La semana pasada la fiscal de Violencia Familiar, Betina Croppi, recibió las conclusiones de la última pericia que ordenó para determinar las consecuencias que acarreó a un hombre de 40 años las agresiones que le profirió en su zona genital la joven Brenda Barattini. El estudio médico, según trascendió de fuentes de la investigación, indican que la víctima padeció “lesiones gravísimas”.
Ese resultado es determinante para calificar el delito que se le imputa a la mujer, quien permanece detenida en la cárcel de Bouwer y será trasladada a mediados de la próxima semana para ser notificada sobre el curso de la causa.
La pericia médica a la víctima es el último trámite que había previsto la fiscal para concluir la investigación y elevar a juicio el expediente, lo que hace presumir que es inminente que se formule la acusación.
En breve se cumplirá un año de aquel 26 de noviembre en que Brenda atacó a su amante con una tijera de podar provocando cortes en los testículos y el pene, sin llegar a seccionarlos totalmente. La rápida intervención de vecinos y médicos permitió salvarlo de una profusa hemorragia. Luego, fue sometido a diferentes cirugías y rehabilitación; además de estar bajo tratamiento psicológico.
Ella justificó el hecho en que el hombre había enviado videos íntimos a contactos exponiéndola y ejerciendo violencia psicológica sobre ella. Pero las pruebas reunidas en su departamento de Nueva Córdoba conspiraron en su contra. Entre los elementos secuestrados hay anotaciones sobre cómo producir las heridas en las partes íntimas de un hombre lo que configura la premeditación para cometer el delito.
Hasta ahora, Barattini está imputada de lesiones graves, pero esa situación podría modificarse y cargar con una calificación más severa.