En 10 días, el miércoles 26 la Cámara de Diputados comenzará a debatir los proyectos de la Ley de Bases y el Paquete Fiscal que volvieron con cambios del Senado. Se conocerá así el destino final de buena parte del paquete de leyes que el gobierno nacional considera crucial para avanzar con su reforma del Estado y descentralización de la Economía. También para, en teoría, allanar el camino a nuevas inversiones y comenzar un proceso de reducción de la presión tributaria.
El articulado de la Ley Bases tiene mucho de impacto social y político (con una reforma laboral expectante, el esquema de RIGI o la privatización de empresas estatales), pero el Paquete Fiscal es sumamente sensible para los números que monitorean el ministro Luis Caputo y sus pares en Tesoro y BCRA.
Hasta ahora, las noticias que la aprobación en el Senado le dio al gobierno suena más a vaso medio vacío: hubo cambios en los topes de facturación para los Monotributistas (fuerte alivio para muchos contribuyentes); y se aprobó el Blanqueo de Capitales.
Pero la baja de las modificaciones en Bienes Personales y la restauración de la cuarta categoría en el Impuesto a las Ganancias puede ser un dolor de cabeza. No sólo para las arcas nacionales, sino también para las provinciales.
El impacto que esa “derrota legislativa” tendrá en la recaudación y en las metas fiscales aún en difícil de dimensionar. Pero más allá de los números se pueden esbozar algunas conclusiones:
-Qué la velocidad del ajuste del gasto público comienza a descender, desde los voraces primeros meses. Esto es porque hay que comenzar a pagar los aumentos previsionales.
-De mantenerse la situación fiscal que se votó en Senadores (no Bienes Personales ni Impuesto a las Ganancias) se complica encontrar estímulos fiscales para quitar o reducir otros impuestos. Hay expectativas de que el Impuesto país pase del 17,5% actual a 7,5%. Pero un escenario es con la recaudación de Ganancias corriendo y otra sin ella.
-Si no hay reformas en Bienes Personales (a la baja) también se quita estímulos al Blanqueo. El Blanqueo se aprobó y posiblemente se concrete, pero si lo declara impacta en Bienes Personales la posibilidad de que no sea todo lo contundente que el gobierno pretende está cerca.
La foto fiscal hoy. Sobre la situación fiscal actual y los escenarios que se abren el economista y presidente del Iaraf, Nadin Argañaraz dejó algunas reflexiones para destacar:
“Lo primero para decir es que en enero tuvimos un ajuste de 8,8 puntos del PBI que fue un 50% más del necesario. Eso se fue reduciendo hasta abril, con menos fuerza, pero todavía por encima del necesario. En el primer cuatrimestre hubo un ajuste fiscal un 25% por encima de lo necesario. En mayo empezó a reducirse el ajuste del gasto interanual porque empezaste a pagar jubilaciones. Y del total del ajuste un 33% fue por licuación de las jubilaciones. Va a seguir disminuyendo la intensidad de la caída del gasto, eso se va a ir reduciendo”, explicó.
En esa línea profundizó: “Al paquete fiscal que estaba en el congreso hay que analizarlo integralmente porque un elemento tiene impacto en el otro. Por ejemplo, el gobierno estimó una reducción de Bienes Personales generando un incentivo para que sea mayor la exteriorización de activos, del blanqueo. Si vos ahora sacas eso, se baja ese cambio en Bienes Personales, si eso termina así en el proceso legislativo el gobierno no va a perder recaudación que tenía previsto perder, pero no vas a obtener una recaudación extra que el gobierno haya estimado por más blanqueo”.
-¿El superávit que estamos viendo se sostiene sin ingresos como Ganancias?
-Hay que considerar varias cosas para el análisis. Con la reforma de diciembre la recaudación que perdiste es 0.9% del Producto y con los cambios en Senado más o menos quedó en 0,4% por las concesiones a provincias del sur. O sea, si se aprueba Ganancias hay una recaudación extra de 0,4%. Hoy esos ingresos se estarían resignando. Con la baja de la alícuota de Bienes Personales, para entre otras cosas, incentivar blanqueo, esa baja tiene un costo fiscal de 0,4% del Producto. Es decir, lo que iba a caer de recaudación por Bienes Personales no lo tenes como pérdida. Y lo que desconocemos es cuánto extra ingresaría por blanqueo incentivado por esa baja en la alícuota de Bienes Personales.
En ese análisis, el costo fiscal principal viene por los ingresos extras que no llegarían desde el blanqueo al no tener el estímulo vía Bienes Personales. Porque si bien se perderían ingresos por Ganancias, eso casi se compensa con lo que no pierde el fisco al no tener una menor alícuota de Bienes Personales.
“En definitiva, lo que nos falta saber es cuánto de ingresos extras vía Blanqueo estimulado por la baja en Bienes Personales perdería el gobierno. Por más que se compensen la pérdida de ingresos de Ganancias con la no baja en la alícuota de Bienes Personales el gobierno va a insistir con estos proyectos por los efectos colaterales que tienen, por ejemplo, estimulando el esquema de blanqueo de Capitales. Blanqueo vas a tener, pero si no tenes la baja en la alícuota de Bienes Personas impacta en la magnitud que puede tener”, apuntó Argañaraz.
-¿Sin la restauración de Ganancias se saca estímulos a la reducción de otros impuestos, como el Impuesto País?
-Hay que ver que espera el gobierno del blanqueo, porque el blanqueo va a significar un movimiento en la actividad económica que genera más ingresos. Aun sin saber esos números hay una resignación de ingresos y hay que ver como influye en la baja de impuestos como el País.
-¿En lo que va de esta gestión hubo alguna baja en la presión tributaria?
-No, no ha habido baja. Lo más significativo entre los principales impuestos fue la suba de País que hizo este gobierno en diciembre y que ahora bajaría si se avanza con la reforma. En algunas provincias tuviste subas en Ingresos Brutos y en municipios también hubo nuevas tasas o suba de tasas. Hoy es más alta por País y algunas cuestiones provinciales puntuales. El desafío es mayor para bajar la carga, la devaluación en Argentina nunca genera competitividad genuina, si el gobierno va por el camino de bajar costos uno de los costos vitales son los impuestos. Más allá de las desregulación y demás el gobierno tiene que empezar a dar señales concretas con la baja de impuestos.