollo. El campo es uno de los pilares, uno de los motores de la recuperación de la Argentina, porque el mundo necesita alimentos, como cuando éramos el granero del mundo. Ahora, producto de una situación triste como una guerra, el mundo vuelve a necesitar los productos argentinos. Tenemos que aprovechar esa situación.
—Uno de los puntos en los que coinciden los candidatos a gobernador de los distintos espacios políticos, es el reclamo por un mejor reparto de subsidios porque el actual es injusto con algunas provincias como Córdoba. ¿Usted coincide con este pedido de cambio sobre el esquema actual?
—Por supuesto que tiene que ser más equitativo. El problema es que hoy somos un país unitario. El Gobierno nacional kirchnerista, que gobernó 16 de los últimos 20 años, ha hecho un país unitario concentrando los recursos. Lo mío es más ambicioso que la distribución de subsidios, que hay que hacerla más igualitaria. Tenemos que replantear el sistema de coparticipación. Ese es el corazón del problema y esa es la razón por la que tenemos un país unitario. Se crearon impuestos como las retenciones y el impuesto al cheque que no se coparticipan. Y por si fuera poco el gobierno se financia con la maquinita y eso tampoco se coparticipa. Es un montón de recursos que dispone el Gobierno nacional en contra de Córdoba y del resto de las provincias. Hay que volver a ser un país federal. Córdoba debe disponer de los recursos para decidir donde los aplican o cuáles son sus prioridades. Hay que hacer mejores rutas para el campo, uno o dos hospitales más, sanear el lago San Roque para mejorar el turismo; promover más conectividad para traer turistas.
— Sobre este punto, la llamada ‘revolución de los aviones’ fue muy importante para el aeropuerto de Córdoba. ¿Su idea es mantener una política aerocomercial como la del gobierno de Macri?
—En esa revolución de los aviones viajó mucha gente y mucho más barato. Ahora se está sufriendo la vuelta para atrás. Es una muestra cabal del típico péndulo de la Argentina, en el que se hace algo bien, luego cambia el gobierno y vuelve todo para atrás. Basta de eso. Este es un muy buen ejemplo para terminar con la grieta. Cambia el gobierno y todo lo que hizo el anterior es una catástrofe. Para este gobierno, porque lo hizo Macri era malo. Tenés menos vuelos y más caros, lo cual significa menos trabajo y menos turismo en esos valles hermosos que tiene Córdoba, esos lugares divinos, yo aún recuerdo cuando era chico que iba de vacaciones a Alta Gracia. Hoy esos sitios tienen menos turismo porque sacaron los aviones. Si estaba bien, ¿qué importa quién lo hizo? Por eso hay que terminar con la grieta. Eso no va más.
—En Córdoba sonaron rumores de una fórmula suya con el gobernador Juan Schiaretti como candidato a la vicepresidencia. ¿Qué opinión le merecen esas versiones?
—Lo natural es que sea un candidato de Juntos por el Cambio acompañando la fórmula, alguien del radicalismo, del Pro, de la Coalición Cívica, del peronismo republicano. Alguno de Juntos por el Cambio que me complemente y tenga la pasión, la energía, romperse el alma trabajando, pero no veo que sea de otro partido.